La primera temporada de 'Reacher' llegó a Prime Video un poco de tapadillo: era una serie que partía de una larga saga de best-sellers que ya habían tenido un par de adaptaciones cinematográficas previas, interpretadas por Tom Cruise. Que, por cierto, ya se había llevado su buena sartenada de críticas por tener un físico muy alejado del Reacher armario ropero que describen las novelas de Lee Child. La versión de Prime Video presumía de haber arreglado ese problema.
Y aunque llegó sin hacer mucho ruido (más allá del de unos cuantos escaparates de bares de mala muerte que acababan hechos añicos), el boca a boca funcionó, convirtiéndose en una de las series más comentadas en redes sociales. Su atractivo era tan obvio como primitivo: la serie era como una película de acción de los ochenta adaptada a los nuevos tiempos, pero con esa violencia seca, directa y con un protagonista de carisma seco y contundente, que llenaba sus diálogos de one liners y que tenía hasta una filosofía vital algo pasada de moda.
Jack Reacher es un exmilitar que ahora deambula sin rumbo fijo por Estados Unidos, con nombres supuestos y sin instalarse en ningún lugar. En la primera temporada fue acusado de un crimen que no había cometido, y en ésta vuelve a reunir al equipo de investigadores de la Policía Militar que dirigió, cuando uno a uno están muriendo en circunstancias especialmente crueles e inexplicables.
Nada de lo que hizo grande a la primera temporada de 'Reacher' falta en esta ocasión a la cita: ni la violencia mostrenca (momento álgido de los tres episodisos que de momento ha estrenado Prime Video: Reacher haciendo saltar el airbag de un coche de un patadón para noquear al conductor) ni el curioso magnetismo de Alan Ritchson, al que vimos interpretar a Hawkman en el universo DC de The CW. Todo en orden, todo como siempre, todo al viejo estilo de Reacher.
Cabecera: Prime Video
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