Hace 15 años, Amazon anunciaba su servicio de almacenamiento en la nube, S3. Fue concebido como una herramienta que ayudaría a las empresas que vendían sus productos a través del retail online a almacenar sus fotos y otro tipo de contenidos. Pero acabó convirtiéndose en el germen de Amazon Web Services (AWS).
Aprovechando este aniversario, en Xataka hemos tenido la oportunidad de charlar con Mai-Lan Tomsen Bukovec, vicepresidenta y directora general de Amazon S3, quien asegura que todos los nuevos servicios que se van añadiendo a la nube de AWS mantienen “los conceptos básicos de durabilidad, confiabilidad, escalabilidad, disponibilidad” con los que nació S3.
Todos son datos, aunque diferentes
Mai-Lan Tomsen Bukovec reconoce que en estos tres lustros los clientes de AWS siguen almacenando datos en S3, aunque la tipología (y la cantidad) de los mismos ha variado enormemente.
“Se está produciendo una explosión de datos. La cantidad de datos creados durante los próximos tres años será mayor que los datos creados durante los últimos 30 años, según un informe del año pasado de IDC. El mundo creará más del triple de datos durante los próximos cinco años que en los cinco anteriores”, contextualiza esta directiva.
“Todavía tenemos muchos archivos, imágenes y videos”, asegura. Sin embargo, mientras que los consumidores particulares siguen generando mucho de este tipo de archivos, “el contenido creado por las empresas también está creciendo y variando rápidamente”. Así, además de hacer copias de seguridad de sus bases de datos, “han evolucionado para incluir datos comerciales como registros de transacciones. Cuando una empresa quiere hacer, por ejemplo, análisis de su información, lo que hacen es poner todos sus datos en S3, y luego ejecutan sus análisis en esos datos”, explica.
Por qué todas las empresas irán a la nube
Estos datos son “la columna vertebral de la innovación”, según esta responsable, quien explica que con el análisis de los datos históricos de las empresas y de las tendencias comerciales, los negocios pueden tener vertebrada toda esa información para desarrollar un pronóstico predictivo.
Mai-Lan Tomsen Bukovec defiende que hacer todas estas cuestiones en la nube conlleva optimizaciones en el coste de todas estas operaciones. “Puedes determinar que el pronóstico sea en un año, o en dos o tres. Puedes hacerlo en minutos y sin construir mucha infraestructura”, detalla, añadiendo que “no puedes hacer eso en on premise de la manera en que puedes hacerlo en la nube: ni por velocidad, ni por coste”.
Por eso, se muestra convencida de que, “a su debido tiempo”, todas las empresas querrán pasar a la nube. “Eso les dará la información y la capacidad de administrar su negocio de una manera que les era imposible hacer en sus instalaciones. Tanto las empresas como a los gobiernos necesitan la ventaja que proporciona la nube”, subraya.
La vicepresidenta y directora general de Amazon S3 puso varios ejemplos de empresas españolas que están utilizando los servicios de AWS, como Volotea, aerolínea que está moviendo toda su infraestructura a la nube de AWS para, dentro de un par de años, cerrar la mayoría de sus CPD.
Para ello, Volotea construirá un lago de datos (data lake) sobre S3 y, a partir de ahí, construir y entrenar un sistema de aprendizaje automático que le ayude a predecir mejor todas sus operaciones.
“En S3 tenemos más de cien billones de objetos almacenados. Empezó como respuesta a lo que los clientes necesitaban en 2006 pero cuando intentaron usarlo para ser su núcleo de datos, S3 empezó a crecer y se convirtió en la base de todas las aplicaciones comerciales”, asegura, convencida de que el aprendizaje automático será clave y crítico para todas las empresas.
Otras razones para dar el salto
Evidentemente, Mai-Lan Tomsen Bukovec defiende las ventajas que, para las empresas, tiene el ir a la nube. Y pone como ejemplo otra compañía española, Meliá Hoteles. “Con la pandemia, tuvieron que trasladar sus 500 operarios del centro de llamadas a sus casas. Ya estaban usando la nube de AWS, pero empezaron a emplear también los espacios de trabajo de Amazon, que es un servicio que te brinda un escritorio virtual”. En diez días, configuraron 500 oficinas en el hogar de estos empleados. “Estar en la nube te da la capacidad de que, ante una crisis, puedas pivotar y poner en marcha algo que tu empresa necesita. Es una de las razones más importantes para pasar a la nube”, sentencia.
Además, Melia ha empezado a utilizar un check-in sin contacto en sus hoteles. “Los huéspedes no se comunican con la recepción y así pudieron para eliminar la necesidad de contacto físico entre un huésped y un empleado del hotel cuando se registran”. Algo para lo que han empleado un servicio llamado Reconocimiento de Amazon.
“Meliá vino a Amazon porque querían ahorrar dinero en costes. Querían reducir la escala y no usar tanto su computación y almacenamiento. Si no estás en la nube, no puedes hacerlo, porque has comprado toda la infraestructura y estás atado a tu centro de datos. Mientras, cuando usas un servicio en la nube, puedes aumentar y reducir tu potencia sin incurrir en costes irrecuperables”, añade para mostrarse convencida de que “todas las empresas irán a la nube debido al coste y la capacidad de subir y bajar potencia, pero también debido a la agilidad y a la capacidad de reaccionar cuando es necesario hacerlo”.
Las administraciones públicas también se mueven
Pese a todas estas bondades que ofrece la nube, algunos directivos reconocen que el 80% de las cargas de trabajo de los clientes siguen estando en on-premise. A Mai-Lan Tomsen Bukovec no solo le parece un dato muy alto, sino que asegura que incluso sectores tan tradicionales como las administraciones públicas están trasladando sus operaciones a la nube.
Entre ellas, la Financial Industry Regulatory Authority, un organismo regulatorio de la bolsa de valores de Estados Unidos. “Llevan con nosotros siete años”, explica. “Pasar a la nube lleva tiempo. Tenemos clientes que dan ese paso de diferentes maneras, a diferentes grados de velocidad. Pero hay muchas empresas y gobiernos en todo el mundo que están moviéndose a la nube, aunque a diferentes velocidades dependiendo de por qué lo hacen”, detalla.
Preguntada acera de si hay alguna industria que lleva un paso más lento, especialmente algunas de las que están altamente reguladas (como finanzas o salud), la vicepresidenta y directora general de Amazon S3 cree que la clave está en el liderazgo y la cultura empresarial. “La capacidad del liderazgo para establecer un objetivo ambicioso y ayudar a impulsar para conseguir ese objetivo es lo que marca la diferencia. A menudo significa no es solo tecnología, sino que supone también un cambio en la cultura”.
El mercado español
La vicepresidenta y directora general de Amazon S3 tiene, en este sentido, un buen sabor de boca del panorama español. “Estuve en España hace un par de años. Es increíble ver cómo la economía y la innovación y el espíritu empresarial están prosperando en la Península Ibérica”, asegura.
Según AWS, sus clientes en España se cuentan por decenas de miles. Más del 75% de las empresas del Ibex 35 están utilizando la tecnología AWS Cloud para “acelerar el lanzamiento de nuevos productos y reducir sus costes”.
Unos datos que, entre otras cosas, llevaron a AWS a anunciar la nueva región de AWS en España, que está en construcción en este momento. “Nuestro objetivo es brindar a nuestros clientes ibéricos una región que tenga las tres zonas de disponibilidad para que puedan ejecutar las cargas de trabajo y almacenar datos en España, que tiene una infraestructura con los más altos niveles de seguridad y cumplimiento y protección de datos”.
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