Olvidaos de Zoom, Meet o Teams. Mark Zuckerberg dice que en 2030 nos "teletransportaremos" a los hogares o a las oficinas para hablar de trabajo. Esa es al menos la idea que ha planteado con una visión de futuro que no está aislada.
De hecho Microsoft dejó claro con su tecnología Mesh que quiere llevarnos también a ese futuro en el que nos reuniremos no por videoconferencia, sino por realidad virtual. En Apple también parecen plantear algo así según los rumores, y el pilar de ese futuro no es otro que esa realidad virtual que lo prometía todo hace años pero que de momento es una tecnología restringida a un sub-nicho del entretenimiento.
En el futuro, todos con gafas (o casi)
Como señalan en CNBC, Zuckerberg concedió recientemente una entrevista en la que habló de ese prometedor futuro de la realidad virtual que nos permitirá trasladarnos (o como dice él, teletransportarnos) a otros lugares de forma instantánea.
Estaremos allí sin estar allí, y aunque obviamente no sea lo mismo, para Zuckerberg esa posibilidad hará que "cuanto más nos teletransportemos, no solo eliminaremos desplazamientos personales y cosas que nos molestan como individuos, sino que pienso que además será mejor para el planeta y para la sociedad".
Se refería, cómo no, al impacto medioambiental que los desplazamientos en medios de transporte contaminantes tienen. La pandemia de COVID-19 ha provocado que estemos inmersos en el mayor experimento de teletrabajo de la historia.
Ese impacto de la pandemia ha tenido un efecto curioso: demostrar que el teletrabajo funciona en muchos más escenarios de los que algunos querían admitir. En los últimos meses se ha hablado mucho de empresas que, como Facebook, permitirán a sus empleados teletrabajar de forma indefinida aun cuando se pueda volver a trabajar a la oficina sin riesgo.
El creador de Facebook apuntaba a que en el futuro el dispositivo que usaremos no serán unas gafas de realidad virtual como sus actuales Oculus Quest 2, sino más bien unas gafas de realidad aumentada que tendrán el aspecto de unas gafas normales pero que permitirán superponer información digital sobre el mundo real a través de pantallas transparentes. O sea: unas Google Glass supervitaminadas.
Así, "en lugar de llamar a alguien o tener una videoconferencia con esa persona, simplemente haras algo así como chasquear los dedos y teletransportarte, y estarás sentado allí y ellos estarán en su sillón y te sentirás como si estuviérais juntos", afirmaba Zuckerberg en la entrevista.
Otros grandes comparten esa visión de futuro
Los comentarios de Zuckerberg son notables porque se unen al discurso que otras grandes de la tecnología plantean desde hace tiempo. Microsoft lleva tiempo apostando por la realidad mixta, y aunque sus HoloLens son de momento un producto de nicho, parece que han servido de inspiración a Apple.
De hecho el célebre analista Ming Chi-Kuo —que suele acertar en sus predicciones de futuros productos Apple— indicaba estos días cómo las gafas de realidad virtual o aumentada de Apple (de momento no está claro qué aportarán) aparecerán teóricamente en 2022 por un precio de 1.000 dólares. Otros hablan de un modelo aún más avanzado con pantallas 8K y mucho más caro que costaría 3.000 dólares.
Más tarde, en 2025, llegarán unas gafas de realidad aumentada muy en la línea de las célebres Google Glass, y a partir de 2030 Apple ofrecerá el accesorio más llamativo, unas lentes de contacto que se convertirán en algo así como una extensión de nuestro móvil.
Apple, por supuesto, no suelta prenda, pero su apuesta por la realidad aumentada lleva años en el horno. La inclusión de la tecnología lídar en sus dispositivos de última generación es una buena prueba de ello, ya que esta opción permite ofrecer opciones potentes en escenarios de realidad aumentada.
Olvídate de la webcam, vienen las gafas de realidad aumentada
Mientras tanto en Microsoft la intención también parece clara. El ecosistema de gafas de realidad mixta (aunque eso básicamente sea un pseudónimo de realidad virtual) está de momento restringido (como la realidad virtual) al ámbito de los videojuegos, pero en Redmond ven también un futuro muy distinto para esta tecnología y para la realidad aumentada.
Las citadas HoloLens son prueba de ello: aunque son un producto con un precio elevado, sus prestaciones lo dirigen a entornos profesionales. La presentación de Microsoft Mesh, que estará disponible en las HoloLens 2, en gafas de realidad virtual e incluso en smartphones y PCs no es más que la confirmación de esa idea.
Google parece haber dejado un poco de lado este segmento. Sus Google Glass siguen estando ahí y ya están solo enfocadas a la empresa (por algo las llaman "Enterprise Edition"), pero han tirado la toalla en el ámbito de la realidad virtual, donde Daydream se quedó en agua de borrajas. La experiencia es un grado, no obstante, y no sería prudente descartar a Google de esa apuesta de futuro.
Lo cierto es que Facebook y Microsoft son las que parecen ver más claro ese futuro en el que teletrabajaremos no ya con una webcam, sino con unas gafas de realidad aumentada al lado por si tenemos que "teletransportarnos".
Apple parece estar también encaminada a ofrecer soluciones en ese sentido, y será interesante ver también qué hace Google. Quizás la prometida revolución de la realidad aumentada y la realidad virtual no estaba en los juegos, sino en el ámbito profesional.
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