Seguramente conozcas algún daltónico. A fin de cuentas es una cuestión de estadística que haya al menos un daltónico en tu vida: representamos el 8,5% de la población mundial. ¡Casi una de cada diez personas!
Para quien no haya tenido la suerte de toparse con un daltónico y sus divertidas anécdotas, se podría decir que no todas las personas ven la misma cantidad de colores. O, más bien, consiguen distinguir toda la gama cromática. Y no es tan sencillo como plantearse que lo que alguien ve de color verde puede tratarse de otro color, sino el hecho de no tener muy claro qué es el color verde.
Afortunadamente, somos demasiados como para no tenernos en cuenta cada vez más. Eso no significa que se dejen de usar los mismos códigos de color que se usan actualmente (como por ejemplo en los semáforos), pero gracias a los avances tecnológicos podemos disfrutar un poquito más de pequeñas trivialidades.
Eso sí, aunque no tengamos muy claro de qué color sean las cosas, un daltónico no se priva de casi nada. Es más, no descartes que alguien cercano a tí (o tú mismo) seais daltónicos. Y hasta puede que lo descubramos hoy.
¿No percibes estos colores? Tengo noticias para ti
Parada obligatoria es hablar del daltonismo en sí, o más bien explicar un poco cómo se produce. Según la RAE , se trata de un defecto de la vista que consiste en no percibir determinados colores o en confundir algunos de los que se perciben, pero curiosamente el origen no está en nuestros ojos, sino en nuestros genes.
El daltonismo se hereda, ya que se trata de una alteración de origen genético: si desglosamos el porcentaje de daltónicos nos encontramos que la práctica totalidad de los afortunados somos de género masculino, pero eso no significa que no se pueda llegar a detectar en mujeres.
Imagen de visiontechnology
El motivo por el que sólo el 0.5% de la población mundial femenina sea daltónica es realmente simple: al transmitirse por un alelo recesivo ligado al cromosoma X, ellas suelen ser portadoras del gen, pero no es habitual que lo padezcan ya que al tener dos cromosomas X tendría que darse el caso de que ambos tengan la alteración. Algo muy poco habitual.
Llegados a este punto, te vamos a proponer una sencilla prueba de daltonismo: el test de Ihsihara es el test más utilizado para diagnóstico y la clasificación del grado de daltonismo. Dicho de otro modo: hay grados más evidentes y otros especialmente sutiles. Pero la verdadera pregunta es: ¿consigues ver todos los números que se muestran abajo?
Para que te hagas una idea, en mi caso personal consigo distinguir dos de las figuras superiores y la primera de las de abajo, aunque sólo una de ellas con total claridad. ¿Cómo sé que cada círculo incluye un número? No es la primera vez que este test y yo nos encontramos, pero también lo he preguntado a tres personas diferentes antes de publicar estas líneas.
Sobre la luz de los objetos y cómo la interpretamos
Llegados a este punto hay que tener en cuenta un factor esencial: la intensidad del color y el tipo de luz al que está expuesto cualquier objeto hace que la percepción de los colores sea diferente en los daltónicos. Es decir: si observamos una simple manzana, percibimos un color diferente si la exponemos a la luz de la mañana, a la del atardecer o la ponemos bajo la luz de una bombilla por la noche.
Eso es porque cualquier objeto absorbe y refleja la luz según sus propias características, y lo que los humanos percibimos son esos rebotes de luz. Lógicamente, si no existe un rebote de color estamos ante un objeto transparente. Ahí es donde entra en juego las células sensoriales que tenemos en nuestra retina: aproximadamente 120 millones de bastones (los cuales gradúan el contraste) y 6.5 millones de conos que muestran los colores y que pueden ser sensibles a la luz roja, la luz verde y la luz azul.
Como dato a tener en cuenta, se dice que un ojo humano puede llegar a percibir en torno a los 8.000 colores y matices con un determinado nivel de luminancia.
El motivo por el que los daltónicos no distinguimos los colores está relacionado con los genes encargados de producir los pigmentos de estos conos. Así, dependiendo del pigmento afectado, la persona presentará alteración en la percepción de unos colores u otros. Por ejemplo si el pigmento modificado es el del rojo, el individuo no interpreta el rojo ni sus combinaciones del mismo modo que la gran mayoría de personas. Pero lo más curioso es que, lógicamente, no es la retina la que interpreta la información de manera errónea, sino el cerebro.
Si la vida te da manzanas… y no sabes de qué color son
Cualquiera que haya visto una película de 'Star Wars', incluso un tráiler, posiblemente haya reparado en un interesante detalle con fines cinematográficos: los rayos láser de las naves imperiales son verdes y las de los rebeldes son rojos. Para mi fue toda una revelación, y no lo supe hasta hace un par de meses.
A lo largo de mi niñez, juventud y lo que podría considerarse vida adulta he disfrutado de las películas y de incontables muñecos, cómics, videojuegos, pósters... ¿Ese libro con el que el director justificó aquella polémica escena de ‘Los últimos Jedi’? Un objeto de primera necesidad cuandose editó en castellano. Y durante todos estos años no me había topado con ninguna referencia o mención a que los láseres imperiales son verdes.
Y posiblemente jamás me habría dado cuenta hasta que un compañero de equipo lo mencionó jugando online a ‘Star Wars: Battlefront II’. Lo primero que hice fue disparar un rayo a las paredes para comprobarlo. Pero claro, no salí de la duda.
Una anécdota menor, pero también una más para nuestra colección. Cuando elaboramos la votación de los mejores juegos de cada año en VidaExtra interpretar las votaciones en gráficos circulares es un pequeño drama.
Lo mismo ocurre con los mapas geopolíticos cuando se usan para diferenciar algún elemento o establecer fronteras y se usan los colores verde y rojo. De hecho, es el momento perfecto para hablar de los tipos de daltonismo.
Existen muchos tipos de daltonismo: está el acromático, en el que no se percibe ningún color y se ve todo en escala de grises; el monocromático consigue distinguir un único color y finalmente están los casos de dicromatismo (distinguir dos colores diferentes) y tricromatismo anómalo (distinguir tres colores diferentes), los cuales representan a la gran mayoría de daltónicos, en los que uno hay ciertas complicaciones para percibir el azul, el verde o el rojo.
- La protanopia y la protanomalia afectan a los fotorreceptores del rojo.
- La deuteranopia y la deuteranomalia (las más usuales con diferencia) afectan a los fotorreceptores del color verde.
- La tritanopia y la tritanomalia (muy poco frecuentes) afectan a los fotorreceptores del color azul.
¿Y de qué manera interpreta el cerebro la información en estas circunstancias? Bueno, este esquema es un estupendo ejemplo.
A lo largo de la vida uno se da cuenta que el daltonismo no es un problema, a fin de cuentas uno interioriza cosas básicas como que la madera es marrón y las hojas son verdes, y la mayoría de las verduras y hortalizas. También hacemos de manera interesantes estadísticas como que es muy poco común que se compren bolsos y abrigos de color verde. Sin embargo, esto puede llegar a ser un impedimento en algunos casos.
Existen profesiones en las que no solo es necesario tener una buena vista, sino saber distinguir bien todos los colores, estamos hablando de cargos de responsabilidad como transportes civiles y militares, control del tráfico aéreo, oficios de protección pública como ciertos grados de policía o bomberos, trabajos concretos en industrias químicas, textiles e incluso puede llegar a ser un problema en profesiones relacionadas con la electricidad o la pintura por motivos obvios.
Fotograma de Arma Letal (Warner Bros. Pictures)
Ahora bien, poco a poco se van acotando las responsabilidades laborales y eso acaba siendo algo positivo en este caso: hace no demasiado el Tribunal Supremo abrió la puerta a miles de opositores de policía daltónicos siempre y cuando no guarden relación con las funciones que tendría que desempeñar si consiguiera acceder a la plaza a la que se postula.
¿Alguna vez has jugado al FIFA con un daltónico?
Suele pasar: estás jugando con la consola y aparece un sencillo puzzle en el que tienes que la solución está en ordenar por colores. O simplemente esperar a que se alumbre el botón rojo. A veces esos sencillos desafíos han complicado un poquito más mi avance en la experiencia, aunque admito que en el último caso suele ayudar que solo haya un botón. Y mejor no hablar de juegos como 'Puyo Puyo' o 'Guitar Hero'.
Ser daltónico no significa que no podamos distinguir ningún tipo de verde o de rojo. En mi caso o el de mi hermano podemos decir que hay tonalidades que reconocemos perfectamente. Como dijimos arriba hay unas 8.000 tonalidades de color y no tenemos “acceso” a todas. También hay casos en los que basta con concentrarse un poquito más de lo habitual.
Eso sí, hay casos especialmente destacados: no creo que sea el único que en 'PUBG' se guíe más por el movimiento que por el factor cromático de los jugadores, pero en más de una ocasión ha resultado especialmente frustrante jugar a FIFA cuando no sabes si se la estás pasando a un rival o a tu propio jugador.
Los pantalones ayudan, aunque no demasiado
De hecho, cuando hemos jugado a cuatro en casa a veces ni siquiera distinguía la “flechita” de mi jugador, con lo que muchas veces pensaba que estaba realizando una acción con el balón y realmente estaba controlando a aquel futbolista de la esquina que parece absolutamente fuera de lugar.
Eso sí, también te puedes llevar sorpresas en los videojuegos más inesperados. Como cuando asumes que una construcción , una granja o una unidad es tuya en un juego de estrategia y resulta que siempre ha sido de tu rival. Y te enteras cuando te está atacando.
Promoción Dr. Mario de NES. Un juego donde el color también es esencial
Afortunadamente, al menos para mi hermano y para mi, cuando Mario y Luigi compartían píxeles en la NES no era posible usar a ambos en el mismo nivel con alguna excepción, aunque también es cierto que no nos quejamos demasiado con aquella censura de ‘Mortal kombat’ que hacía que la sangre fuera de otro color. Es más, al igual que en el caso de Star Wars, ¡nos enteramos porque lo leímos en una revista!
¿Es posible adaptar la tecnología actual a los daltónicos?
Es curioso que, mientras algunos no conseguimos distinguir determinados colores, sea tan común anularlos a la hora de compartir nuestros recuerdos: las redes sociales se han llenado de imágenes en las que los filtros dan un toque de originalidad a nuestros momentos especiales, replanteando las características lumínicas, de color y de contraste de las fotografías.
¿Quién no se ha hecho un retrato alguna vez con tonos sepia? ¿Y en blanco y negro? A veces se trata de darle un efecto vintage. Otras porque sencillamente nos gusta más así.
Con la tecnología actual núnca había sido tan sencillo conseguir resultados tan logrados de manera instantánea. Ahora bien, ¿es posible usar esa tecnología en beneficio de los daltónicos? Lo cierto es que sí, aunque no se trata de añadir o quitar colores, sino de conseguir que replantear toda la gama cromática de modo que se aumenten las probabilidades de diferenciarla.
Como comentamos antes, existen varios tipos de daltonismo, aunque hay algunos que son más comunes que otros. El sistema que actualmente se utiliza en juegos como ‘Overwatch’, ‘World of Warcraft’ o ‘Call of Duty’ se basa en aplicar una serie de filtros que incluso podemos graduar.
De hecho, el objetivo real no es ajustar las opciones que se nos ofrecen según nuestro caso, sino elegir aquél que nos permita distinguir los elementos clave del juego: si usando un filtro distinto puedo detectar antes una amenaza enemiga o distinguir mejor los objetivos de mi equipo, no me importa demasiado ver cambiados colores que no tengo problema en reconocer.
Dos de los varios filtros que ofrece 'Overwatch' con el modo por defecto situado a la mitad.
Hay juegos, como ‘Splatoon 2’ que optan por una solución mucho más sencilla: el juego de Nintendo nos invita a competir en una guerra de pintura, ganando el equipo que consiga dispersar más su color por el escenario. ¿Qué ocurre si aplicamos las opciones de color? La tinta que usan los dos equipos en disputa pasa a ser azul y amarilla. Fin del problema.
Sin embargo, hay juegos que necesitan obligatoriamente este filtro e incomprensiblemente no se ha implementado. Hace no demasiado estábamos jugando a la beta de ‘Age of Empires: Definitive Edition’ y me tocó comenzar con el equipo rojo.
Estas son las opciones visuales que actualmente ofrece la Beta de AoE: Definitive Edition.
Aquello fue un drama: además de tardar en encontrar unidades que estaban un poco más dispersas de la cuenta, cruzaba los dedos para que ningún enemigo fuera de color verde.
Y luego está el tema del Wololó, claro.
Ahora bien, también podemos esperar soluciones alternativas: el servicio de juego en nube de NVIDIA acaba de añadir una remesa de filtros a su beta, pudiendo darle un toque más personal a nuestras partidas. Pero lo más sugerente es que entre las opciones ofrecidas podemos encontrar un filtro de daltonismo que podremos aplicar a los juegos compatibles. Un paso hacia adelante, aunque -recordemos- no todos los tipos de daltonismo son iguales.
¿Y si la solución no estuviera en el software? Actualmente hay varios proyectos que están comenzando a tomar forma para adaptar el hardware a ese 8,5% de la población. Una iniciativa es el Spectral Edge, una especie de decodificador que modifica sutilmente los colores en la pantalla del televisor, las tablets o los smartphones. De hecho cuenta con su propio mando a distancia para ajustar los resultados.
Por otro lado, Samsung ha dado otro paso interesante reforzando las capacidades de sus televisores de QLED TV con la app SeeColors.
El sistema es sencillo: primero se detecta con enorme precisión el tipo de daltonismo del espectador y luego el propio televisor ajusta la configuración de color que se muestra en la pantalla, ofreciendo una experiencia visual adaptada al usuario que busca aproximarle a los colores reales. Una buena idea y un paso de gigante. Siempre que no compartas televisor, claro.
Aplicando la tecnología a unas gafas y otros trucos de la vieja escuela
Como dijimos al principio, en muchos casos se está combatiendo el fuego con fuego a la hora de eliminar las barreras cromáticas que la propia tecnología ha añadido durante las últimas décadas a través de filtros especiales, alguno incluso que podemos usar en la vida cotidiana, y otra serie de soluciones.
¿Tiene el daltonismo una “cura”? Bueno, de entrada no se trata de una enfermedad, aunque se están haciendo experimentos con algunos resultados positivos para que tengamos acceso a todas las tonalidades de color. Pero si te soy sincero, a título personal, tampoco es algo que valore especialmente.
Hace un par de años pudimos ver en Xataka unas gafas cuyo objetivo era "curar" el daltonismo. El truco es que filtran las frecuencias de color que hay entre el rojo y el verde (o entre el azul y el verde), alterando las frecuencias 'muy verdes' o 'muy rojas' de modo que los colores rojiverdes acaban acentuando su verdadera naturaleza. Ahora bien, Antes de poder usarlas se recomienda realizar un test previo para ver si podemos beneficiarnos de sus efectos.
Más interesantes son apps para móviles como Colorblind Pal, la cual usa la cámara para indicar el nombre del color (en inglés) de algún objeto en concreto. De este modo podremos saber el color cualquier objeto que tenemos delante, y no está nada mal tenerlo a mano si vamos de compras. (Sobre todo si buscamos un regalo que no es para nosotros).
Algo que consiguen también las Google Glasses. No es casualidad que una de las aplicaciones Estrella de mi iPhone es Colorblind visión o Cromatic Vision Simulator : una especie de simuladores de daltonismo que muestran como vemos el mundo los daltónicos. De nuevo hacemos uso de filtros solo que en este caso es para mostrar a segundas o terceras personas cómo vemos nosotros el mundo. Confieso que si sus creadores superan la de veces que la he mostrado posiblemente su icono en la store llevaría mi retrato.
Pero lo más sencillo suele ser usar la lógica para interpretar los colores. Por norma general cualquier logotipo relacionado con la alimentación usa el color rojo (dicen que estimula el apetito) mientras que el verde está más asociado a causas medioambientales y productos ecosostenibles. No es posible combinar mal los colores a la hora de vestir si no tienes nada verde, aunque alguna vez he intentado crear tendencia sin saberlo.
No distinguir todos los colores no me ha supuesto -hasta la fecha- ningún gran impedimento, aunque es incuestionable que la tecnología está dando pasos de gigantes de cara a hacer más sencillos los pequeños desafíos cotidianos, incluso alguna marca de navegador se acuerda de los daltónicos.. Hasta se ha creado un alfabeto de colores especialmente ingenioso. Poca broma.
A fin de cuentas, ese 8’5% de la población daltónica a nivel mundial supone casi el doble de la actual población de los Estados Unidos (4,3% de la población mundial en 2017 según Worldometers). Aunque, como dijimos, no todo el mundo es consciente de que es daltónico. Hay quien tarda décadas en darse cuenta, y puede que tú lo hayas descubriendo mientras nos leías ahora.
Imagen de portada | Overwatch
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