En ocasiones, uno de los momentos más esperados de la adolescencia es llegar a la mayoría de edad. Cumplir los 18 años y tumbar de un día para otro todas esas barreras legales que se interponían entre tú y tus ganas de hacerte mayor. Comprar alcohol, salir a discotecas hasta altas horas de la madrugada, votar, conducir y un largo etcétera que cambia muchos de tus derechos, pero también muchos de tus deberes.
Pero entre toda esa lista de nuevas oportunidades que se generan hay una que, con el paso de los años, ha ido perdiendo prioridad entre los jóvenes y es la de ponerse al volante de un coche. Los nuevos hábitos de vida y sobre todo, la crisis económica han ido modificando y mucho las preferencias de los ya de sobra conocidos millennials.
Y es que los datos hablan por sí solos. En una época en la que el parque de turismos en España no ha dejado de crecer (+28% desde el 2000, según datos de la Dirección General de Tráfico), el sector automovilístico ha perdido peso en uno de sus puntos más fuertes: los jóvenes de entre 18 y 34 años
.
Cae el número de conductores millennials. Y no, no es porque también baje la población joven.
El censo de conductores totales en España apenas ha variado durante los últimos lustros, y eso con la recesión económica de por medio. Y es que si en el 2000 había un total de 18.930.263 personas que disponían del carnet B de conducir (la licencia necesaria para manejar un turismo), el pasado año esa cifra fue de 18.448.076. Una bajada de apenas 2 puntos porcentuales.
¿Y qué grupo ha sido uno de los más importantes dentro de ese censo? Exacto, los millennials. Durante los primeros años de este siglo, los jóvenes de entre 18 y 34 años suponían hasta el 40% del total de todos los conductores de coche en España.Casi la mitad. Una cifra que ha bajado en el 2015 hasta el 27,5%.
Los datos lo dejan claro: el grupo de edad que más ha perdido conductores en este periodo ha sido el de los jóvenes de entre 20 y 24 años. De 1,6 millones en el año 2000 a los 900.000 en 2015. Una caída de unos 40 puntos porcentuales.
Pero esto no sólo ocurría con la recesión económica como telón de fondo. Paradójicamente, el sector automovilístico ha perdido peso entre los millennials en una época en la que, precisamente, la población joven no ha dejado de crecer en España. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística, el número de personas de entre 18 y 34 años ha aumentado un 18,7% desde 2002.
El grupo de edad que ha experimentado un mayor crecimiento de la población en este periodo ha sido el de los jóvenes de entre 20 y 24 años, con un repunte del 40,3%. Sí, el mismo grupo que ha bajado hasta 13 puntos porcentuales entre los conductores.
Cada vez son menos los jóvenes que deciden sacarse el carnet de conducir
Pero, ¿cómo ha podido bajar así el número de conductores jóvenes? Según los datos, la respuesta es sencilla: cada vez son menos los que se quieren sacar el carnet de conducir.
El número total de permisos expedidos de clase B ha caído un 22% en los últimos 15 años. Una bajada, que se ha visto, sobre todo, acusada durante la crisis económica. Y es que en el año 2000, más de 600.000 personas se sacaron la licencia de conducir de clase B. Una cifra que el pasado año fue de 466.000.
Este descenso de más del 20% ha venido de la mano de una caída significativa de los millennials que han dejado de sacarse el carnet de conducir. Y es que, este grupo de la población supone casi el total de las nuevas licencias expedidas.
En el 2000, de todos los permisos de conducir de clase B que se dieron, un 91% fueron a parar a manos de jóvenes de entre 18 y 34 años. Un porcentaje que en el 2012 (según los últimos datos de la DGT), fue del 84,10%.
De nuevo, la franja de edad que más cae está entre la población de 21 a 24 años. Y es aquí, cuando los datos hablan por sí solos: en el 2000, el número de permisos expedidos a este grupo fue de más de 152.000. En el 2012, no llegaron ni a 70.000. Un descenso del 54%.
La capacidad económica de los jóvenes, primer impedimento para conducir
Según los datos expuestos, la mayoría de edad ha dejado de ir ligada a un afán por empezar a conducir. Pero para ver las razones o si además de una falta de interés hay una falta de medios, hace falta hablar no sólo del qué sino del cuándo y del cómo. Dicho de otro modo, pongamos algo de contexto.
Lo cierto es que hay varios empresas y sectores que ya han tratado de responder a esta pregunta. Por ejemplo, la consultora Deloitte, en el año 2014 realizó un estudio sobre las opciones de movilidad y de transporte de los consumidores.
En él participaron 19 países que arrojaron algo de luz sobre la actual relación de los millennials y los coches. Según el documento, un 80% de los jóvenes aseguran que una de las razones por las que desechan la idea de comprarse un coche tiene que ver con su posición económica.
Y es que una de tantas cosas que ha provocado el tsunami de la crisis ha sido una posición de precariedad general en la población jóven. Sin ir más lejos, en España, el grupo con menos empleo es el de los jóvenes.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA) que publica el INE trimestralmente, desde 2006 a 2015 el número de ocupados ha caído entre la población de 16 a 34 años, mientras que en el resto de edades ha subido.
Con todo, no quiere decir que el interés de los jóvenes por la conducción haya caído sin motivo aparente. El simple hecho de tener una capacidad económica menor que la de las anteriores generaciones ha motivado un cambio de rumbo en sus prioridades.
De hecho, según los datos del Gobierno de Reino Unido sobre la encuesta 'razones para no aprender a conducir', los jóvenes son los que más interesados están por la conducción, pero a la vez son los que más acaban desechando la idea por el coste que supone la compra y el mantenimiento del vehículo.
También el grupo de inversión Goldman Sachs realizó un estudio sobre la generación del milenio en la que analizaba algunos de estos aspectos. Así, tan sólo un 15% de los millennials ve el coche como algo “extremadamente importante”, y otro 30% no tiene intención de adquirir un turismo próximamente.
Tecnología, emancipación... los millennials son los protagonistas de un nuevo estilo de vida
La forma de afrontar todos esos derechos y deberes de los que hablábamos al principio del post cuando uno cumple los 18 años han cambiado y son los millennials los primeros en vivir esos nuevos hábitos. Y es aquí, donde de nuevo entra el interés por los coches.
Las mejores tecnológicas y la llegada de las redes sociales han motivado nuevas formas de relacionarnos. Algo que para muchos jóvenes y no tan jóvenes ha supuesto un plus de comodidad. Y esta es precisamente una de las razones por las que los millennials están alejándose de los coches, según un artículo que publicó el Washington Post tratando de ver la relación entre los coches y los millennials.
Así, el rotativo estadounidense argumentaba que gracias a las redes sociales, los jóvenes ya no tienen que desplazarse para estar en contacto con sus allegados, por lo que el interés por aprender a conducir y el tener un coche, ha pasado a un segundo plano. Motivo, que por cierto también argumentaba CityLab en uno de sus artículos sobre los millennials y los hábitos de conducción.
Pero no sólo la tecnología ha cambiado. Emanciparse, casarse, tener hijos o formar una familia son aspectos de la vida que cada vez se están llevando a cabo a una edad más tardía. Por ejemplo, según el estudio de Goldman Sachs, el porcentaje de jóvenes casados y viviendo en su propia casa ha caído más de un 50% desde los años 60.
De hecho, uno de los mayores problemas para los jóvenes españoles es el de irse de casa de sus padres. Según el Observatorio de Emancipación, sólo el 20% de la población de entre 16 a 29 años se encuentra en una vivienda distinta a su hogar de origen en 2015. Un 6% menos que el año anterior.
Que los jóvenes están menos interesados por la conducción que el resto de generaciones es un hecho, y ahí están los datos. Pero también es cierto que los millennials tienen menos capacidad adquisitiva que antes, un mayor apoyo en la tecnología y un retraso en el ciclo de la vida que ha generado nuevos hábitos y comportamientos. Y así el coche ha perdido su protagonismo.
Foto : IgorSaveliev
Ver 133 comentarios