Aunque oficialmente Elon Musk no es responsable directo de la gestión de sus seis empresas, en realidad sí ejerce como CEO en la sombra de todas ellas. Dirigir una empresa como Tesla o SpaceX, valorada en más de 175.000 millones de dólares debe resultar estresante, pues imagina multiplicar esa presión por las seis empresas de Musk.
Walter Isaacson describe en la biografía de Elon Musk qué válvulas de escape utiliza el millonario sudafricano para aliviar el estrés y evitar problemas de salud, además de despedir a todo empleado que se atreve a contradecirle en alguna de sus decisiones. La cual parece ser una técnica que parece que le está saliendo muy poco rentable por las indemnizaciones por despido que debe pagar.
Leer amansa a las fieras
Elon Musk es un apasionado de la lectura, y desde niño ha sido un lector empedernido de obras de ciencia ficción. Buena prueba de ello son los “huevos de Pascua” ocultos tras los nombres de sus cohetes, capsulas espaciales o los de las plataformas de aterrizaje remoto. Todos ellos están inspirados en el cine y la literatura de ciencia ficción.
Según su biógrafo, 'La guía del autoestopista galáctico' de Douglas Adams, o 'The Player of Games' de Iain M. Banks, son algunos de los libros que marcaron la niñez del millonario. La influencia de estos libros ha quedado patente en distintos momentos de la vida y la carrera del magnate. Dotado de una curiosidad innata, la lectura siempre han sido un refugio y la válvula de escape para Elon Musk. Ese gusto por la lectura ha permitido al multimillonario adquirir los conocimientos necesarios para desarrollar el método de pensamiento de los primeros principios, que ha usado como eje de innovación en sus empresas.
Quemar adrenalina arrasando civilizaciones
Otra de las terapias de Elon Musk para descargar el estrés acumulado es jugar a videojuegos. Su biógrafo cuenta en distintos capítulos de su libro cómo Elon Musk se pasaba largas horas absorto en partidas de ‘The Ancient Art of War’ durante su infancia, ‘Warcraft: Orcs and Humans’, ‘Overwatch’ e incluso consiguió posicionarse como uno de los mejores jugadores de Quake del mundo.
“La inmersión en esos juegos durante horas se convertiría en su manera de relajarse, escapar del estrés y perfeccionar sus habilidades tácticas y su pensamiento estratégico para los negocios”, escribe su biógrafo. ‘The Battle of Polytopia, Civilization’ es uno de esos videojuegos con los que el millonario desarrolló sus habilidades de liderazgo y estrategias que luego utilizó en su vida y en sus negocios.
Un buen ejemplo de cómo los videojuegos alivian la tensión de Elon Musk, es el momento en el que Musk toma la decisión de comprar Twitter y le comunica oficialmente su decisión a su director general a través de un mensaje. Según Walter Isaacson, acto seguido abrió su portátil y estuvo jugando hasta las cinco de la madrugada a ‘Elden Ring’.
Los videojuegos también han tenido un gran peso en las decisiones empresariales del millonario. Basta echar un vistazo a su Tesla Cybertruck y no te costará ubicarlo en alguno de los polvorientos caminos del futuro distópico en el que se ambienta ‘Cyberpunk 2077’.
¿A quién no le gusta una buena fiesta?
Walter Isaacson narra en la biografía del millonario sudafricano como en más de una ocasión, el millonario acudió a las oficinas de SpaceX o Tesla engalanado y listo para acudir a alguna fiesta, pero su pasión por solucionar los problemas de forma inmediata le cancelar sus planes para atender a sus prioridades.
Sin embargo, hubo una etapa de su juventud en la que las fiestas fueron una válvula de escape para la tensión acumulada. El escritor destaca la figura de Adeo Ressi, un compañero de facultad en Nueva York, gran amante de la vida nocturna y de relacionarse con otros. Este compañero fue crucial para que Musk dejara atrás al adolescente solitario y encerrado en sí mismo, para pulir las habilidades sociales del millonario.
Como la residencia de estudiantes en la que vivían no podían montar fiestas, alquiló junto a sus amigos un apartamento en Filadelfia, y lo adaptaron para celebrar fiestas en él. Además de divertirse y aliviar tensiones, Musk y sus amigos cobraban la entrada a los asistentes para sufragar los gastos del alquiler.
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Imagen | Wikimedia Commons (Ministerio de Comunicações)
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