No hay marca que levante tanto odio y amor que Tesla en el mercado del automóvil. Es de esas compañías que han conseguido tener una conexión con el público que va más allá de lo racional. Sus defensores más acérrimos hablan de Elon Musk como un genio y del producto, el Tesla, como disruptor. A sus críticos no le faltan argumentos: publicidad engañosa, promesas incumplidas, calidad decepcionante...
Pero lo que publica Reuters va mucho más allá de esto último. La agencia asegura que ha tenido acceso a miles de documentos internos de Tesla fechados entre 2016 y 2022 que demuestran cómo la compañía ha hecho oídos sordos ante graves problemas de diseño y construcción que han puesto en riesgo a sus conductores.
Ruedas que se desprenden, columnas de dirección y brazos de suspensión que se rompen... todo en garantía, con unos pocos kilómetros recorridos y de los que Tesla asegura no ser culpable.
Las graves acusaciones de Reuters
El problema al que se enfrenta Tesla es mucho más grave que las últimas noticias relacionadas con su seguridad y fiabilidad. Entre ellas, la compañía de Elon Musk ha recibido un aviso de la NHTSA para llamar a revisión a dos millones de vehículos, en relación a problemas con su Autopilot. Una revisión que se hará a distancia, con una actualización vía OTA de su software.
TÜV SÜD, la ITV alemana, ha publicado hace unos días sus informes de fiabilidad con un llamativo titular: Dacia es más fiable que Tesla. Sin embargo, el informe daba un tirón de orejas a los conductores de este tipo de automóviles, que en ocasiones desatienden su mantenimiento pensando que no lo necesitan.
Pero de lo que habla Reuters es mucho más grave y difícilmente atribuible al propietario de un Tesla. La agencia de noticias visibiliza el caso de un conductor al que se le rompió el brazo de suspensión pasados apenas 115 millas (184 km) desde que lo sacó del concesionario. La compañía tuvo que realizar una profundísima reparación que incluyó el cambio de la columna de dirección y una factura de 14.000 dólares que intentó cobrar al propietario del coche, alegando que había realizado un uso fraudulento del mismo.
Caso parecido para un conductor que con menos de 25.000 kilómetros en su Tesla Model 3 vio cómo una rueda se desprendía a unos 100 km/h con el sistema Autopilot activado Era 2021 y el coche había sido comprado en 2020. Misma situación pero con un Tesla Model X reportó otro conductor en Madrid en 2020. Los informes de Tesla, aseguran en Reuters, no recogen cómo la compañía respondió a estos accidentes.
Los casos, según la agencia, no son ni mucho menos aislados. Reuters habla de miles de conductores afectados que cuando se quisieron poner en contacto con Tesla para que se hiciera cargo de las reparaciones, en garantía, recibieron la negativa de la compañía. Las respuestas apuntaban generalmente a un uso indebido del vehículo o un mal comportamiento del conductor, con el objetivo de desentenderse.
Sin embargo, el artículo habla de que los trabajadores de Tesla sí eran conscientes de problemas estructurales en la producción de vehículos y de márgenes de error demasiado laxos que favorecían que este tipo de accidentes pudieran producirse. Pese a ello, la compañía siempre trataba de eximir sus responsabilidades. Como resultado, algunos conductores llegaron a vender sus vehículos sin reparar, cansados de las reiteradas negativas de Tesla.
Todos estos problemas, según Reuters afectarían a todas las plantas productoras que tiene Tesla repartidas por el mundo, independientemente de si son chinas, europeas o estadounidenses. De hecho, en el artículo se menciona el hallazgo de Ralf van Gestel, ingeniero de soporte de productos de Tesla, quien descubrió que Tesla había gastado en solo un año más de 4 millones de dólares en arreglar fallos en las suspensiones para Tesla Model S y Model X que estaban en garantía. De ellos, 1,3 millones de dólares estaba relacionados con caídas en los brazos de la suspensión durante los dos primeros años.
Según Reuters, con cifras aportadas por Valentin Oetliker, ingeniero que trabaja en Francia, "alrededor del 5 % de los 12.858 vehículos Model S y Model X en la carretera en los mercados del sur de Europa y Oriente Medio de Tesla habían necesitado reparaciones debido a fallos en las suspensiones".
En su artículo, la agencia de noticias aporta muchos otros casos pero, sobre todo, flota en el aire la sensación de que llueve sobre mojado. No es la primera vez que se acusa a Tesla de ocultar informes u omitir información imprescindible para el propietario de un vehículo con el objetivo de descargar sobre él las culpas en caso de que falle uno de sus componentes o sistemas. Incluso se ha demostrado que la compañía falseó un anuncio para vender unas bondades de su sistema de conducción semiautónoma que, simplemente, eran inexixtentes.
Foto | Tesla
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