Comprar un televisor en 2023 no es lo mismo que cuando éramos niños y acompañábamos a nuestros padres a la tienda. Y no solo porque ahora la antigua caja tonta sea ahora inteligente: la enorme variedad de tecnologías, las diferencias abismales entre marcas e incluso la iluminación de las tiendas —sí, sí, hasta la luz ambiental— hacen necesario tener unos sólidos conocimientos técnicos a la hora de cambiar de tele. Más aún si tienes los ojos puestos en un modelo de gama alta y buen tamaño. Menos mal que estamos aquí para contarte todo lo que necesitas saber.
OLED o Neo QLED: la estrella es siempre el color
La calidad de imagen que un televisor puede proporcionar se define a grandes rasgos por tres factores técnicos: el procesador de imagen incorporado, el tamaño de pantalla escogido y el tipo de panel que integra. El primer factor lo define normalmente la marca del televisor y el segundo nuestros gustos —aunque como veremos, puede ser recomendable usar una escala—. Pero el tercero puede ser un poco más esotérico. ¿Acaso no son todas las pantallas de televisor iguales? La respuesta es no.
Si buscas un televisor de gama alta, actualmente hay dos tipos de tecnología de pantalla que debes considerar: OLED y Neo QLED. Cada uno de ellos tiene sus propias ventajas y peculiaridades, pero lo más importante es que brindan el 100 % de los colores que se pueden apreciar. Un factor que puede ser muy engañoso en las estanterías de las grandes superficies, donde las necesidades de llamar la atención y sobreponerse a la iluminación ambiental puede llevar a saturar la imagen y elevar el brillo muy por encima de lo que sería una imagen natural solo para que la pantalla haga “pop” y entre por el ojo del visitante.
Los televisores de Samsung destacan en este sentido sobre el resto por su capacidad única para reproducir todo el volumen de color. ¿Y qué es esto? Pues ni más ni menos que la capacidad para reproducir todos los colores en todos los niveles de brillo posibles, evitando que la imagen quede deslavazada al reducir el brillo para ver la tele en un cuarto relativamente oscuro o subirlo para compensar una iluminación ambiental elevada. Dicho de otra forma, un televisor OLED o Neo QLED de Samsung va a mostrar el mejor color independientemente del brillo escogido o la estancia.
La forma en que cada panel obtiene este resultado es diferente. Las pantallas OLED de Samsung regulan cada píxel de forma independiente y modulan los colores de su luz azul —una innovación de la marca que aumenta su durabilidad— usando un filtro de partículas Quantum Dot encargado de generar los colores rojo y verde que componen la imagen RGB. El resultado es una atenuación increíble con un negro abisal y colores de extraordinaria pureza, todo ello con un brillo mejorado; hasta un 30 % superior al de otros televisores OLED.
Gracias a su nuevo filtro Quantum Dot, los modelos OLED de 2023 también mejoran el ángulo de visión, por lo que son especialmente adecuados para estancias donde no es posible situarlos exactamente delante del sofá.
Por otro lado, los nuevos televisores Neo QLED de la gama 2023 destacan por el uso de una nueva matriz luminosa formada por Mini LEDs, con solo 1/40 parte del tamaño original. Esta no solo permite crear zonas de iluminación selectivas extraordinarias gracias a su mayor densidad, sino que mejora el contraste —que alcanza los 14 bits en modo HDR— y ayuda a gestionar un cromatismo capaz de representar 2.030 colores, recibiendo la primera certificación de la escala PANTONE, y 110 tonos de piel. Así, hablamos de televisores de consumo que se acercan al rendimiento de las pantallas de producción de vídeo que usan los profesionales en los estudios.
Más allá de la pantalla: hablemos del procesamiento de la imagen
Pero si el panel es importante, el procesamiento de la imagen no lo es menos. De hecho, un procesador deficiente puede generar vídeo de baja calidad incluso utilizando una pantalla de calidad adecuada, introduciendo artefactos, latencias y problemas en el escalado que no deberían estar presentes en un televisor moderno. Samsung, que es líder mundial en la fabricación de semiconductores y el uso de técnicas de Inteligencia Artificial, marca también aquí la diferencia con sus chips del Procesador Neural con IA.
A diferencia de otros televisores, que simplemente escalan la imagen de Full HD a 4K utilizando algoritmos sencillos a sharpening, los modelos de Samsung para 2023 destacan por el uso de un chip especializado con funciones de Inteligencia Artificial avanzada que analizan en tiempo real la calidad del vídeo original para mejorarlo durante su escalado. Los modelos 4K pasan la imagen a través de 20 redes neurales para reducir el ruido de la imagen, afinar los contornos y mejorar las texturas, reconstruyendo el detalle perdido durante las transmisiones, mientras que los televisores 8K utilizan nada más y nada menos que 64 redes neurales para analizar el vídeo y optimizarlo independientemente de la calidad original.
El uso de algoritmos de Inteligencia Artificial va mucho más allá del escalado de contenidos para aumentar su resolución y regenerar el nivel de detalle en base al reconocimiento de objetos e imágenes. El HDR también se beneficia de ello y, en lugar de simplemente subir el brillo a fogonazos en contenido 4K como hacen otros televisores, la gama 2023 de Samsung presume de la tecnología Auto HDR Remastering, capaz de generar imagen con calidad similar a la de contenido HDR 4K pero en contenidos SDR convencionales.
Auto HDR Remastering parte del hecho de que el alto rango dinámico solo está disponible en contenidos 4K y superiores específicos, lo que limita drásticamente su reproducción. ¿Qué sucede con el resto? En el caso de los televisores Samsung 2023, la imagen original es analizada contrastando fuentes SDR y HDR para mejorar de forma automática el color, el contraste y la iluminación, logrando que contenidos originalmente sin HDR se muestren con resolución, color y contraste de HDR nativo. Un procesamiento de la imagen que marca la diferencia.
Un cine en casa a la medida de tu salón
Por último, debemos hablar de la incómoda cuestión del tamaño. Y no lo decimos por las bromas de siempre, sino por el hecho de que cuando hablamos de televisores nos hemos acostumbrado a que un mayor tamaño suele equivaler a una imagen ligeramente más borrosa. Algo que ya no es cierto en absoluto, abriendo la posibilidad de instalar auténticos cines en casa incluso en habitaciones más pequeñas y de uso secundario.
Lo más importante que debemos tener en cuenta a la hora de escoger el tamaño de nuestro futuro televisor es comprender que la resolución y la distancia de visionado definen el tamaño óptimo de la pantalla. El cálculo general es sencillo: se toma la diagonal en pulgadas del televisor 4K en cuestión y se multiplica por 3,04 para hallar la distancia adecuada en pulgadas (2,54 cm).
Así las cosas, para un televisor Samsung 4K relativamente compacto como el QN85C Neo QLED de 55 pulgadas (138 cm x 3,04 x 2,54), la distancia óptima de visionado sería de 1,7 metros. Para una estancia de mayor tamaño, como un salón mediano con unos 2,5 a 3 metros de distancia desde el sofá al televisor, podríamos buscar un modelo de 85 pulgadas como el Samsung QN90C Neo QLED, o incluso, si nos atrevemos, colocar un 98 pulgadas como el Samsung QN90A Neo QLED.
Pueden parecer tamaños muy grandes, pero el minúsculo tamaño de los píxeles una vez superado el vetusto estándar Full HD hace que la imagen solo pierda calidad a distancias tan cortas que no resultan prácticas.
En los modelos con resolución 8K, por su parte, la resolución deja prácticamente de importar. El tamaño del píxel es tan diminuto incluso en los modelos de mayor tamaño que realmente el límite lo pone nuestra propia comodidad de visionado más que la calidad de imagen. No obstante, podemos recurrir a calculadoras especializadas como la de Inch Calculator, gracias a la cual podemos obtener una estimación de 80 pulgadas para una distancia de 2,5 metros, en cuyo caso casi clavaríamos el ángulo de visión de 40º recomendado por THX.
Como podemos ver, la enorme resolución de los paneles actuales hace que comprar un televisor de gran tamaño no implique una reducción en la nitidez de la imagen al hacer más visibles los píxeles. Al contrario, nos encontramos con que puede resultar recomendable escoger un modelo de mayor tamaño para disfrutar de la máxima inmersión, aunque solo lograremos alcanzarla con la máxima calidad si escogemos adecuadamente el resto de sus especificaciones.
Imágenes | Samsung
