A priori, la pregunta parece una paradoja. ¿El móvil, esa fuente de distracción, puede ayudarnos a ser más productivos en nuestro centro de estudios y en el trabajo? Lo contrario es decir, a priori, que no. Desbloquear el móvil es como abrir la caja de Pandora de los estímulos: redes sociales, juegos, YouTube... incluso hay quien, simplemente, lo enciende por inercia.
Y la respuesta a la pregunta es un rotundo sí. Aunque, como para cada cosa en la vida que se necesita transformar, tiene que haber cambios. Por un lado, el del terminal. Si lo queremos para que nos ayude en nuestro estudio y trabajo debe ser rápido y eficiente y disponer de ciertas funcionalidades como el envío de pantalla inalámbrica. Por otro, debe haber un cambio de paradigma mental.
Porque, si la primera reacción a dicha pregunta es decir que el móvil es entretenimiento puro, ¿cómo vamos a pretender que ese mismo instrumento nos ayude a ser más productivos?
Sobre estos dos ejes vertebraremos este especial. ¿Qué móvil es el ideal para el teletrabajo o el estudio y cómo podemos cambiar para que aquel no se convierta en una fuente de distracciones y sí en una herramienta vital y necesaria?
Cambiando la mentalidad: portátil sí, pero también móvil
Vivimos una nueva era, auspiciada por la llegada de un virus que ha modificado nuestros hábitos. La enseñanza telemática ha supuesto un cambio brutal en muchas familias y profesionales de la docencia, que han tenido que adaptarse a las nuevas tecnologías sin tiempo a estar realmente preparados. Y la combinación de móvil y portátil ha sido fundamental.
El primero ofrece una libertad de movimiento que el segundo, por muy ligero que sea, no da. Y en una época en la que necesitamos estar conectados siempre, es vital portar una herramienta que lo posibilite. Ojo, con esto no queremos alentar a que el trabajo y el estudio protagonice nuestras vidas, pero sí hemos de reconocer que forma parte vital de nuestro desarrollo personal.
Y la inspiración llega cuando menos nos lo esperamos. No siempre vamos a disponer de un ordenador para poder apuntar lo que precisemos. Y para esta cuestión el móvil se antoja imprescindible, con aplicaciones adecuadas que organicen las ideas y proyectos y te ayuden a ser realmente productivo.
Esta comodidad y libertad es, sin duda, el punto fuerte del smartphone frente a un portátil. Pero debe cumplir ciertas características: que sea ligero, que tenga una buena pantalla para poder visualizar las tareas de un modo óptimo, que su memoria RAM sea adecuada para la multitarea y que la batería acompañe. De nada sirve poder disfrutar de las bondades de un móvil si vamos a tener que estar continuamente localizando un enchufe para que no fallezca en nuestras manos.
Además debe tener funcionalidades como la grabación de pantalla y el envío de la misma de manera inalámbrica, poseer aplicaciones de sistema que garanticen la seguridad del usuario y actualizaciones de seguridad del sistema operativo garantizados por el fabricante.
¿Qué móvil puedo usar para el estudio y el trabajo?
A todo lo ya comentado hay que añadirle algo muy importante en estos tiempos que corren: el tema económico. Acceder a un gama alta es un lujo. Y la gama media, por suerte, en 2020, goza de una salud envidiable. Por unos 300 euros, e incluso menos, podemos optar por un smartphone que cumpla con todos los requisitos de conectividad, rendimiento y accesibilidad.
El Samsung Galaxy A51 es un claro ejemplo de terminal para el estudiante y el trabajador. Por algo, es el smartphone Android más vendido del mundo, según un análisis realizado por Strategic Analysis publicado en mayo de 2020.
¿Sus puntos fuertes? Cuenta con un panel de 6,4 pulgadas Super Amoled, que arroja colores vivos, negros puros y una calidad de imagen Full HD; su peso es de 172 gramos, por lo que en mano se sentirá ligero para las tareas pertinentes; la batería es de 4.000 mAh y tiene carga rápida de 15W; su interior alberga un procesador Octa-core avanzado además de 4GB de RAM para que podamos abrir diferentes aplicaciones sin que el rendimiento se vea debilitado; 128GB de almacenamiento que pueden ampliarse en 512GB más gracias a una tarjeta microSD...
Y funciones propias para el rendimiento del estudio:
- Grabación de pantalla. Ideal para proyectos académicos y laborales en los que tengamos que mostrar algún procedimiento realizado a través del smartphone.
- Envío de pantalla inalámbrica. Con un solo gesto de dedo, podemos enviar el contenido de nuestro teléfono móvil a otro dispositivo de mayor tamaño como un proyector para las ponencias y muestras de trabajo en público.
- Carpeta Segura. Una aplicación diseñada por la marca para asegurar los datos que tenemos almacenados en nuestro teléfono. Especialmente indicado para el ámbito empresarial, donde los documentos pueden contener información vital y sensible.
- Samsung Cloud. Gracias a esta aplicación, podremos guardar los contactos y los eventos del calendario, así como pestañas abiertas en el navegador, documentos, archivos y fotos necesarios, etc.
- Aplicaciones de Google preinstaladas. Un apartado importantísimo en cualquier smartphone que se quiera usa para el estudio y el trabajo. Samsung ofrece en todo su parque de smartphones las aplicaciones de Google preinstaladas, así como las pertinentes actualizaciones de seguridad en modo de actualizaciones periódicas que mantendrán tu móvil alejado de los ciberdelincuentes.
- Pantalla dividida: gracias a la integración de la capa Samsung One UI basada en Android, podremos dividir la gran pantalla de nuestro dispositivo para así trabajar en dos entornos distinguibles. La multitarea en el terreno móvil ha llegado para quedarse.
Si necesitas un empuje extra, Samsung tiene disponible el modelo 5G de este mismo Samsung Galaxy A51 a un precio de 399 euros.
Gracias a la conectividad 5G podremos descargar documentos pesados o realizar videollamadas en cualquier lugar donde tengamos cobertura, y en un abrir y cerrar de ojos. Además, el 5G propiciará la nueva revolución del internet de las cosas, un mundo digitalizado que propiciará nuevas oportunidades laborales y un panorama esperanzador para la educación y la economía.
Consejos para usar el móvil de un modo inteligente: aplicaciones y hábitos de consumo
Es imprescindible mantener una relación sana con nuestro smartphone si queremos sacarle un buen partido y no convertirnos en su esclavo. Para ello, debemos adoptar ciertos hábitos y usar aplicaciones que nos van a ayudar en la tarea.
En numerosas ocasiones, la productividad y los buenos hábitos y el uso de aplicaciones van de la mano. Aquí una buena muestra de ello.
- Forest. Una aplicación que premia nuestra productividad. A modo de mascota virtual vegetal, esta herramienta te permite plantar un árbol que crecerá mientras estemos dentro de ella. Si tientas a la suerte y nos salimos, dejará de hacerlo.
- Focus To Do. Un gestor de tareas que aplica la técnica Pomodoro de concentración. Consiste en intervalos de trabajo o estudio determinados, combinados con breves intervalos de descanso, a través de un temporizador. Funciona.
- Asana. Si debemos encargarnos de varios proyectos en los estudios o en el trabajo, Asana es una app esencial ya que nos permite crear tareas, agregar compañeros de equipo, todo ello asignado fechas de entrega y comentarios en tiempo real. Imprescindible.
Consejos generales
- Deja en la pantalla de inicio de tu smartphone las apps que realmente necesitas para el trabajo.
- Usa el calendario y las apps de notas. Si se acumulan las tareas y las fechas diferentes de entrega, este apartado es esencial.
- Modo 'No molestar'. Activamos esta funcionalidad en los momentos que necesitamos de mayor concentración: se evitarán llamadas, notificaciones y demás interferencias que perturben nuestro trabajo.
Como conclusión, podemos afirmar lo siguiente: el móvil, como cualquier herramienta disponible, puede ser todo lo productiva que nosotros queramos. Dependerá del uso que le demos. En nuestra mano está el elegir el dispositivo ideal para que este gesto nos salga de manera natural.
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