El curso que viene, la Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología (UDIT) hace una apuesta fuerte. Inaugura en Madrid su Campus Internacional de Tecnología, Innovación y Ciencias Aplicadas. Para ello ha instalado en un edificio de 7.000 metros cuadrados en la emblemática calle madrileña de Alcalá (número 506), equipamiento a la última y una innovadora zona de experimentación: el UDIT Proto Space.
“En el sector tecnológico el nivel de desempleo es muy bajo. En esta industria realmente los candidatos eligen y rotan, y crecen en sus carreras profesionales”
Allí ofrecerá, a partir del curso 24-25, grados para formar a futuros expertos en ciencia de datos e inteligencia artificial, desarrollo de software full-stack y matemáticas aplicadas. Y tratar así de cerrar la brecha de carestía de talento tecnológico que sufren las empresas españolas. Para hablar de esta apuesta de UDIT, conversamos con Javier Pascual, el director del campus. Pascual, que se considera un friki de la tecnología y es lector de Xataka de toda la vida, es un todoterreno que ha trabajado como programador en grandes compañías de informática, pero que ha sido también docente y ha tenido tiempo incluso para emprender varios proyectos empresariales, algunos relacionados con el deporte.
Empecemos hablando de la brecha de talento en el sector tecnológico. Según la asociación de empresas DigitalES, en la que se incluyen las principales operadoras de telecomunicaciones que operan en España, en este país hay más de 120.000 vacantes sin cubrir en el mundo de las tecnologías de la información. Y mirando más allá, y según datos oficiales de empleo, esta década se necesitarán casi 1,4 millones de especialistas solo en España. ¿Qué está pasando?
Aquí confluyen muchos factores. Desde la pandemia está claro que se ha hecho evidente esta carestía de profesionales. Y eso ha llevado a una elevación también de los salarios, porque las empresas quieren captar y retener este talento. Nos hemos vuelto mucho más digitales por necesidad, a todos los niveles. Europa, además, se ha dado cuenta de que tiene que industrializarse, y que la digitalización será fundamental. En definitiva, y como decía, hay muchos factores que explican esta brecha entre oferta y demanda en el mercado laboral de tecnología. Y los centros educativos tenemos una gran responsabilidad, para que, con nuestros estudios, seamos atractivos a hombres y sobre todo a mujeres. Ellas no acaban de interesarse por la ciencia y la tecnología, y eso impide a esta industria acceder a las capacidades de nada menos que la mitad de la población.
¿No es paradójico que un país como España, que exhibe uno de los mayores niveles de desempleo de Europa y del mundo occidental, tenga tantos puestos de trabajo sin cubrir en el ámbito de la tecnología?
“A los estudiantes hay que ponerles en las manos herramientas que ni siquiera las empresas están usando, pero que van a tener dentro de tres o cuatro años”
Esa paradoja se da a nivel del mercado laboral en general. Pero en el sector tecnológico el nivel de desempleo es muy bajo. En esta industria realmente los candidatos eligen y rotan, y crecen en sus carreras profesionales. Desde hace años, las grandes empresas presionan mucho para que eso sea así. Empezaron los bancos, con una gran demanda de desarrolladores full-stack. Tenían que digitalizarse y a la vez optaron por ir cerrando oficinas, para llevar muchos de sus procesos a online y a la nube. Esa presión hizo que los salarios de los programadores y de otros perfiles subieran mucho, no solo en España, sino en todo el mundo.
Además, en este sector de la tecnología los profesionales tienen otra ventaja para encontrar mejores puestos y retribuciones más altas. Y es que pueden, desde casa, trabajar para empresas que están en otros países y que les pagan salarios mucho más altos.
¿Cuáles son hoy las profesiones tecnológicas con mayor demanda en España?
“Creo que no tiene sentido que los alumnos acaben un grado tocando solo ordenadores y cuatro Arduinos. Queremos que nuestros alumnos toquen herramientas y maquinarias”
La contestación a esta pregunta la tenemos muy clara en UDIT y por eso hemos desarrollado los grados en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial y Desarrollo Full-Stack. Para mí, estas son las dos profesiones campeonas hoy. Son las grandes vencedoras del momento presente. En el ámbito de la ciencia de datos e IA, es importante todo lo que tiene que ver con la captación masiva de los datos, su manipulación y su tratamiento a través de algoritmos de inteligencia artificial para obtener resultados en muchos ámbitos. Ahora está de moda la IA generativa, con herramientas con ChatGPT, pero el desarrollo de la inteligencia artificial tiene una larga tradición y es un mundo mucho más amplio.
Y, por otro lado, estamos viendo un resurgir de las matemáticas aplicadas. Las matemáticas van más allá del investigador de bata blanca y buscan generar algoritmos para aprovechar toda esa potencia de cálculo que tenemos disponible. Y por eso nosotros ofrecemos también un grado en Matemáticas Aplicadas. Otra profesión con un futuro estupendo tiene que ver con la robótica y la industria 5.0. Los robots van a formar parte de nuestra vida a todos los niveles. Y por eso, estamos trabajando en nuevas titulaciones como robótica de cara a los próximos años.
¿Cómo serán los estudiantes que acaben estos grados?
Pues, al contrario de lo que pudiera pensarse, estos grados no son de nicho, sino muy multidisciplinares. Son materias muy transversales. En cualquier disciplina de cualquier sector van a estar involucradas la inteligencia artificial o el desarrollo de software. La medicina, el turismo, el consumo, la industria aeroespacial… Todo requiere desarrollo de software, robótica o la aplicación de inteligencia artificial. Esto es innegable. Y va a permitir a nuestros estudiantes tener una gran capacidad de movimiento dentro del mercado laboral. Y creo, sinceramente, que además les va a mantener motivados y apasionados.
¿Qué opina del bum de la inteligencia artificial y qué impacto cree que tendrá en el sector tecnológico y en el día a día de sus profesionales?
La inteligencia artificial va a producir software. Pero eso no es una amenaza, sino que será una oportunidad para los programadores. Por supuesto, todos vamos a tener que adaptarnos y a tener que volver a amueblar nuestro cerebro. Pero yo, que me sigo considerando un programador, veo bastantes beneficios. Muchas profesiones van a cambiar, pero los profesionales no van a desaparecer, sino que aportarán valor de manera diferente. Eso sí, todo esto exigirá un esfuerzo de adaptación. Es nuestra particular revolución industrial.
UDIT va a poner en marcha en Madrid, concretamente en la calle Alcalá 506, el nuevo Campus Internacional de Tecnología, Innovación y Ciencias Aplicadas, que usted va a dirigir. ¿Qué oferta académica tendrá el centro?
Este nuevo campus es un proyecto en el que llevamos ya mucho tiempo trabajando. Por un lado, y como he comentado antes, tenemos los grados bandera (Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial, Desarrollo Full-Stack y Matemáticas Aplicadas). De hecho, en el grado de Desarrollo Full-Stack somos pioneros en España. No existía algo así hasta la fecha.
Pero también nos traemos a este nuevo campus el grado de Diseño de Producto y ofrecemos en estas instalaciones estudios de posgrado como el Máster en Inteligencia Artificial, el Máster de Diseño de Producto y el Máster de Experiencia de Usuario para el Diseño de Productos y Servicios Digitales. Y más adelante añadiremos másters de robótica, industria 5.0 y ciberseguridad. Son ámbitos muy pujantes y nosotros tenemos que estar ahí, aportando valor.
¿Con qué dotación de recursos materiales y docentes va a contar esta instalación para formar a los futuros profesionales de la tecnología?
“Los centros de enseñanza tenemos que hacer llegar la ciencia y la tecnología a los jóvenes de otra forma, para que las sientan más cercanas. Para que no las conciban como algo gris y muy teórico”
Alumnos y profesores estrenaremos un edificio totalmente reformado. Un inmueble que se quedó en la estructura y que ahora ofrece 7.000 metros cuadrados de puro confort. Con una conectividad abrumadora. Este edificio es una gozada. Además, ya está toda la obra hecha y ahora estamos compartimentando, amueblando y llevando equipos. Las aulas, como es habitual en UDIT, van a ser amplias y totalmente tecnificadas, para favorecer la colaboración. Y con mobiliario muy ergonómico. La idea es arrancar allí en septiembre.
Pero en este campus hemos querido ir más allá y hemos diseñado una cuarta planta totalmente diáfana, que hemos llamado UDIT Proto Space. Este espacio tendrá equipamiento y maquinaria para que los alumnos creen y experimenten. Porque creemos que “lo que no se hace no se aprende”. Yo huyo de esa idea de que los programadores y los ingenieros de IA se limiten a estar delante de una pantalla de ordenador. Creo que es importante que si estás haciendo una inteligencia artificial para un vehículo autónomo o un dron, pues tengas estos dispositivos a tu disposición. Y que trabajes codo con codo con el equipo de diseño de producto.
Para facilitar las cosas, este Proto Space tendrá grabadoras y cortadoras láser, impresoras 3D de todos los tamaños, hornos, brazos robóticos o material de microelectrónica. Será una arena de juego donde los estudiantes podrán hacer ciencia desde el primer curso, pero tocando, rompiendo y volviendo a armar. Será experimentación en estado puro. Además, en esa cuarta planta habrá un Centro de Emprendimiento al que se desplazarán profesionales de compañías y clústeres de innovación, que trabajarán con nuestro equipamiento y con nuestros estudiantes. Para que así los alumnos tengan contacto con las dinámicas de las empresas desde el primer momento, más allá de que más tarde tengan también prácticas en compañías.
¿Qué distinguirá la enseñanza de UDIT en nuevas tecnologías de la que ofrecen otros centros universitarios, tanto públicos como privados?
“Los centros docentes tenemos que formar en emprendimiento, para que los alumnos lo vean como algo normal y valioso”
Creo que en España hay grandes universidades. Pero nosotros queremos destacar por el rigor y por estar también en sintonía con el momento tecnológico que viven las empresas. Por eso nos volcamos en este tipo de grados. Y por eso apostamos por esa experimentación. A los estudiantes hay que ponerles en las manos herramientas que ni siquiera las empresas están usando, pero que van a tener dentro de tres o cuatro años, cuando nuestros alumnos salgan al mercado laboral. Porque, sinceramente, creo que no tiene sentido que los alumnos acaben un grado tocando solo ordenadores y cuatro Arduinos. Queremos que nuestros alumnos toquen herramientas y maquinarias. Y con el UDIT Proto Space multiplicamos por 12 el espacio que hasta ahora teníamos para ello.
Los centros de enseñanza tenemos que hacer llegar la ciencia y la tecnología a los jóvenes de otra forma, para que las sientan más cercanas. Para que no las conciban como algo gris y muy teórico, y sí como herramientas que les van a permitir resolver problemas reales. Tenemos que transmitirles que este mundo es apasionante, como lo es la medicina y la sanidad.
¿Cómo promueve UDIT el interés y motivación de los futuros alumnos que van a cursar las titulaciones que ofrece, como ciencia de datos e inteligencia artificial, matemáticas aplicadas a la creación de software o desarrollo full-stack?
Nosotros empezamos a enseñar robótica y diseño de producto a alumnos de la ESO en cursos de verano. Este punto de la motivación es clave para nosotros. De hecho, preferimos tener menos estudiantes, pero que realmente estén comprometidos y con ganas. Chavales a los que se les vea el brillo en los ojos. También hacemos un esfuerzo muy grande por becar a estos estudiantes. Incluso a chavales que están fuera de Madrid y que no lo tienen tan fácil. Y, por último, divulgamos mucho y hacemos muchas sesiones de puertas abiertas. Ellos vienen y en muchos casos salen muy motivados, descubriendo que la tecnología es mucho más que jugar y ver las redes sociales en un móvil.
Usted se ha dedicado a trabajar para grandes tecnológicas, pero también ha tenido tiempo para la docencia y para emprender y fundar varias compañías, relacionadas con la tecnología y con el mundo del deporte. ¿Cómo se las ha apañado para estar en tantos frentes?
Con mucho sacrificio personal y familiar, y dedicando muchas horas. Pero sobre todo he tenido la suerte de ser un apasionado. He tenido la suerte también de encontrar en el camino grandes compañeros de viaje y socios. Y eso en parte es lo que queremos transmitir en UDIT a los alumnos, esa pasión y esas ganas de crear y emprender. La gente que estudia tecnología debe tener ese barniz de negocio y esas ganas de crear empresa.
Precisamente, hay muchos analistas que dicen que en España y en Europa en general faltan incentivos al emprendimiento empresarial, y que eso nos aleja de potencias como Estados Unidos. ¿Cómo se puede revertir esta situación?
La pregunta es buenísima y nos podríamos pasar horas contestando. Es verdad que tenemos entre todos que generar mucha semilla emprendedora. Los centros docentes tenemos que formar en emprendimiento, para que los alumnos lo vean como algo normal y valioso. Pero también la Administración pública tiene que facilitar las cosas a aquellos que se la juegan, y en España la situación es complicada. Todavía hay un largo camino por recorrer. Aunque si hay voluntad se pueden encontrar soluciones. Por ejemplo, para que, a nivel de impuestos, los emprendedores no paguen si no facturan. Hay que apoyar al comienzo a los emprendedores con formación, educación continua y no ahogarlos con impuestos. Para que empiecen con un poco de oxígeno. Y lo digo por experiencia.
Sin duda, la experiencia y visión de Javier Pascual va a marcar la diferencia tanto en la forma como en el contenido de los planes de estudio de este nuevo campus de UDIT. Con un enfoque multidisciplinar y un compromiso con la innovación, UDIT busca preparar a la próxima generación de profesionales tecnológicos para enfrentar los desafíos del futuro.
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