Nunca en la historia de las carreteras españolas han coexistido tantas marcas ni tamaña diversidad de automóviles. Prácticamente parece que cada año se suman dos o tres nuevos fabricantes al parque nacional. Pero lo que es casi igual de llamativo es que no muchos sabrían decir qué aportan de nuevo. Ni sus mecánicas suelen ser particularmente novedosas ni sus diseños despiertan el más mínimo asombro. De hecho, se camuflan entre los de unas marcas ya establecidas que prácticamente funcionan por inercia.
En este extraño contexto de crecimiento e indistinción aparece XPENG. Nacido bajo una concepción casi de startup, el fabricante chino desembarca en España con una gama inicial de tres modelos y una propuesta muy diferente al resto, con un foco importante en una calidad que se define por aspectos que van más allá de las buenas terminaciones o el confort de marcha, imprescindibles por otra parte cuando se buscan asaltar los escalones superiores —y más reñidos— del mercado generalista.
Un diseño que forma parte de su propio ADN
Uno de los aspectos más intrigantes de XPENG es que sus coches logran diferenciarse del resto al primer vistazo. Frente a unos fabricantes que últimamente no conocen más rasgos de diseño que las aristas, las líneas cortantes y las cinturas con vigorexia, con ángulos a veces innecesariamente pronunciados, XPENG es casi un bálsamo para los ojos, recuperando un diseño sencillo pero fluido, que conjuga bien unas necesidades aerodinámicas propias de una marca de coches eléctricos con un estilo sobrio, que no por ello austero.
Solo hay que fijarse en el bajísimo coeficiente aerodinámico (Cx) de la berlina XPENG P7, de solo 0,236, o en su inusual sistema de apertura vertical de puertas. El conjunto es un vehículo que parece cortar el aire incluso en parado, pero transmite suavidad, eficiencia y sofisticación, casi como las naves espaciales privadas de ‘Elysium’, el spinner del agente K de ‘Blade Runner 2049’ o el misterioso Turbo Interceptor de la legendaria ‘El Aparecido (The Wraith)’.
Si el catálogo de XPENG resulta más atractivo y menos dado a los excesos que el de otras marcas del Lejano Oriente, a veces empeñadas en deslumbrar, es en parte porque ha realizado un cuidadoso examen de su target, esencialmente profesionales técnicos que no admiten estridencias. Y también por una fuerte inversión en diseño, que recientemente le ha llevado a contratar a un grande: JuanMa López.
El diseñador español, conocido por liderar la creación de interiores de Audi y Lamborghini durante uno de sus periodos de mayor crecimiento y por dirigir el diseño exterior de Ferrari de 2010 a 2018, fichó hace poco por XPENG como nuevo responsable de estilo, no sin antes haber refinado sus habilidades en China como consultor y diseñador especializado en vehículos eléctricos. Desde su nuevo rol, se encargará de dibujar las líneas maestras de todos sus productos, que ya parten de una base estilística y tecnológica extraordinaria.
Sin herencias que suponen un lastre: 100 % eléctricos de nacimiento
Otra de las diferencias de XPENG con respecto a virtualmente cualquiera de las marcas presentes en el mercado español, ya sean clásicas o de aparición más reciente, es que se trata de unas de las pocas que puede decir que son genuinamente nuevas. Y eso es una ventaja que puede llegar a resultar sorprendente, pero esta se torna comprensible en cuanto se ven los planos de piezas explotados o se analiza la tecnología detrás de sus coches.
A diferencia de la mayoría de los fabricantes, XPENG nace directamente como un fabricante de coches eléctricos. Es decir, no tiene motivos para soportar plataformas antiguas, conceptos desfasados ni cadenas de suministro que deben dar servicio a soluciones legacy al tiempo que proporcionan componentes y servicios para modelos más modernos. Es un fabricante puntero, sin motores térmicos en su gama y con una concepción de progreso tecnológico acelerado.
Esto se evidencia en detalles como las novedosas y tecnológicas plataformas sobre las que desarrollan sus modelos, lo que proporciona grandes autonomías de hasta 576 km en el caso del XPENG P7 —570 km si hablamos del XPENG G9, un gran SUV de 4,89 metros de longitud— se integra totalmente plano en el suelo del propio coche y está protegido por estructuras especialmente reforzadas en puntos críticos como los pasos de las ruedas para mejorar el dinamismo del vehículo y la propia seguridad de la batería.
Además de ser extremadamente estables, brindar una velocidad de carga superior —el XPENG G6, su SUV de tamaño medio estilo coupé, puede pasar del 10 al 80 % en solo 20 minutos— y proporcionar la clase de rendimiento necesario para acelerar de 0 a 100 km/h en 4 segundos —G6 AWD Performance—, estas baterías hacen posible optimizar los volúmenes del coche al máximo. Como resultado, el espacio interior es especialmente amplio y hay hueco para introducir elementos mecánicos innovadores, como una suspensión neumática de doble cámara que reduce la distancia al suelo del XPENG G9 para mejorar su comportamiento en carretera mientras reduce su consumo.
Con XPENG llega el coche definido por la tecnología
Este foco en la tecnología tiene una razón de ser. Forma parte de la propia identidad de XPENG. De hecho, no podía ser de otra forma dados sus mimbres. Fundada en 2014 por dos antiguos ejecutivos de la industria automovilística con un fondo de I+D, debe su lanzamiento al apoyo económico de He Xiaopeng y Joseph Tsai, ejecutivos de Alibaba, y Lei Jun, fundador de Xiaomi. Por no mencionar la aportación del gigante de la producción OEM, Foxconn.
Ya desde el principio, XPENG se configuró como una compañía tecnológica. Con oficinas de I+D en Silicon Valley, en 2018 solicitó los permisos necesarios para probar su propio sistema de conducción autónoma y decidió debutar su primer coche en el CES, la mayor feria de electrónica de consumo del mundo. Desde entonces ha ido refinando una identidad basada en el progreso tecnológico que evidencian coches como el XPENG G9, que proporciona los más altos niveles de seguridad en carretera gracias a un refinado sistema de asistencia con nada menos que 12 cámaras y otros tantos radares milimétricos, apoyados por sensores ultrasónicos de gran sensibilidad.
El despliegue tecnológico también se extiende al interior de sus coches. Gracias al uso de chipsets Snapdragon diseñados específicamente para la automoción y a un sistema operativo propio, XPENG ofrece una de las experiencias de uso más intuitivas del mercado, además de funciones de control añadidas desde el teléfono móvil usando su propia aplicación para controlar el cierre del coche, del maletero, la elevación de las ventanillas, gestionar la carga de forma remota o simplemente acceder sin llave. ¡Y hasta es posible aparcar automáticamente el vehículo o moverlo desde la propia app!
Y esto es solo el comienzo. De cara al futuro, la compañía ya trabaja en lo que denomina como coches definidos por IA, capaces de conocer los gustos y comportamientos individuales de cada conductor para adaptarse e incluso adelantarse a ellos —prueba de ello es el recién revelado P7+—.
El resultado lo veremos próximamente a través de su software, que de forma individual adaptará el comportamiento del chasis, el motor, la cabina e incluso el sistema de visión por IA Hawkeye, que facilitará la conducción semiautónoma con nivel 2 avanzada, la máxima homologada en Europa hasta la fecha. Una carrera, la de crear coches especialmente adaptados al conductor a través del software, donde XPENG parte desde una posición privilegiada y con claro ánimo de liderar.
Imágenes | XPENG
Ver 1 comentarios