Hace meses ya hablamos de Starhip, un pequeño vehículo eléctrico y autónomo que podría ser una de las alternativas de futuro para las empresas de mensajería y los envíos a domicilio. Este robot acaba de iniciar una fase de pruebas en Londres, Düsseldorf, Berna y Hamburgo en la que será usada por cadenas como Just Eat, Pronto y Metro Group (propietaria de Makro) para enviar comida a los clientes.
En las pruebas preliminares estos robots, que ya han recorrido 8.000 kilómetros se cruzaron con 400.000 personas y no tuvieron "ni un solo accidente", afirmaban sus creadores, que ahora aprovecharan este dispositivo para cubrir esa "última milla" y reducir el coste de enviar un paquete de forma drástica.
De momento, controlados remotamente por pilotos humanos
Los creadores de Starship afirman de hecho que enviar un paquete bajo demanda a la zona central de Londres cuesta 12 libras, y la idea es reducir esa cantidad a 1 libra. Las empresas de envío de comida Just Eat y Pronto aprovecharán esa capacidad y harán uso de estos robots que recogerán los paquetes, lo almacenarán en su cavidad interior -con capacidad para "dos bolsas de la compra"- y lo llevarán a destino.
Al llegar a destino el cliente que lo recibe debe desbloquear la apertura de la cavidad con un código en una aplicación móvil. El despliegue será gradual, y de hecho se utilizarán varias docenas de robots que en principio no operarán de forma autónoma: serán controlados de forma remota por empleados de Starship, que los guiarán mediante las nueve cámaras con las que está equipado cada robot.
Esas rutas contribuirán a que llegado el momento los robots puedan elegir de forma autónoma el mejor trayecto para llegar a destino y lleguen a ella sin intervención externa. Las empresas que contratan los servicios de los robots Starships pagarán una cuota en la que se incluirá su manteniemiento y ese uso inicial de "pilotos" que los conduzcan.
Una de las inevitables dudas es, qué impedirá a alguien "robar" uno de estos robots. En Starship indicaban que en esos recorridos preliminares la mayoría de las 400.000 personas con las que se cruzaron los robots ni siquiera interactuaron con ellas, y las que lo hicieron tuvieron una respuesta muy positiva a estos robots. Aún así, admiten, los accidentes serán inevitables, algo que no parece preocuparles porque según sus cálculos el porcentaje de problemas será muy bajo. ¿Tendrá esta alternativa más éxito que los prometedores drones mensajeros?
Vía | Quartz
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