En muchos videojuegos, uno no para de morir. No pasa nada, claro, porque no mueres en la vida real. Simplemente empiezas otra partida o retomas la que ya estabas jugando. Hay quien se pregunta, no obstante, qué pasaría si al morir en un juego también murieras en la vida real. Eso ahora es factible con un nuevo invento de quien impulsó de forma definitiva el segmento de la realidad virtual.
SAO Incident. 'Sword Art Online' es un videojuego ficticio que luego inspiró un manganime y el llamado SAO Incident. En este VRMMORPG la propuesta era singular: si nuestra puntuación llegaba a cero, moriríamos de forma inmediata en la vida real.
Para conseguirlo los jugadores usarían las NerveGear, unas gafas de realidad virtual especiales porque al detectar ese evento emitirían unas microondas letales para el jugador. La idea era solo eso. Una idea. Hasta ahora.
De las Oculus a esto. La idea es ahora una realidad, y quien la ha hecho posible no es otro que Palmer Luckey, que hace una década revolucionó (un poco) el mundo con las Oculus Rift y el despegue definitivo de la realidad virtual —y que luego la criticó y creó un polémica empresa—. Luckey explicaba en su blog que "soy un tipo bastante inteligente, pero no se me ocurrió ninguna manera de hacer que algo así funcionara, no sin conectar las gafas a gigantescos componentes".
Microondas 0 - explosivos 1. En lugar de las microondas, a Luckey se le ocurrió integrar cargas explosivas que conectaba a un fotosensor. Este componente "detecta cuando la pantalla parpadea en rojo cuando la pantalla parpadea en rojo con una frecuencia específica". Con eso es posible detectar el fin de partida, lo que provoca que las cargas se disparen "destruyendo instantáneamente el cerebro del usuario".
Espera, que no tenía que matarte aún. El propio Luckey confiesa que el dispositivo no es perfecto, pero añade que "tengo planes para un mecanismo antimanipulación que, al igual que el NerveGear, hará imposible quitar o destruir las gafas".
El problema no es tanto ese como el hecho de que como él mismo admite que "aun así, hay una gran variedad de fallos que podrían ocurrir y matar al usuario en el momento equivocado. Por eso no me he atrevido a usarlo yo mismo".
Una reflexión sobre el mundo de los videojuegos. Ahora mismo el dispositivo es básicamente una "pieza de arte de oficina", pero como dice su creador, también es "un recordatorio que invita a la reflexión sobre las vías inexploradas en el diseño de juegos". Para él esa conexión entre lo virtual y lo real es lo realmente llamativo:
"La idea de vincular tu vida real a tu avatar virtual siempre me ha fascinado: elevas instantáneamente las apuestas al máximo nivel y obligas a la gente a replantearse fundamentalmente su forma de interactuar con el mundo virtual y los jugadores que hay en él. Los gráficos exagerados pueden hacer que un juego parezca más real, pero sólo la amenaza de graves consecuencias puede hacer que un juego se sienta real para ti y para todas las demás personas que participan en él. Se trata de un área de la mecánica de los videojuegos que nunca se ha explorado, a pesar de la larga historia de los deportes del mundo real que giran en torno a apuestas similares".
Así pues, Luckey ha creado —que sepamos— el primer dispositivo de este tipo que se encargaría de matarte en la vida real si mueres en el videojuego. Aún así, admitía al terminar su historia, su proyecto "no será el último" que explore este tipo de función.
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