Conforme avanza la vacunación y las empresas van recuperando la normalidad prepandémica, la noticias de actualidad se van llenando de términos como full remote, remote first, trabajo híbrido, old desking y toda una serie de palabras que pretenden poner orden al caos que ha desatado la pandemia en la forma en la que trabajamos, sin conseguirlo.
Porque cuando una empresa dice que se ha vuelto first remote con oficinas de trabajo híbrido, hot desking y equipos distribuidos, es posible que no tengamos ni idea de lo que están hablando. Muchos de estos términos son bastante nuevos, por lo que no tienen una definición consensuada, pero vamos a tratar de aclararlos basándonos en la información compartida por las principales empresas tecnológicas acerca de las nuevas formas de organizar su fuerza laboral.
Tres modalidades de trabajo. En primer lugar debemos clasificar las modalidades en la que actualmente se trabaja en tres grandes bloques: presencial, teletrabajo e híbrido. En los trabajos presenciales el empleado debe desplazarse al lugar donde se desarrolle su empleo. En el teletrabajo el profesional trabaja a distancia desde donde desee, ya sea en su propia casa, en un coworking o en una caravana. Y en el trabajo híbrido las plantillas combinan ambas modalidades, con algunos trabajadores en la oficina y otros en remoto.
El trabajo híbrido, un cajón de sastre. Con la presencialidad y el teletrabajo no hay demasiadas vueltas, una es en la oficina y el otro lejos de ella. Sin embargo, el amplio espectro de opciones que van de una a otro se ha empezado a llamar de forma genérica como trabajo híbrido, y en la actualidad nos encontramos casi tantos tipos de esta vía intermedia como empresas deciden flexibilizar la forma de trabajar de sus empleados.
En general, entendemos por trabajo híbrido aquellas opciones que combinan trabajadores presenciales y en remoto en una misma plantilla. Pero encontramos que hay empresas en las que los teletrabajadores y los empleados de oficina son fijos, es decir, trabajan siempre en el lugar elegido, ya sea en las instalaciones de la compañía o en su casa, mientras que hay otras en las que la misma fuerza laboral va rotando a lo largo de la semana.
Y entre estas últimas empresas también hay diferencias. Algunas compañías, como Apple, han fijado que se trabaje tres días a la semana en la oficina y dos desde casa. Google también va a obligar al 60% de su plantilla a ir sus instalaciones al menos tres días, pero ofrece la posibilidad de trabajar en remoto cuatro semanas completas al año. Otras empresas, como Salesforce, son más flexibles y dan la opción de que se acuda a sus sedes entre uno y tres días, a gusto del trabajador. Además, tanto Google como Salesforce van a contar con algunos profesionales que siempre van a trabajar en las oficinas y en remoto. Todas estas opciones se consideran trabajo híbrido.
Remote first, full remote… Más lío. Y si la cantidad de modalidades de trabajo no fuese suficiente, algunas empresas también han decidido colocarse calificativos como remote ok, remote equal, remote first o full remote.
En la práctica, casi todos estos términos ingleses hacen referencia a tipos de trabajo híbrido, y lo que señalan es la mayor o menor predisposición de las empresas a tener trabajadores en remoto, tal y como ya contamos en Xataka. Así, las empresas remote ok están de acuerdo en tener algunos teletrabajadores, pero no la mayoría de la plantilla, las remote equal optan por un equilibrio entre ambos grupos y las remote first asumen que la mayoría de sus empleados van a estar lejos de las oficinas, incluidos los altos cargos.
El único de estos términos que no describe una situación de trabajo híbrido es el full remote, que es el título que se atribuyen las empresas cuya plantilla teletrabaja al completo, como GitLab.
Oficinas híbridas. Para ofrecer la opción de trabajo híbrido, las empresas están transformando sus oficinas para adaptarlas a una plantilla rotatoria. En estas circunstancias, muchas compañías han pensado que no es necesario que cada empleado tenga su propio escritorio y han adoptado el hot desking, mesas compartidas sin asignar en la que el empleado se puede sentar donde quiera y trabajar con su portátil o su tableta.
Otras organizaciones, como Dropbox, están optando por una opción más radical, el no desking. En las oficinas de este servicio de almacenamiento en la nube no hay escritorios individuales, sólo espacios de reuniones con mesas de juntas en los que los empleados pueden sentarse a trabajar. A estas dos formas de organizar los sitios en la oficina se opone el old desking, la forma por la que algunas empresas han decidido denominar al tradicional escritorio asignado a una persona concreta.
Equipos distribuidos. Por último, muchas compañías hablan de equipos distribuidos, que no son otra cosa que grupos de trabajo o departamentos completos en los que sus empleados no se encuentran en un mismo espacio físico. Por lo tanto, tanto los teletrabajadores como los trabajadores híbridos formarían parte de equipos distribuidos.
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