El MWC como tal se celebra desde 2006 en Barcelona; en los años anteriores se denominaba 3GSM World y tenía su sede en Cannes. En sus 32 años de historia, ha visto pasar por sus pabellones innumerables novedades que los fabricantes han ido presentando al ritmo marcado por la tecnología y las tendencias de cada momento. Edición tras edición, esta cita tecnológica va configurando el sector en cada edición relegando al ostracismo algunas iniciativas y encumbrando otras.
Los terminales flagship de las marcas de más tirón actúan como reclamo mediático, al tiempo que satisfacen el hambre de novedades de su audiencia más fiel. Y si suelen ser estos los que atraen la atención de los medios, es en las gamas medias y de entrada donde se da servicio a un mayor número de clientes. No obstante, no siempre ha sido una tarea fácil, especialmente en los primeros años de recorrido de la telefonía móvil.
Con todo, marcas como Alcatel democratizan esos adelantos tecnológicos que estrenan los teléfonos premium en cada Mobile implementándolos con celeridad en smartphones de precio accesible. Es el caso de los modelos Alcatel 1S, Alcatel 3 y Alcatel 3L anunciados este año, que además mantienen esa identidad de marca portando ADN de los Alcatel One Touch de hace casi dos lustros.
Son modelos que resuelven las necesidades de todo tipo de usuarios, incluidos aquellos más multitarea, que han integrado el móvil como una herramienta inexcusable en sus actividades diarias. Es el caso del actor, emprendedor y deportista Mario Conde, quien nos muestra en el siguiente vídeo cómo transcurre un día cualquiera en su vida:
Pantallas más grandes, más memoria, mejor rendimiento
Las tendencias en movilidad pasan por los dispositivos a ritmos cada vez más acelerados y asumiendo más roles. Las pantallas de los teléfonos móviles se van agrandando y acorralando a las tabletas. Si en 2015 eran de 5,5", en 2016 subían a 5,7" y en 2017 a 6,2", para llegar a 2019 con hasta 6,7" o incluso pantallas plegables como las que se han visto en esta edición del MWC.
Asimismo, cambian los formatos. Si buena parte de 2018 estuvo protagonizada por los ratios 18:9 siendo Alcatel la primera firma en presentar en la cita de Barcelona todos sus lanzamientos en este formato, ahora parece mandar la proporción 19:9, o 19,5:9 de sus nuevos terminales de la serie 3.
Y en esa carrera por tener la pantalla más grande, también se ha ido modificando el diseño de los frontales para ubicar la cámara. Este año, junto a los innovadores displays agujereados, hemos visto modelos, como los Alcatel 3 y 3L, luciendo la reinterpretación del notch en forma de gota. Además, los sensores mejoran y se multiplican haciendo que los móviles adopten el rol de cámaras de fotos o de vídeo gracias al uso de técnicas de fotografía computacional e inteligencia artificial.
Por su parte, la mejora de las capacidades fotográficas de los móviles ha logrado alcanzar a la gama de entrada, donde algunos modelos como el Alcatel 1S apuestan por los dos sensores con los que recrear el famoso efecto bokeh en tiempo real. Este teléfono también ilustra con acierto cómo se han estandarizado en un rango de precios asequible sistemas de seguridad tales como el reconocimiento facial.
De la misma manera, las realidades extendidas se acercan a esta categoría y, poco a poco, la app de reconocimiento de imágenes Google Lens se va integrando en las interfaces de propuestas como el Alcatel 3. Es posible acceder a esta aplicación desde la cámara o desde el cada vez más omnipresente Google Assistant para que el usuario le pida a su teléfono de viva voz que amplíe información sobre aquello que está viendo.
Por otro, los equipos de gama media ya vienen con cantidades de memoria que no van a suponer un cuello de botella en condiciones de uso normal, junto con espacio suficiente para instalar aplicaciones y almacenar datos. Los fabricantes de procesadores dotan a estos modelos de un rendimiento suficiente para ofrecer una experiencia de usuario ágil. Es decir, ya no hay que renunciar a la agilidad de uso aunque se elijan smartphones de gamas medias.
A estas alturas, por un precio de entre 109 euros (Alcatel 1S) y 189 euros (Alcatel 3 con 64+4 de configuración de memoria) se pueden conseguir terminales ágiles y funcionales que no comprometen la experiencia de uso cotidiana.
La gama media de 2020
Como avanzábamos un poco más arriba, esta edición del MWC ha sido la del pistoletazo de salida para una nueva tendencia, la de los móviles plegables. Se han sentado las bases para un factor de forma inédito hasta la fecha: el de las pantallas que se doblan. Y otra de las tendencias que se han materializado, finalmente, es la conectividad 5G.
Este año, este tipo de tecnologías es patrimonio de terminales premium. Pero es previsible que las pantallas plegables y 5G lleguen a la gama media en un tiempo especialmente breve, con miras a 2020 como meta para ofrecer equipos con estas características a precios razonables.
Alcatel, por ejemplo, podría lucir ambos avances en 2020. Todo dependerá en última instancia de que la funcionalidad sea correcta y se pueda ofrecer a un precio contenido. Pero parece viable. No olvidemos que TCL, fabricante de los terminales Alcatel, desarrolla su propia tecnología de pantallas plegables, así como su propia bisagra DragonHinge (bisagra Dragón), presentada como prototipo en esta edición del MWC y que es el elemento clave para fabricar terminales plegables.
La marca cuenta entre otras ventajas con la capacidad de fabricación de TCL, que desarrolla su propia tecnología de pantallas AMOLED a través de la empresa CSOT (China Star Optoelectronics Technology), por lo que no depende de terceros. De este modo, puede llevar a sus gamas media y de entrada en un corto periodo de tiempo innovaciones tecnológicas a medida. O crear gamas nuevas si llega el caso para acomodar tendencias tan disruptivas como 5G o las pantallas plegables.
Ciclos cada vez más cortos
La velocidad con la que se llevan tecnologías a las gamas medias desde las altas aumenta a medida que se acortan los periodos de tiempo en los que las novedades siguen siendo novedades. Con cientos de millones de compradores potenciales, la rotación de los dispositivos aumenta, así como la competencia entre fabricantes, lo cual hace que sea preciso innovar para diferenciarse.
Los ciclos tecnológicos que hace apenas un lustro duraban incluso más de un año, ahora duran unos meses. Y a la vista del ritmo al que se optimizan y democratizan las innovaciones, parece bastante plausible que una tecnología premium recién presentada llegue a la gama media un año después.
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