Todo ha sido muy natural. Sabía que me iba a subir en un minibús eléctrico de conducción autónoma. Que me iba a llevar por las calles de Talavera de la Reina, Toledo, gracias a la quinta generación de redes móviles. Que estaba frente al primer caso de uso del 5G en la banda de los 3,5 GHz con conducción autónoma y consumo de contenidos.
Sin embargo, no ha habido nada que desentonase en comparación a mis desplazamientos del día a día. Más allá de lo obvio, claro.
No había un conductor ni volante, por supuesto. El diseño exterior del vehículo, con sensores sobresaliendo, atraía miradas. Frente a mí tenía un terminal 5G Ericsson de grandes dimensiones al tratarse todavía de una prueba; "un teléfono del tamaño de una lavadora", nos habían dicho medio broma medio en serio. También cuatro pantallas en las que poder ver contenidos georreferenciados sobre la ciudad, desde dónde comer a datos de interés para el visitante, y contenidos como series, programas de televisión, noticias o películas. Ahí terminaba lo llamativo.
La experiencia en sí misma no deja de ser la misma que pueda tener en un trayecto realizado a bordo de un autobús urbano o de un metro. Me subo, pulso un típico botón de cierre de puertas y el minibús EZ10 de la compañía EasyMile se pone en funcionamiento a una velocidad algo baja, pero comprensible teniendo en cuenta que la prueba tiene lugar en una calle con tráfico y transeúntes. El resto es la más absoluta normalidad. Todo lo normal que puede ser emplear un medio de transporte público contemporáneo.
En el minibús de una parada a otra
En condiciones normales, sin el terminal 5G de laboratorio ocupando espacio, seis pasajeros podríamos ir sentados y nueve de pie. En total, 15. En el habitáculo encontramos lo habitual: los botones de cierre y apertura de puertas, monitores que nos indican las paradas, botones para solicitar la parada, barras para apoyarnos... Como decía al principio, lo llamativo en todo caso es el sistema de entretenimiento que también funciona mediante 5G y es capaz de ofrecernos contenidos 4K, entre otros muchos, como si reprodujese un vídeo de una resolución mínima mediante la más veloz de las conexiones de fibra. Simplemente funciona.
En un paso de peatones alguien va a cruzar y el vehículo lo detecta. Por supuesto, se detiene. Pasa la persona y, cuando se aleja, se vuelve a poner en marcha. Llegamos a una rotonda y un vehículo se encuentra dentro de ella. Si corresponde cederle el paso, el EZ10 se lo cederá. Llegamos a la parada intermedia de nuestro recorrido de prueba por las calles de esta localidad toledana, el correspondiente aviso aparece en las pantallas y se vuelve a detener abriendo las puertas, por si esta es nuestra parada y vamos a apearnos.
Fue curioso que durante esa parada una persona se acercase al vehículo. Lo veíamos aproximarse y yo me preguntaba si sería un talaverano intrigado por el artefacto, deseoso de saber más. Pero nada de eso. Se trataba de un turista aparentemente desorientado que nos hablaba en inglés y nos preguntaba por un lugar. Quizás ha sido una de las primeras personas que ha parado, en España, un vehículo autónomo para preguntar a sus ocupantes, pero lo hizo de forma natural, porque no vio nada demasiado extraño en ese minibús. Todo parecía normal.
Poco después sonó un timbre avisando del cierre de puertas y vuelta al punto de partida. El minibús sortea las dos rotondas que contiene la ruta, gracias la cámara que monta en la parte superior y los ocho sensores ópticos que se sitúan a su alrededor, y se detiene en el punto fijado mientras personal del proyecto nos cuenta cómo, en una situación de emergencia, un técnico desde cualquier parte del mundo podría pulsar un botón y hacer que el vehículo se detuviese en ese mismo instante gracias al 5G.
Volviendo a hablar del consumo de contenidos, debemos mencionar la plataforma que hace posible el disfrute del catálogo de Movistar+, tratándose de una prueba del proyecto Ciudades Tecnológicas 5G de Telefónica, y de los contenidos georreferenciados de Talavera de la Reina, a modo de guía de la ciudad. Es obra de CarMedia Solutions y funciona de forma similar en Barcelona, en la flota de Cabify, mediante 4G.
Es lo que ellos llaman la "quinta pantalla", después de la del cine, la televisión, el ordenador y el teléfono móvil. Se prevé una audiencia de 200 millones de horas diarias en 2022 si se cumplen las estimaciones de unos 10 millones de vehículos autónomos circulando por el mundo. Otro de los puntos interesantes de estas soluciones es que pueden convertirse en oficinas móviles, con lo que en el futuro, de camino al trabajo o una reunión, uno persona podrá adelantar tareas como si estuviese en su puesto. Las posibilidades son amplias cuando uno no tiene por qué conducir.
Y no puedo dejar de decirlo. La idea de este caso de uso de conducción autónoma y consumo de contenidos vía 5G, primera experiencia en el mundo, surgió a partir de la mesa sobre esta quinta generación de redes de nuestro evento Xataka Live Citizen en la que participó Javier Garcia, cofundador de CarMedia Solutions.
Las redes 5G son la clave
Todo esto no dejaba de ser una demostración de las capacidades de la nueva generación de redes móviles. Una agradecida exhibición que enseña en la práctica parte de todo lo que puede aportar a nuestro día a día unas altas capacidades de transferencia de datos y una latencia muy baja. Haciendo un símil, la latencia en cuanto a coches autónomos es equivalente al tiempo de respuesta de las personas en un coche convencional, por eso es tan importante.
Esas características, entre otras, son las que permiten que este microbús pueda conducirse autónomamente con la seguridad de que reaccionará rápidamente ante una eventualidad o una orden y que los hasta 4TB de información diaria que puede generar se transmitan en tiempo real.
La llegada del 5G supondrá un gran avance en diferentes ámbitos, más allá de la experiencia de velocidad que podamos experimentar en mayor o menor medida con nuestros móviles. Principalmente, experimentaremos un fuerte desarrollo del denominado internet de las cosas y veremos cómo los vehículos conectados mediante tecnología V2X y los vehículos autónomos se harán más comunes poco a poco. Una situación con la que las compañía responsables de las redes podrán hacer negocio a un nivel no visto hasta el momento.
Telefónica está llevando a cabo estos planes pilotos en las ciudades de Talavera de la Reina y Segovia, mientras que Ericsson ha firmado 39 acuerdos para iniciar pruebas de 5G en el mundo y para el desarrollo de casos de uso como el que he vivido. Pese a que no existe una meta oficial como tal, se espera que en 2020 gran parte de los países de Europa dispongan de cobertura de esta nueva generación. Mientras, este año, debe cerrarse completamente el que será el estándar del 5G.
En Xataka Móvil | Telefónica enseña un autobús autónomo en el que los pasajeros pueden descargar contenido a 1 Gbps
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