Si podemos afirmar algo con tranquilidad sobre el avance tecnológico de lo últimos años, abarcando incluso algo más de una década, es que es la miniaturización de componentes y dispositivos está alcanzando sus cotas más altas (o microscópicas, según se mire). Y parece que aún nos quede por ver en este sentido, cuando desde IBM nos muestran el ordenador más pequeño del mundo.
Obviamente se trata de lo mínimo, de que los componentes para que sea una computadora funcional se emplacen en el área más reducida posible y nada de puertos y conexiones para periféricos (y de la potencia ahora hablaremos). Pero llega a ser sorprendente que se lleguen a estos extremos, teniendo que usar una lente de aumento para verlo bien y haciendo que una Raspberry Pi parezca un gigante.
Pequeño, pero matón y apto para bitcoins e inteligencia artificial
De su existencia sabemos por Mashable, que se han anticipado al evento de presentación de este microordenador, el cual será dado a conocer aprovechando la IBM Think 2018 (un monográfico de la compañía que se inaugura hoy mismo día 19 de marzo). La empresa compara lo que es aún un prototipo directamente con un grano de sal (gorda, eso sí), lo cual se ve también en las fotografías.
Aquí no podemos hablar de ordenadores con un procesador a la última o RAM suficiente para soportar cualquier uso. De hecho, es todo lo contrario: según explican, el ordenador incluye "varios centros de transistores" y tiene la potencia de un chip a x86 de 1990.
Con esa potencia y ese tamaño, ¿qué es lo que podrá hacer entonces? Por el momento desde la compañía dicen que permitirá "monitorizar, analizar, comunicar e incluso actuar sobre los datos", así que habrá que esperar a que se explayen un poco más en este sentido o directamente nos lo muestren con alguna demo en el evento o más adelante.
Eso sí, aunque hablemos de algo tan poco potente no significa que no pueda hacer tareas tan actuales como las relacionadas con bitcoins o la inteligencia artificial. El microordenador vale para blockchain o para la detección de fraudes, y da para realizar tareas con AI en relación al procesamiento de datos (sin que hayan dado más detalles sobre esto).
La carrera tecnológica por lo microscópico
A IBM esto de los récords por reducir al máximo no le viene de nuevo ni mucho menos. En 2015 ya sacaban pecho con esto, concretamente con los componentes más pequeños del momento (7 nanómetros) volviéndose a superar a ellos mismos el año pasado (5 nanómetros).
De hecho, como decíamos al principio, la miniaturización está alcanzando niveles bastante interesantes y sorprendentes, e incluso hablar de un computador como un grano de sal gorda es algo "grande" teniendo en cuenta esa nueva ingeniería de la construcción de nanomáquinas. Aquí hemos visto ya numerosos ejemplos, como todos aquellos que sirven para transportar moléculas incluyendo nanocamiones, micromotores o incluso carreras de nanocoches.
Además de la versatilidad que pueden dar o las ventajas que da el poco espacio que ocupan, otro aspecto positivo de los componentes miniaturizados puede ser el coste. Y en este caso se habla de que fabricar el microordenador no llega ni a los dos céntimo de dólar. Lo que desconocemos aún es la fecha de lanzamiento, dado que como decíamos antes se trata de un prototipo que aún está en fase de pruebas.
Imágenes | IBM Research
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