Para decorar el jardín, un MiG: el hombre que guarda una colección de cazas soviéticos en un pueblo de Cataluña

  • El dueño ha ido comprando aviones poco a poco, llegando a tener cuatro en un momento dado y hasta un helicóptero

  • La joya de la colección es un imponente MiG-23, un caza de combate que sigue en activo en muchos países del mundo

MIG en el jardín
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Que levante la mano quien se haya despertado un día, haya mirado a su jardín y pensado "qué bien quedaría un caza ruso junto a los geranios". Pues eso es precisamente lo que debió pensar un buen día el propietario de una finca del pueblo Sant Pere dels Arquells, una pequeña localidad catalana, que ha ido adquiriendo cazas de combate poco a poco hasta formar una colección muy particular.

Tan peculiar que se ha convertido en la sensación del pueblo.

Cada uno colecciona lo que quiere. Cuando hablamos de coleccionismo, aunque algunos se empeñen en poner reglas, la libertad y los gustos personales son la clave. Tanto es así que hay quien colecciona cajas de productos de Apple, la numismática es muy popular, se coleccionan vinilos por el gusto de tener el objeto físico, hay hardware que nunca pasa de moda y si nos metemos en videojuegos, es toda una aventura.

A Xavier Monge lo que le gusta son los aviones y ha ido comprando piezas con el paso de los años. En 2004 se podía observar en imágenes satelitales que tenía un único caza, un MiG-21. Se trata de un caza de 1958 que Rusia retiró en 1990, pero que sigue formando parte de las fuerzas aéreas de varios países.

MIG en el jardín La iglesia del pueblo con tres cazas rusos aparcados detrás es una vista de lo más curiosa

En 2006 incorporó un  MiG-15, un caza de reacción soviético introducido en 1948 que se considera como el más producido de la historia, tanto es así que sirvió como caza de combate en más de 37 países. Más tarde, en 2008, un MiG-23, un avión muchísimo más moderno que también sigue en servicio en varios países. Este es la joya de la corona de la colección debido a lo imponente que es ver una máquina así en directo y ser el que más cerca está de la verja que da a la calle.

No busca la fama. En 2013, La Vanguardia contactó con Xavier, quien explicó que empezó en con este hobby diez años atrás y que, aunque en ese momento vivía en Barcelona, era en Sant Pere dels Arquells donde guardaba sus piezas de colección. No desveló cómo llevó los aviones a su propiedad, pero lo que tiene claro es que no le interesa la publicidad.

"Aunque es de dominio público y se puede ver a través de Internet, no quiero que la gente entre a la finca mientras no estoy". Además, se ha visto obligado a desmentir rumores sobre su profesión, ya que se llegó a decir que tenía mucho poder adquisitivo y se dedicaba a la compra-venta de productos militares. Xavier ha desmentido todo esto.

Sant Pere dels Avions. Sin embargo, aunque él no busque la fama, está claro que la fama está encantada con sus aviones. También el pueblo que es más conocido como 'Sant Pere de los Aviones' o 'Sant Pere dels MiGs'. Con sólo 62 habitantes, además de la iglesia, lo más interesante del municipio son los cazas rusos.

Tanto es así que Francesc Sabanes, alcalde de Ribera d’Ondara (municipio al que pertenece la localidad) afirma que aunque los vecinos no conocen a Xavier, sus aviones sí son muy populares y atraen a muchos visitantes cada año. "Se han llegado a hacer concentraciones de vehículos militares históricos que aprovechan para hacer rutas de montaña por la zona", afirma Sabanes. De hecho, hay varios casos en foros de aviación o Flickr que demuestran que existe ese interés por los cazas. Es más, hay quien organizaba excursiones para verlos.

En cierto momento, Monge incorporó un helicóptero a su colección, pero ya no está. Lo que sí parece haber en la finca es un Lockheed F-104 USAF que se pudo fotografiar hace unos meses. Es un avión con unas líneas muy estéticas que, para romper la tradición con los cazas rusos, fue parte de las fuerzas armadas de Estados Unidos.

Chatarra. Sabiendo que un avión como el MiG-23 puede costar entre 3,6 y 6,6 millones de dólares, ¿cómo es posible que estén ahí? Si te ha entrado el gusanillo, el piloto deportivo Joan Salleras dio las claves en el artículo de La Vanguardia afirmando que "se compran como chatarra, que en realidad es lo que son porque están en mal estado, vienen desmontados y se vuelven a montar aquí". El propio Salleras tiene un MiG-15 restaurado.

Y como parece que tener un MiG en el jardín no es tan raro, si tienes uno, por favor, dinos en comentarios.

Imágenes | Google Maps

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