Parece mentira como en sólo un año y medio, desde el lanzamiento de Ouya en la plataforma Kickstarter, hemos visto propuestas de microconsolas con Android de todo tipo. Desde quienes apuestan por un modelo de juego por tarifa plana, véase Blue Stacks, a quienes buscan simple y llanamente una plataforma de ocio sin demasiadas pretensiones pero las suficientes para saciar el apetito.
Hasta ahora habíamos visto a empresas con un perfil más bajo o muy enfocadas al mundo de los videojuegos pero en CES, por sorpresa, ha sido Huawei quien también ha anunciado que se apunta a ofrecernos una pequeña consola para nuestro salón. Su nombre es Tron y os la enseñamos en vídeo.
Una microconsola más que busca su hueco
La propuesta del gigante chino viene en la línea de lo que hemos visto hasta ahora: una pequeña consola con control y capacidad suficiente para ejecutar con fluidez juegos 3D. Bien se trate de títulos de Google Play como otros propios en una tienda de aplicaciones exclusiva que tendrá Huawei.
Por fuera, salvando mucho las distancias, se da un cierto aire al Mac Pro de Apple. Por supuesto, no comparte el tamaño ni la potencia de este titán pensado para el mundo profesional pero resulta imposible no acordarse de con un parecido tan claro. El mando, a pesar de su inmensa zona táctil para movernos por la pantalla, es realmente cómodo y mejor fabricado que el de algunos de sus competidores.
A nivel de conexiones ofrece el esquema que ya conocemos en estas consolas: cable ethernet, conexión inalámbrica WiFi y un puerto en USB. En este último apartado Huawei se ha portado y nos trae un 3.0. Está claro que no sólo lo ven como una consola sino como un sistema de entretenimiento multimedia.
Por lo demás nos encontramos con una consola potente pero que no ofrece, de momento, una gran distinción. Hablando con el equipo de Huawei en su stand, llegamos a la conclusión de que hay mucho camino por recorrer todavía, detalles que concretar y sobretodo enfatizar alguna de sus virtudes que sirva como gancho para los más jugones.
Una propuesta interesante, que funciona pero con el riesgo de caer en el montón si no logra ofrecer algo diferente a lo que hacen el resto, que han caído ya en una zona aséptica, muy funcional y sin grandes elementos que marquen la diferencia.
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