EEUU reabrirá una mina de antimonio que llevaba 30 años cerrada. Es una respuesta al golpe recibido por parte de China

  • El antimonio es la nueva pieza clave en la guerra tecnológica entre EEUU y China

  • Es esencial en multitud de industrias y una mina en Idaho será capaz de reabastecer el 35% de las necesidades estadounidenses

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A Joe Biden no le queda mucho en el cargo. El próximo 20 de enero Donald Trump será investido presidente de Estados Unidos, pero si algo tiene claro el presidente saliente es que va a dejar el sillón asestado todos los golpes posibles a China. En una traca final a comienzos de diciembre de 2024, la Administración Biden aprobó el mayor paquete de sanciones a empresas chinas hasta la fecha. Y esta semana vimos que empresas como Tencent y CATL eran incluidas en la lista de “empresas militares chinas”.

Tras las sanciones, el gobierno chino no se quedó de brazos cruzados y orquestó un contraataque para golpear a Estados Unidos donde parece que más les duele: en la exportaciones de minerales críticos para sectores tecnológicos como el de los semiconductores, los coches eléctricos o las energías renovables. Una venganza en toda regla, un “si tú incluyes otras 140 empresas en la lista negra, yo dejo de venderte galio, germanio y antimonio”.

Esto es algo que ha obligado a Estados Unidos a reaccionar, y ya sabemos las consecuencias: en un movimiento extraño en territorio estadounidense, el Gobierno ha aprobado la explotación de una mina de antimonio en Idaho que fue clave en la Segunda Guerra Mundial y que llevaba cerrada desde 1996.

Una vieja mina de oro esconde algo mejor: antimonio

Los minerales y metales de tierras raras llevan meses utilizándose como arma arrojadiza. Casi cada vez que Estados Unidos apretaba a China con nuevas sanciones, el gigante asiático respondía limitando la exportación de elementos críticos para varios brazos del sector tecnológico. Las tierras raras son imprescindibles para el desarrollo de multitud de tecnologías y dispositivos y, aunque Europa, Estados Unidos o Japón quieren independizarse, China tiene la sartén por el mango.

Sabiendo que iban a aplicar nuevas sanciones, en septiembre del año pasado se envió un borrador al gobierno de Estados Unidos para pedir la apertura de una de las mayores minas de oro, plata y antimonio en Estados Unidos. El país, como tantos otros, ha ido dejando a un lado la explotación de sus recursos naturales, apostando por la compra de los mismos a países terceros y matando tres pájaros de un tiro: consiguen el material, no son ellos los que contaminan y el precio de la mano de obra es menor.

Con China limitando las importaciones, se ha reabierto el debate sobre la autosuficiencia y, en el caso de la mina de Idaho, y pese a la preocupación medioambiental y de miembros de la tribu indígena Nez Perce, la Administración acaba de dar el visto bueno a la reapertura de la mina. Como leemos en Reuters, en el informe de 154 páginas del Servicio Forestal se afirma que la decisión de reabrir la mina ha sido estudiada teniendo en cuenta todos los detalles medioambientales, aunque la tribu tiene dudas sobre cómo afectará a la población de salmones.

Lo que está claro es que la mina, propiedad de la empresa Perpetua y respaldada por el multimillonario John Paulson, será un espaldarazo para la economía estadounidense y su industria tecnológica. Se estima que podrá producir 450.000 onzas de oro cada año, algo que servirá para financiar los proyectos en la mina, pero el premio gordo es el antimonio.

Es el verdadero objetivo y se calcula que sólo esta mina permitirá cubrir el 35% de las necesidades anuales de antimonio de Estados Unidos. Perpetua comenta que el proyecto proporcionará más de 1.000 millones de dólares en inversión local y un promedio de 550 empleos en la zona rural de Idaho cuando esté a pleno rendimiento en 2028.

Con China produciendo el 48% del antimonio a nivel mundial, si la mina termina abriéndose y mejorándose será un pulmón considerable para la industria estadounidense, ya que se trata de un metal con propiedades únicas que lo hace valioso en la industria de los semiconductores, las aleaciones para crear baterías, en las renovables y en algo extremadamente valioso para Estados Unidos, la industria militar en la fabricación de munición.

Imágenes | Images of Elements, Ende Gelände

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