Hace cinco años se vivía bien. No habíamos sufrido una pandemia, la gasolina se pagaba a 1,20 €/l, la electricidad no había pegado el subidón de 2022, los tipos de interés estaban bajos, la inflación era residual y el coche nuevo no era todavía un bien de lujo. Otros tiempos.
Además de todo esto, el vídeo en streaming todavía era algo bastante asequible. Sus precios eran muy manejables y todavía no se había segmentado tanto la oferta.
Definitivamente, eran otros tiempos.
Más caros y cuentas compartidas perseguidas
En estos años, no solo hemos visto cómo casi todos subían sus precios (hay una muy honrosa excepción patria: Filmin), sino que también hemos visto una cierta tendencia, la de desglosar la oferta en varios planes, y cada vez más.
En estas gráficas hemos reunido los precios de distintos servicios de vídeo bajo demanda, separándolos en internacionales y en nacionales para facilitar la legibilidad.
Y aunque las subidas son reales, tienen algunos matices. Por ejemplo, además de un catálogo creciente o ciertos aumentos de calidad (como el de HBO, que con el paso a HBO Max empezó a ofrecer 4K), también está la comentada desagregración de paquetes.
Netflix lo hizo desde el principio, pero su tarifa más barata ya no existe y fue reemplazada por otra sostenida con anuncios. Disney+, similar: aunque tampoco ha cambiado el precio de su plan estándar, antes era el único que ofrecía, mientras que desde este año es el paquete intermedio, y posibilidades como el 4K quedan relegadas al Premium. Dicho de otro modo: el plan Estándar mantendrá el precio, pero no equivale a la tarifa base anterior.
Estos son los porcentajes de subida de cada plan desde 2019. La inflación acumulada en España desde entonces hasta hoy es del 15,5%, por lo que las subidas que se queden por debajo de ese marcador no son subidas reales, pues no alcanzan a la subida del resto de precios.
La mayor subida en estos últimos años es la de Apple TV+, que ha pasado de sus 4,99 euros mensuales originales a 9,99 euros con la subida de estas últimas semanas. Un 100% de aumento. Luego está el de Movistar Plus+, que ha pasado de 8 a 14 euros mensuales, pero que también tiene matices: incorpora un partido de LaLiga y otro de Champions League (no a elegir), cosa que nunca ofreció Movistar Plus+ Lite.
Actualización del 8 de noviembre: Movistar Plus+ sigue manteniendo el plan de 8 euros, aunque ya sin llamarlo Lite, pese a apenas ofertarlo públicamente. Sigue estando disponible en una de sus páginas. Gracias al lector linuxok por el aviso.
Atresplayer Premium cierra el podio de los mayores aumentos de estos últimos años, aunque en su caso partía de la posición más barata, 2,99 euros, ahora convertidos en 4,99 euros al mes.
Y hay más matices: Netflix y Disney están liderando la persecución de las cuentas compartidas en estos últimos años. Esa posibilidad, a veces incluso impulsada y usada como instrumento de marketing, ha pasado a estar restringida. Esto no se refleja en las gráficas de los aumentos de precios, pero en la práctica supone algo similar, sobre todo en un país con una fuerte cultura de la contraseña compartida entre familiares y amigos como España. 2023 ha sido el año en que vimos este cerrojazo y HBO ya ha adelantado que hará lo mismo.
Netflix, por cierto, no refleja una gran subida en esta última gráfica, de 2019, pero si vamos un poco más hacia atrás, los porcentajes aumentan. Además de que ha eliminado el plan Básico (el único que nunca subió de precio en España, 7,99 euros al mes), los planes Estándar y Premium de Netflix han subido un 30% y un 50% respectivamente desde su llegada en 2015.
Imagen destacada | Xataka con Adobe Firefly.
En Xataka | Disney intentó hacer algo distinto con las series de Marvel. Ahora ha tenido que dar un volantazo.
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