Vale, es todavía un proyecto en formación, pero WideRun puede suponer un soplo de aire fresco para todos aquellos ciclistas que tienen que entrenar en casa, sobre rodillo, y están cansados de sudar viendo la bonita pared del salón, o con mucha suerte, la ventana.
¿Qué proponen estos chicos italianos? Pues unificar una labor de entrenamiento en rodillo con bici, con un casco Oculus Rift. Para los llaneros solitarios, las sesiones no volverán a ser lo mismo, pero también podemos entender que la tecnología puede ir a parar a una clase de Spinning.
Sea como sea, el objetivo está claro, transportarnos a mundos virtuales mientras pedaleamos, permitiéndonos tener una experiencia mucho más divertida al poder avanzar sobre escenarios "pregrabados", con vistas desde todos los ángulos al girar nuestra cabeza.
En WideRun contemplan diferentes localizaciones para vendernos su proyecto de forma atractiva, desde pedalear por las concurridas calles de Nueva York o Tokio, subir una montaña ilustre de los Alpes, a hacerlo al lado de la Gran Muralla China. La idea es sacar tajada del asunto, vendiendo nuevas experiencias a través de una tienda montada para la ocasión.
Además de la “inmersión” en nuevos mundos, la idea es que podamos competir en esos lugares con otros usuarios, introduciendo parámetros que bien lo podrían acercar a un videojuego. De hecho, además de los escenarios "reales", también se contempla la creación de mundos con Unity 3D.
En cuanto a nuestra interacción con el mundo virtual, el sistema calcula la velocidad de proyección según nuestro pedaleo, también es posible cierto rango de movilidad con la dirección de la bici - no parece que sea algo contemplado para todos los escenarios -. El sistema también tendrá la posibilidad de ir cambiando la resistencia del rodillo según la zona por la que vamos circulando.
Lógicamente necesitamos algo más que el casco, como es un sistema de rodillos que ahora mismo están en fase de prototipo, pero que en WideRun están diseñando para funcionar en consonancia con lo que se proyecta en el casco de realidad virtual. También hace falta una bici compatible con el sistema, principalmente en las ruedas.
En otros cascos, y en la tele
Adicionalmente, se está trabajando en el soporte de otros cascos, como pueden ser el Samsung Gear VR, incluso en la proyección de la imagen en las dos dimensiones que nos proporciona la tele. En el último caso se pierde la magia del asunto, y ya hay muchas soluciones en el mercado parecidas, pero se agradece la posibilidad.
Actualmente es un proyecto a medio cocinar, que se encuentra hospedado en Kickstarter, pero estoy seguro que reclamará la atención de muchos ciclistas aburridos, o gimnasios en los que quieran revolucionar el concepto de entrenamiento, en grupo, o en solitario.
Hay mucho camino por recorrer, muchos aspectos que aclarar y terminar, pero la propuesta suena muy bien, y pensamos que no será la única que tire por estos derroteros. Estiman que el precio del kit será de 400 dólares, con descarga ilimitada para los escenarios.
En la práctica, y desde el punto de vista de alguien que ha probado a entrenar en estas circunstancias, resultará bastante complicado de usar un casco con tanta cantidad de sudor. Puede que la llegada de nuevos cascos más ergonómicos y abiertos, sea la solución, pero al menos estamos dando los primeros pasos.
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