Si coges el coche con frecuencia para desplazarte por autopistas de peaje es probable que debas rascarte algo más el bolsillo tras las doce campanadas de Nochevieja. Al menos ese es el riesgo que se perfila ya en parte de España y caldea el debate sobre la actualización de las tasas. El contexto, marcado por la inflación —en verano se alcanzaron tasas que no se veían desde hacía décadas—, las restricciones a la movilidad urbana y el encarecimiento de carburantes, no lo facilita.
De momento son solo estimaciones, pero han servido para abrir el debate entre los profesionales y las instituciones regionales y central. En Galicia ya apuntan a un alza de cerca del 9%.
¿Qué sabemos hasta ahora? Estimaciones, cálculos que anticipan la posible actualización de tarifas, pero que están sujetos en cualquier caso a que el Ministerio de Transportes les dé su visto bueno. Una de las cuentas más polémicas la han hecho en Galicia. Faro de Vigo ha publicado que los peajes de la AP-9, la principal autopista de la región, que vertebra de norte a sur, podrían afrontar un encarecimiento de más del 9%. El cálculo lo elaboran partiendo del dato de IPC y el alza extra, del 1%, con el que se compensa a su concesionaria, Audasa, por varias obras en la infraestructura.
¿Y más allá de Galicia? Galicia no es efectivamente la única que teme una subida de gravámenes con el cambio de año. En Asturias apuntan también que el peaje de la autopista de Huerna (AP-66) entre Campomanes y La Magdalena (León) podría encarecerse un euro para pasar a costar 14,75 euros. En Salamanca hay medios que han hecho cuentas y se señalan también incrementos en diferentes tramos, incluido por ejemplo el de la AP-6 que enlaza Collado Villaba con Adanero.
¿A qué se debe el alza? El referente clave es el IPC de octubre, que dejó un alza del 7,3%. En La Voz de Asturias y La Voz de Galicia han sacado la calculadora y les sale que, tomando ese valor, las autopistas en España se encarecerán de media un 8,38% el próximo año. De concretarse, supondría uno de los mayores incrementos de las últimas dos décadas. En la ecuación intervienen sin embargo otros factores, como alzas extraordinarias pactadas con la concesionaria o correcciones aplicadas con los datos de tráfico en la mano. Para conocer el dato final habrá que esperar al Ministerio.
¿Hay solo cálculos? Sí y no. Se parte de cálculos, sí; pero han servido ya para caldear el debate político en aquellas zonas que temen verse más perjudicadas. El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha exigido al Gobierno que se “congelen” los peajes de la Autopista del Atlántico al considerar que “todo indica” que experimentará una “subida histórica” de tasas. Los transportistas también han alzado la voz para denunciar el “agravio” y en Asturias el Ejecutivo autonómico no ha tardado en plantear al central la necesidad de mejorar las bonificaciones o compensar el IPC.
Fegatramer denuncia una subida del 9% en los peajes de la AP-9 para 2023 https://t.co/giyOrZ8UUy
— Asetranspo CETM (@asetranspocetm) November 17, 2022
Los peajes subirán un 8,38% en toda España y un punto más en la principal autopista de Galicia https://t.co/pPk87JX3ot #peajes #autopista #peaje #ipc #subida #2023
— Carlos Punzón (@CarlosPunzon) November 16, 2022
¿Influye el contexto? Las subidas de peajes en la red estatal de autopistas no suelen ser bien recibidas, sobre todo después de que parte del país viera como sus viales se liberaran hace poco, lo que ha generado una sensación de "agravio" en las regiones que siguen soportándolas. En 2021 el Ministerio de Transportes estimaba que solo la liberación de peajes en la AP-7 y AP-2 supondrá un ahorro de más de 750 millones de euros anuales para los usuarios de la infraestructura. A ese telón de fondo se suman este año el alza del IPC, el descontento del sector y los costes del carburante.
Imagen de portada: M. Peinado (Flickr)
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