La polémica con los impuestos de las grandes empresas es algo que ya empezó desde hace tiempo y una de las que suele sonar cuando se habla de ello es Google. Ahora acabamos de saber que la Agencia Tributaria Española está investigando las oficinas de Google en Madrid con motivo de una posible evasión de impuestos.
Como comentan en El Mundo, las autoridades fiscales españolas se han trasladado a las oficinas situadas en Madrid (en la Torre Picasso y Campus Madrid) al concluir que podría haber habido fraude y evasión fiscal en relación a los pagos de IVA y del impuesto de no residentes. Las sospechas se basan en el hecho de que la sede de la empresa se halla en Irlanda y en que podría no estar declarando una parte de la actividad que realiza en este país.
Desde Xataka hemos logrado ponernos en contacto con Google, y desde la compañía nos aseguran que cumplen con la legislación también en lo referente a impuestos y temas fiscales y que están colaborando con las autoridades. Nos dicen esto textualmente:
Cumplimos con la legislación fiscal en España al igual que en todos los países en los que operamos. Estamos cooperando con las autoridades en España para responder a todas sus preguntas, como siempre.
Asentarse en un sitio y operar en todos
El asunto del pago de impuestos de las empresas grandes e Irlanda no viene de nuevo, y de hecho hace alrededor de un mes Google era investigada en sus oficinas de París. En ese caso se sospechaba de una evasión de impuestos que ascendía a 1.600 millones de euros, siendo la tercera ocasión que las autoridades del país investigaban a la empresa, tras la reclamación de 1.000 millones de euros en 2012 y en 2014 por parte del Ministerio de Hacienda.
Así, hace tres años os hablamos de por qué las empresas elegían Irlanda como base. Cuando las compañías son tan grandes las cantidades a pagar en cuanto a impuestos también lo son, y es por ello que gracias a la libertad de establecimiento de empresas (en cuanto al país) de Europa y la cierta libertad en cuanto a legislación que tienen las empresas tecnológicas para establecerse. La elección es fácil con el criterio claro: el país que exija menos impuestos, y en este caso, como hemos comprobado en numerosas ocasiones (y no sólo con Google), es Irlanda.
Más vale reaccionar tarde que nunca
No obstante, este chollo macroeconómico no pasó desapercibido para los gobiernos y autoridades de los países donde operan estas grandes empresas. En 2014 veíamos cómo Reino Unido anunciaba que pondría en marcha un impuesto por el cual estas grandes compañías tendrían que pagar un 25% de los beneficios que se generasen dentro de las fronteras del país, la que se llamó Tasa Google.
De hecho, el mes pasado sabíamos que la empresa estadounidense se compremetía a pagar 130 millones de libras esterlinas (unos 157 millones de euros) en relación a los impuestos que se deberían a Reino Unido. Concretamente lo correspondiente al periodo entre 2005 y 2015, aludiendo al cambio legislativo en cuanto a los impuestos y a que este país había sido pionero en ese sentido.
En cuanto a lo ocurrido en las sedes españolas, estaremos atentos a cómo se desarrollan los hechos y a si finalmente se hallan indicios de que ha habido una evasión fiscal. Por su parte, y como hemos indicado al inicio, Google asegura que en todo momento han cumplido con las reglas, veremos si la Agencia Tributaria concluye así o confirma sus sospechas.
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