En 2014 Sony siguió unas estrategia singular en el mercado de los televisores: apostar por imagen y sonido en el mismo dispositivo comprometiendo el grosor de sus pantallas pero incluyendo un equipo de audio lo suficientemente bueno como para no tener que comprar, a priori, nada más. En palabras de un representante de Sony España: te vendemos la televisión con la barra de sonido.
Un año más tarde los japoneses han cambiado de rumbo y este año no solo han apostado por diseño sino que lo han hecho con un televisor más fino que tu teléfono móvil. En CES lo hemos podido probar para contaros nuestras primeras impresiones y que no los perdáis de vista porque este año, en tope de gama, tienen una propuesta muy atractiva.
Más delgada y conectada
En ese esfuerzo por convertir al televisor en una mera pantalla hemos visto auténticos esfuerzos en diseño para reducir su tamaño y convertirla en una ventana de contenidos de todo tipo. En las fotos se aprecia bien pero hasta que no ves la nueva serie X900 en persona no te das cuenta de lo que ha conseguido Sony reduciendo el grosor de sus televisores.
Todo sea dicho, son 4,99 mm de grosor en casi toda la totalidad del televisor pero en la parte de abajo es algo más ancha. Algo normal si tenemos en cuenta que en algún sitio hay que alojar los siempre necesarios componentes electrónicos. Aún así, resulta muy difícil que su diseño no atraiga.
En calidad de imagen Sony nos promete grandes novedades gracias a la evolución de su procesador X1 (fabricado por MediaTek) y si bien es cierto que lo que hemos visto nos ha gustado, resulta difícil sacar conclusiones al no poder comparar con otros paneles. La promesa de 2,5 veces más de brillo es buena y aunque hemos visto que el rango dinámico es más extenso que en la generación anterior, todavía es pronto para sacar conclusiones.
Como sistema operativo nos encontramos Android TV que, a priori, debería servir para darle un impulso en la parte de contenidos y también a una interfaz que pedía una renovación visual. A todo esto hay que sumarle el añadido de Playstation Now que por un precio de 20 dólares al mes tiene un catálogo bastante extenso (aunque algo anticuado) de juegos de Playstation 3.
Sea como sea, Sony ha demostrado con sus X900 que sin anunciar grandes novedades en imagen y con una apuesta en otros aspectos puede hacer un televisor competitivo en este 2015. Muy atractivas, buena calidad de imagen sin perderse en mensajes rimbombantes y un software que debería servirle para tener un buen ecosistema. Veremos en nuestro futuro análisis si realmente pueden hacer frente a las novedades de los dos gigantes coreanos.
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