La Biblioteca del Vaticano es el hogar de decenas de miles de documentos de un incalculable valor histórico. La institución lleva desde 2012 digitalizando sus archivos, de los cuales 8.300 son incunables (impresos antes del año 1.500) y entre los que encontramos el Codex Vaticanus, un códice del siglo IV con casi la totalidad del texto bíblico.
Desde entonces, cuenta Malio Miceli, su CIO, han sufrido una media de 100 ciberataques contra ese archivo. Ahora la institución quiere protegerlo usando la inteligencia artificial, motivo por el que se han aliado con DarkTrace, una compañía que, entre otras cosas, ofrece un sistema de ciberseguridad con inteligencia artificial "basada en el sistema inmunitario humano".
Tecnología de vanguardia para proteger archivos de la Edad Media
La Biblioteca del Vaticano se propuso en 2012 digitalizar más de 80.000 archivos manuscritos con el objetivo de preservarlos para la posteridad, así como permitir un más fácil acceso para académicos e investigadores. Estos 80.000 archivos datan, en su mayoría, de la Edad Media.
Actualmente se han digitalizado alrededor del 25% de los documentos, incluyendo un fragmento ilustrado de la Eneida de Virgilio (más de 1.600 años de antigüedad), una ilustración de la Divina Comedia de Dante (del año 1.450) y algunas notas y bocetos del mismísimo Michelangelo. El objetivo, para que nos hagamos una idea, es digitalizar alrededor de 40 millones de imágenes, así que no es algo sencillo.
No solo porque sean muchas páginas (la institución estima que le llevará dos décadas completar el proyecto), sino porque cada manuscrito se evalúa por separado para conocer su estado de conservación y, de esa forma, evitar posibles daños. El proceso se está llevando a cabo con escáneres profesionales equipados con una especie de cunas que evitan que los libros se abran por completo y con cámaras Hasselblad de 50 megapíxeles.
De acuerdo a Miceli, "no podemos ignorar que nuestra infraestructura digital es de interés para los hackers. Un ataque exitoso podría desembocar en la colección robada, manipulada o borrada por completo". Una de las amenazas potenciales es un ataque de ransomware que, de acuerdo al CIO, tiene el "potencial de impactar la reputación de la Biblioteca del Vaticano - una que ha mantenido por cientos de años - y tienen ramificaciones financieras significativas que podrían impactar nuestra habilidad de digitalizar los manuscritos restantes".
Ahí es donde entra en juego DarkTrace. Según expone la firma en el comunicado de prensa, su tecnología funciona formando una comprensión evolutiva de la actividad normal dentro de los sistemas de la institución para, de esa forma, detectar cambios significativos que "pueden indicar que una ciberamenaza está emergiendo". La Biblioteca del Vaticano no es su único cliente, sino que también trabaja con eBay, T-Mobile, Rolls Royce y Samsung, entre otros.
La parte positiva de usar la inteligencia artificial es que no duerme, siempre está funcionando y toma decisiones de forma autónoma. Sin embargo, no es perfecta y siempre hay un margen de error, tal y como explica Miceli. Para él, la única forma de proteger por completo el archivo sería desconectarlo de la red, algo que, por el momento, no contemplan hacer.
Vía | Imagen | Michal Osmenda con licencia CC-BY-SA 2.0
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