Da igual lo rápidos que sean tus misiles o lo bien que puedan esquivar sistemas de defensa tradicionales: nada puede protegerlos de un rayo láser viajando a la velocidad de la luz. Y mucho menos si ese rayo láser tiene tal potencia que puede destruir los mísiles mientras están en el aire.
Fundir misiles con la luz y en pocos segundos
Esta arma defensiva es lo que busca conseguir el ejército de los Estados Unidos, que ha contratado a General Atomic y Boeing para construir un rayo láser de 300 kW que sea capaz de detectar, seguir y destruir misiles enemigos. Con esta potencia, el láser es capaz de fundir metal y componentes electrónicos fácilmente en cuestión de segundos.
El principal problema para poder utilizar un rayo láser es su refrigeración: sus componentes se calientan demasiado rápido como para poder sostener un rayo de más de 100 kW. No obstante, General Atomic ha dado con un diseño de láser de estado sólido (o sea, que utiliza sólidos y no líquidos o gases) que solventa este obstáculo: el rayo pasaría por unas planchas de material capaces de poder enfriarse lo suficiente por sí mismas, aumentando la intensidad de la luz a cada plancha de material que cruza.
Además el arma puede ser móvil: puede ser montado como carga en un camión y se estudia si también puede formar parte de un avión militar. Se compondría de dos cañones independientes, como podemos ver en la ilustración, que se moverían según las instrucciones de rastreo y detección.
El turno es ahora de General Atomic y Boeing, que tendrán que fabricar un prototipo que satistaga al ejército y hacer las primeras pruebas en 2022. Si es así, en unos años podríamos ver sistemas de defensa mucho más eficientes y sofisticados.
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