Vivo lleva un tiempo preparando su desembarco en Europa y lo hace con una selección de móviles entre los que está el que nos ocupa en este artículo. En el análisis del Vivo X51 5G ponemos a prueba las capacidades de este gama media particularmente ambicioso en fotografía, como ahora veremos.
Para dar soporte 5G y a ese conjunto de lentes del que posteriormente hablaremos, la marca ha recurrido al Snapdragon 765G de Qualcomm. Todo ello va dentro de un chasis a la moda y revestido de una pantalla que no deja fuera los 90 Hz. Os contamos qué tal con él.
Ficha técnica del Vivo X51 5G
Vivo X51 5G |
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Pantalla |
6,56" AMOLED 90 Hz |
Procesador |
Qualcomm Snapdragon 765G |
RAM |
8 GB LPDDR4X |
Almacenamiento |
256 GB UFS 2.1 |
Cámara trasera |
48 MP Gimbal (1/2“, 0,8 µm), f/1.6, PDAF+LDAF
|
Cámara frontal |
32 MP |
Batería |
4.315 mAh + 33W |
Sistema operativo |
Android 10 |
Conectividad |
LTE, 5G |
Dimensiones y peso |
158,46 x 72,8 x 8,04 mm |
Otros |
Lector de huellas en pantalla, USB tipo C, chip Hi-Fi AK4377A |
Precio |
Diseño: un aspecto y una construcción superior a lo que se ve en su gama
Si ignoramos la ficha técnica del móvil, al sostenerlo por primera vez pensaríamos que se trata de un móvil de gama alta. La construcción, las líneas de diseño y los acabados desde luego están a la altura de un tope de gama actual.
El Vivo X51 5G tiene las esquinas curvadas al más puro estilo Galaxy S, aunque jugando con la simetría casi a todos los niveles. El borde de metal, con acabado en brillo, sirve para unir las curvaturas de la trasera y la pantalla, casi del mismo grado, a la vez que los bordes superior e inferior son completamente planos.
Los botones físicos se integran en este marco de metal, muy fino a los lados pero sin molestar al agarre, que contrasta con el acertado acabado mate de la parte trasera. Una manera de que las huellas dactilares apenas queden en la misma, aunque puede resultar un poco resbaladiza.
En los aplanados bordes superior e inferior veremos algunos detalles curiosos. No hay minijack de audio y el USB tipo C, el altavoz principal y la bandeja de la SIM quedan juntos (no alineados), viendo que en la parte superior figura sobre una tapa de cristal la inscripción “5G Professional Photography” (por si se nos olvidaba al usarlo).
Hablando de las cámaras, el módulo trasero es llamativo al ser grande y está compuesto por dos superficies que separan el teleobjetivo (lente cuadrada) de los otros tres, aunque estrictamente no sobresale demasiado y la verdad es que estéticamente está bastante bien pensado y acabado. Eso sí, aunque no lo parezca a la vista si no usamos la funda el móvil se balancea bastante al usarlo apoyado en la mesa.
Pese a que con las curvaturas el borde es más angulado, no resulta incómodo sostenerlo aunque a no ser un móvil pequeño per se. En comparación con otros sí vemos que entra en la liga de los más compactos de la actualidad, por debajo en volumen del OnePlus Nord y más en la línea del Samsung Galaxy S20 que de otros más grandes como el Huawei P40 Pro.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Vivo X51 5G | 158,46 | 72,8 | 8,04 | 181,5 | 6,65 | 4.315 | 115,43 | 92,81 |
OnePlus Nord | 158,3 | 73,3 | 8,2 | 184 | 6,57 | 4.160 | 115,96 | 95,09 |
Huawei P40 Pro | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
Samsung Galaxy S20 | 151,1 | 69,1 | 7,9 | 163 | 6,2 | 4.000 | 104,41 | 82,48 |
iPhone 11 Pro | 144 | 71,4 | 8,1 | 188 | 5,8 | 3.179 | 102,81 | 83,28 |
Pixel 4 XL | 160,4 | 75,1 | 8,2 | 193 | 6,3 | 3.700 | 120,46 | 98,78 |
LG V60 ThinQ | 169,4 | 77,7 | 8,9 | 219 | 6,8 | 5.000 | 131,62 | 117,15 |
Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Xiaomi Mi 10T Pro | 165,1 | 76,4 | 9,33 | 218 | 6,67 | 5.000 | 126,13 | 117,69 |
De hecho, es de los móviles más ligeros que vemos con esa diagonal y volumen, aunque la batería queda en 4.315 mAh que no es una capacidad destacable, viendo los más de 4.500 mAh que presentan las baterías de móviles más pesados (y voluminosos). No obstante, es de mayor capacidad que la de los móviles que hemos citado antes.
Hablando del frontal, han insertado la cámara frontal dentro de la pantalla y destaca lo fina que es la hendidura para el auricular, casi imperceptible. Los marcos de la pantalla no llegan a ser iguales, aunque sí hay simetría entre los laterales y los superior e inferior.
De la curvatura de la pantalla hablaremos ahora, pero puede que sea de los que la presenta en mayor grado en la actualidad. Además de esto, lo que destaca es la buena construcción y que dejando a un lado el manejo consigue ser un móvil bastante elegante.
Pantalla: un buen rendimiento ensombrecido literalmente
Vivo saca pecho con la curvatura delantera y trasera para lucir la pantalla AMOLED de 6,56 pulgadas con resolución FullHD+ de 1.080 x 2.376 píxeles. Con estas especificaciones encaja con lo que solemos ver en gama media, manteniendo la densidad (de 397 píxeles por pulgada) también rondando los 400 ppp.
La pantalla viene muy fría de fábrica, pero por suerte podemos ver en los ajustes de pantalla un menú para seleccionar el modo de color y ajustar la temperatura. También está algo sobresaturada, pero se soluciona eligiendo el modo de color normal y no el predeterminado, ajustando la temperatura.
Más allá de esto, el contraste y la definición son suficientes para dar una buena experiencia. El brillo máximo nos ha parecido suficiente para la correcta visualización del panel en todo momento, aunque el ajuste de brillo automático es un poco lento a la hora de adaptarse a un nuevo entorno y a veces le hemos ayudado manualmente.
La definición del panel es correcta, sin que echemos en falta detalle o nitidez y con una buena experiencia en la visualización de todo tipo de contenidos. Además, pese a la forma y a lo que pueda parecer es adecuada también en cuanto a ángulos de visión, sin apreciar degradados o ensombrecimientos.
En cuanto a la curvatura, hay que decir que en general están bastante bien corregidas las pulsaciones accidentales, teniendo en cuenta que lo natural al sujetarlo para hacer una fotografía o al escribir nos apoyamos directamente sobre la pantalla. En lo único que hemos notado que hay dificultad es al manejar el cursor de la reproducción de YouTube, de modo que no podemos hacerlo hasta que no se encuentra sobre la superficie plana.
Eso sí, el toque de sofisticación que puede dar a nivel estético se pierde con las sombras que naturalmente se producen en la pantalla por la curvatura del cristal. Se observará sobre todo en fondos claros.
Otro aspecto a destacar es el de la tasa de refresco, que puede estar en 90 Hz de manera estática o automática (sólo cuando el sistema considera necesario). Los 90 Hz aportarán un extra de fluidez que no le viene nada mal al software y que notaremos sobre todo en transiciones y scroll. Si jugamos a títulos compatibles con esta tasa de refresco, también notaremos mejora.
Tenemos algunas opciones que nos pueden interesar para complementar la interacción y la visualización de elementos. En el Vivo X51 5G hay pantalla ambiente, aunque la encontraremos como “Pantalla siempre encendida” dentro de las opciones para la pantalla de bloqueo. Vemos la personalización mínima habitual, de hecho en esto es bastante parecido a lo que vemos en One UI.
Además, podemos activar las opciones de doble toque y levantar para despertar la pantalla, que normalmente suelen hacer más cómoda la interacción. Eso sí, lo encontraremos en el apartado de “Efectos dinámicos” en los Ajustes generales, donde también podremos activar el efecto de iluminación ambiental para que aparezca una animación dinámica en la pantalla ambiente si tenemos la reproducción de música activa (que supondrá un consumo extra de batería en la pantalla ambiente).
Hablando del aprovechamiento del frontal, no tenemos cifra oficial del mismo por ahora, pero la sensación de “todo pantalla” está muy conseguida. La barbilla es sutilísima, de modo que el borde inferior casi es igual que los laterales, y aunque no son los más delgados que hemos visto sin dudas es un frontal bien aprovechado.
Parte de ello viene por el agujero en pantalla, que queda en unos 3,56 milímetros de diámetro lo cual está en la línea de las isletas de móviles recientes como el Xiaomi Mi 10T Pro o el OnePlus 8T. Con él, la barra de tareas está en torno a los 6,3 milímetros, con lo cual el texto tiene bastante espacio sobrante por encima como veíamos también en esos móviles (en esto de momento se lleva la corona de laureles Samsung con su barra de 4,5 milímetros).
Lo importante es que el agujero no interfiere en ninguna de las apps que hemos probado, ni siquiera en los juegos en los que los elementos a pulsar se colocan en las esquinas. Además, contamos con los gestos de navegación, en los cuales se permite ocultar la barra inferior y así que podamos navegar por el sistema sin que ningún elemento ocupe superficie de la interfaz.
Rendimiento: el chip estrella de Qualcomm para la gama media es más que suficiente
Como hemos dicho en la introducción, se ha optado por el procesador Snapdragon 765G de para este móvil. El primer procesador para la gama media con 5G de Qualcomm centrado además en proporcionar el rendimiento suficiente para el juego y la fotografía actual.
Hay una única versión del Vivo X51 con 8 GB de RAM LPDDR4X y 256 GB de almacenamiento interno UFS 2.1, sin posibilidad de ampliar con microSD. Una configuración que vemos de manera habitual tanto en gama media y en gama alta y que sobre el papel es una buena base a nivel de hardware, lo cual se cumple en la práctica.
Así, lo que hemos visto es que la fluidez es constante y que ninguna tarea se ha hecho imposible durante las pruebas. De hecho, lo que destaca es que no se calienta lo más mínimo. Han hecho muy buen trabajo en la construcción hablando de la disipación del calor.
Sí hemos notado que la app de cámara va particularmente lenta, pero dado que sólo es esta app y que no hay lag en ningún otro aspecto o situación (la multitarea va bien, los gestos, etc.) no consideramos que el hardware sea insuficiente. Para quien se guíe por los benchmarks, os dejamos los resultados de los tests habituales a continuación.
Vivo X51 5G |
OnePlus Nord |
Realme 7 Pro |
Xiaomi Mi Note 10 |
Xiaomi Mi 10 Lite |
Motorola One Vision |
LG Velvet |
Motorola Edge |
Huawei P Smart 2019 |
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PROCESADOR |
Snapdragon 765G |
Snapdragon 765G |
Snapdragon 720G |
Snapdragon 730G |
Snapdragon 765G |
Exynos 9609 |
Snapdragon 765G |
Snapdragon 765G |
Kirin 710 |
|
RAM |
8 GB |
6 GB GB |
8 GB |
6 GB |
6 GB |
4 GB |
6 GB |
6 GB |
4 GB |
|
GEEKBENCH |
635 / 1.983 |
554 / 1.832 (5.0) |
572 / 1.699 (5.0) |
539 / 1.715 (5.0) |
554 / 1.832 (5.0) |
1.507/4.934 |
593 / 1.742 (5.0) |
505 / 1410 |
1.531 / 5.149 |
|
PC MARK WORK |
8.773 |
9.194 |
10.058 |
7.473 |
10.542 |
6.812 |
10.541 |
9.477 |
5.853 |
|
3D MARK(SLING SHOT) |
4.500 |
4.309 |
3.549 |
- |
.309 |
1.766 |
2.030 |
4.308 |
- |
1.144 |
Software: una adaptación global que va por el buen camino
En los móviles Vivo vemos que Android 10 se mueve vestido por la capa propia de personalización, que cambia bastante la experiencia a nivel estético y de funcionamiento. Se trata de Funtouch OS 10 en su versión global, dado que la marca ha querido que su software se adapte a lo que el consumidor europeo prefiere. Además, confirman que será actualizable a Android 11 y que habrá soporte durante unos cuatro años, sin detallar si se tratará de cuatro actualizaciones mayores.
Es por ello que hay un diseño específico para la versión china y otro para la europea, intentando evitar el bloatware y cambiando el asistente virtual propio (Yovi) por Google Assistant. Así, Funtouch OS viene con alguna app propia extra (que no podremos borrar) y Facebook como única app de terceros (que sí podremos eliminar).
El fabricante apuesta por los efectos visuales, como el salvapantallas dinámico que viene activado por defecto (es una vista de una carretera por la que se mueven los coches) o bien animaciones en los bordes en pantalla bloqueada (si se está reproduciendo música). Pero las interfaces generales, así como los ajustes del sistema, presentan un aspecto bastante estándar y poco recargado.
Hablando de los ajustes vemos que más o menos se mantiene el orden habitual de las secciones, aunque como ya hemos comentado hablando de la pantalla hay algunos extra. De hecho, la activación de algunos ajustes para la misma no está donde habitualmente y no ayuda demasiado el buscador, que en ocasiones no encuentra términos aunque los escribamos literalmente como figuran en los menús.
De la sección de “Efectos dinámicos” ya hemos hablado, disponiendo ahí todo lo relacionado con los efectos concernientes a interacciones y conexiones. Está bien que se añadan opciones de personalización, pero si lo que buscamos es la máxima rapidez recomendamos que no se apliquen en ningún caso (ya para gustos, colores y nunca mejor dicho).
La capa de Vivo cuenta con las herramientas de mantenimiento habituales, que vienen en la app propia de iManager. Vemos además que cuenta con los ajustes de bienestar digital (también los habituales) y con el modo Ultra Juego, que se activará automáticamente para los juegos que se vayan instalando.
Se trata de unos ajustes automáticos para maximizar el rendimiento en los juegos, con el máximo de prioridad para esta tarea con el modo Esports. Hay algunas opciones que no solemos ver en este modo normalmente como la reproducción automática en pantalla apagada, que permite que el juego siga en marcha aunque esté el móvil bloqueado (no nos lo permitirá con batería baja) o la “mejora de vista de ojo de águila”, con la cual tenemos una sensible mejora de la calidad gráfica.
En general, la capa de personalización es bastante completa y probablemente sea un aliciente contar con una versión distinta a la local por la diferencia de necesidades y preferencias que suele haber. En nuestra experiencia ha mostrado estabilidad y fluidez, y aunque podamos echar en falta algún aspecto (colocar las apps en espacio único y no en cajón, etc.) es bastante completa.
Biometría
El Vivo X51 integra en su pantalla tanto la cámara que facilita el reconocimiento facial (estándar) como el lector de huellas (óptico). Los dos métodos basados en la biometría por excelencia para acceder al terminal, teniendo una buena experiencia con ambos.
Para activar la lectura de huella tendremos que dar un doble toque a la pantalla, aunque esté la pantalla ambiente. La lectura se produce de manera rápida y efectiva, sin haber visto fallos o que sea muy exigente en cuanto a la superficie de la huella a colocar.
Hablando del reconocimiento facial, el registro se produce con rapidez y mostrándonos las opciones que tenemos una vez lo activamos. La pantalla ha de estar activa, por lo que conviene configurar el levantar pantalla para activar porque de hecho nos llega a detectar el rostro incluso de camino a poner el móvil ante nuestra cara.
Es rápido y bastante eficaz con iluminación suficiente, sin funcionar en la oscuridad salvo que activemos la iluminación de la pantalla (que viene a ser como el flash para la cámara frontal).
Cámaras: unos buenos cimientos con trabajo por hacer
Uno de los principales atractivos del móvil es el sistema de cámaras traseras que integra, al menos sobre el papel. La protagonista, por especificaciones y por apariencia: la cámara principal con gimbal incorporado.
Un sistema que nos anticiparon con el producto conceptual Vivo Apex 2020 y con el que nos prometen la estabilidad que se obtiene con un gimbal al absorber vibraciones en mayor medida que un sistema estándar según la marca. En concreto, lo que explican es que en un sistema de estabilización óptica (OIS) estándar hay un grado de estabilización de ± 0,7 grados, mientras que el gimbal de Vivo tiene un grado de ± 3 grados, combinándose además con un sistema de estabilización electrónica (EIS).
En total, lo que vemos en el peculiar módulo trasero y asomando por la pantalla es lo siguiente:
- Cámara principal “gimbal” (OIS + EIS): sensor Sony IMX598 de 48 megapíxeles (1/2 pulgadas, píxeles de 0,8 µm) con lente con apertura f/1.6, PDAF + LDAF.
- Teleobjetivo con sensor de 8 megapíxeles (1/4,4 pulgadas, píxeles de 1,008 µm), con zoom óptico de 5x y 60x digitales, AF+OIS, apertura f/3.4.
- Lente para retrato con sensor de 13 megapíxeles con apertura f/2.46, zoom óptico 2x, AF.
- Lente gran angular-macro con sensor de 8 megapíxeles (1/4 pulgadas, píxeles de 1,12 µm) .
- Cámara frontal: sensor de 32 megapíxeles.
Como vemos, integran la tríada básica que esperaríamos en un tope de gama, ya no sólo con un teleobjetivo sino con dos contando el de retrato. Con esta lente tratan de obtener un desenfoque más suavizado, sin olvidar la fotografía macro cuyo modo emplea la lente gran angular.
Para entender todas las funciones y ubicarlas viene bien echar un ojo a la app de cámara, la cual pasaremos a analizar ahora como de costumbre.
App de Cámara
La app de cámara mantiene la estructura habitual de modos con pestaña propia y navegación por swipes, aunque en este caso hay muchos elementos a tener en cuenta y no siempre será intuitiva. En la interfaz del modo automático veremos que contamos con accesos directos para Lens, el flash, el HDR (que siempre se abrirá activado por defecto), los filtros y los ajustes, viendo que en la parte de abajo hay un botón flotante para “Lente”.
Ese botón ofrece ir directamente al gran angular, bien para este disparo o para el macro, y al modo retrato, aunque lo lógico es que saltase a dicha lente y no lo hace. Nos aparece un control táctil de la apertura muy útil, pero con este acceso no vamos al tele para retratos.
A esta lente vamos con la pestaña del modo retrato, que ya nos deja en los 2x y donde vemos las muchas, muchas opciones que hay para los retratos. Sobre todo de cara a sugerencias de encuadre, aunque está totalmente enfocado a personas (veremos que el modo funciona con todo tipo de objetos).
El modo noche tiene su pestaña y es también bastante nutrido. Podemos elegir el estilo (filtro) o lente entre la principal y el gran angular, ya que aunque aparecen los botones de 2x y 5x el disparo se producirá con la lente estándar igualmente, actuando el gimbal en el modo “extreme night”.
Conviene echar un vistazo a la pestaña “Más”, ya que es donde se ubica el modo a 48 megapíxeles, el Pro, y los modos de larga exposición entre otros. Y en vídeo veremos en la parte superior se añaden el modo cine y la “súper anti vibración”, pero para la resolución del mismo tendremos que ir a los ajustes.
Curioso que no haya acceso directo del temporizador en la interfaz de modo automático, estando éste también en los ajustes (aunque veremos que hay posibilidad de añadir gestos y control por voz para la obturación). De hecho, en los ajustes de la app veremos la calibración del gimbal y otras opciones interesantes de visualización y acciones que conviene conocer para adaptar un poco más la app a nuestro uso.
Es una app completa, aunque hay algunos aspectos a mejorar para que sea más intuitiva o para sacar todo el partido a las lentes. Nos podemos acostumbrar a ella, pero lo que sí es posible es aligerarla un poco ya que tiene algo de lag, especialmente cuando tiramos del teleobjetivo principal.
Cámaras traseras
Las expectativas eran muy altas pese a tratarse de un móvil de gama media, y al final lo visto no ha sido tanto como esperábamos. El Vivo X51 resuelve bien en general, pero como suele ocurrir el mejor resultado lo tiene en fotografía macro y primer plano, y no tanto con los teleobjetivos.
En el modo automático vemos fotos bastante aceptables tanto en exteriores como en interiores. Algo justas de rango dinámico y con tendencia al magenta en el tono, pero si no es una situación complicada hace al menos una correcta interpretación de iluminaciones y penumbras.
Por la tarde, especialmente cuando ya empieza a anochecer, vemos más ruido y grano del que esperábamos. Aquí la lente que más se aqueja de la pérdida de nitidez es el gran angular, donde incluso vemos acuarelas fácilmente (y no sólo en los bordes).
El HDR apenas se nota si lo aplicamos cuando la situación no supone un reto a nivel de recuperar información cromática o de sombras. Compensar dejarlo activado porque no añade drama ni exageración de contornos en disparos no exigentes, pero sí recupera algo de luces en los contraluces y fotografías con iluminación media-baja. Eso sí, va a ser un disparo ligeramente más lento y de noche puede salir la fotografía movida.
El teleobjetivo tiene una buena acción cuando la iluminación es abundante y favorable; si no nos dará fotos quemadas directamente, sobre todo a 5x. A falta de una comparativa directa con algún otro rival, en general no lo vemos a la altura de lo presentado previamente en cuanto a zoom óptico de 5x. Y el de 60x tiene un uso bastante testimonial al necesitar mucha estabilización y al final dar instantáneas poco definidas.
El gran angular de día tiene un rendimiento aproximado a la fotografía en automático, aunque con menor nitidez. Como hemos comentado, es por la tarde y sobre todo por la noche cuando lo vemos regular, aunque con muy buena iluminación de noche podrá sacar buenas fotos.
Hablando de esta situación, el modo noche nos da bastantes opciones contando con los modos de larga exposición que están en la pestaña “Más”. En general, se trata de fotos con menor ISO y una ligera mejora de la definición de contornos, que especialmente se nota en los zoom.
Veremos que cambia un poco el balance de blancos, pero no se empobrece el resultado por esto. Y los modos de larga exposición permiten sacar cielos estrellados y fotografías de la Luna que para un móvil están bastante bien, aunque esto siempre con trípode si sobre todo activamos el de cielo estrellado, que son unos cuatro minutos de exposición (sin poder pararlo).
La fotografía macro da muy buen resultado, ya sea con el gran angular o simplemente con el objetivo principal a su mínima distancia de enfoque. Los colores son correctos y también la exposición, mostrándonos una vez más que un gran angular puede servir para este tipo de fotografía permitiendo mayor resolución, tamaño de la fotografía y que no se comprometa la exposición tan fácilmente como en los objetivos macro con sensores de 2 ó 5 megapíxeles que tan de moda están.
El modo retrato va a ser la fantasía de quien pueda tener un fotógrafo particular a su entera disposición, porque hay muchísimas opciones. Eso sí, veremos que el balance de blancos tiende a ser demasiado cálido y que el desenfoque no es tan natural o gradual como esperábamos por el hardware.
No obstante, el recorte suele ser correcto. Eso sí, el autofocus, cuando no son personas sobre todo, puede dar algún fallo.
Los 48 megapíxeles nos van permitir obtener fotografías más grandes. Sí notamos que nos da recortes algo más definidos que en el caso de la fotografía en automático, aunque vamos a perder el rango dinámico extra del HDR.
Cámaras frontales
La cámara frontal tiene un sensor con bastante resolución, y aunque eso no es toda la leña que hay que meter en el asador de la calidad el resultado es muy bueno a nivel de nitidez. Veremos que el balance de blancos en interiores y el contraste son demasiado exagerados (muy cálido el primero), pero tampoco se rebaja la calidad final.
En exteriores se equilibra bastante más. En general nos gusta que son fotografías muy realistas hablando del color en el modo automático, aunque hay una mínima tendencia al magenta en el tono como veíamos también en la trasera (y como también ocurre en el vídeo según la situación).
El modo retrato no tiene tantas opciones como en las traseras, pero tiene un buen resultado. Lo mejor es que, a diferencia de las otras, no hay una diferencia en el balance de blancos o el tono.
Vídeo
Podemos grabar en 4K con el objetivo principal y hacer zoom digital. Sólo podremos grabar en gran angular y el tele (pudiendo cambiar en la propia toma) en resoluciones menores.
A 4K tenemos tomas más definidas, aunque el balance de blancos y la colorimetría se mantienen en cualquier resolución. En general son buenos vídeos, aunque los contraluces también nos la pueden jugar como en fotografía dejando fotogramas con demasiado halo y muy poco contraste. En general, por la calidad, compensará tirar de 4k (aunque sea una perogrullada cabe decirlo), salvo que queramos usar otras lentes.
Los puntos de mejora (en cualquiera de las resoluciones) están en la interpretación de iluminaciones y sombras en contraluces, la nitidez y sobre todo el rango dinámico. Vemos que es menor que el que veíamos en fotografía.
La captura del audio es correcta en todo caso, aunque es bastante fácil tapar el micro sujetar el móvil en horizontal, como también veremos que ocurre con el altavoz al jugar.
El modo de súper antivibración (máxima estabilización con el gimbal) obliga a realizar tomas a 60 fps. Esto hará que podamos tener parpadeo según la iluminación, pero entendemos que lo han configurado así para dar algo más de fluidez.
La toma sí está más estabilizada, aunque no deja de ser algo muy forzado y tampoco acerca del todo a la sensación que tenemos al ver grabaciones hechas con un estabilizador o gimbal. De es cuando más nos compensará, sobre todo si grabamos a 1080p ya que como ahora veremos la estabilización en esta situación es menor si tiramos del automático.
De noche la calidad baja más de lo esperado. Cierto es que la estabilización automática es aceptable, no se necesita sí o sí tirar del modo de súper estabilización, pero aparecen bastante ruido y temblores si hay movimiento.
En gran angular se nota una pérdida de calidad con respecto al objetivo principal, pero es de noche cuando el enfoque automático tiene mucho problema. El color y el balance de blancos no experimentan mucha diferencia.
Con la cámara frontal tenemos vídeos más que aceptables, con un resultado realista y muy buena definición de día. De noche siempre bajará más la calidad, pero tampoco queda por debajo de lo esperado y además la estabilización electrónica trabaja bien.
Autonomía: que la tasa de refresco no condicione las horas de batería
El Vivo X51 5G logra ser relativamente ligero y no muy grueso en parte por integrar una batería que no llega a las cotas más altas que estamos viendo en la actualidad, quedándose en 4.315 mAh. Cuenta con soporte de carga rápida de 33 vatios, aunque no de carga inalámbrica y/o inversa.
La autonomía dependerá de qué tasa de refresco configuremos, además del uso y la conexión. Hemos alternado jornadas más o menos exigentes con la tasa máxima a 90 Hz (automática y manual) y a 60 Hz, y la media se nos ha quedado en 35 horas de autonomía, que no está nada mal, con unas 5 horas de pantalla, eso sí.
La tasa de refresco adaptable parece la mejor solución para ahorrar consumo sin renunciar a esta especificación, aunque cabe decir que con 90 Hz fijos se obtiene ya más de 24 horas de autonomía ejecutando juegos, viendo vídeos y usando la cámara. Al final no hemos notado una diferencia sustancial entre tenerlo a 60 Hz y a 90 Hz, así que si nos conformamos con algo más de un día de autonomía los 90 Hz serán la mejor opción a nivel de experiencia de uso.
La carga tarda más o menos 1 hora y 15 minutos en completarse con el cargador propio y el móvil apagado. Además, con media hora nos da ya más del 50% de carga, con lo que tendremos para unas 12 horas de autonomía mínimo.
Sonido: el chip dedicado no exime del margen de mejora
La aproximación de este Vivo con el audio es, cuanto menos, curiosa. Dotan al móvil con el chip Hi-Fi AK4377A para mejorar la experiencia, que incluye el DAC de 32 bits y el amplificador, pero no dispone de sonido estéreo ni de minijack (aunque incluyen auriculares y adaptador en el pack, algo a valorar sobre todo para quien no disponga de auriculares compatibles). Además, el altavoz principal es fácilmente tapado al sostener el móvil en horizontal.
Hablando del sonido por el altavoz, de potencia va sobrado con 111 decibelios a la salida inmediata del mismo, que quedan en unos 75 decibelios ambientales. Aunque si lo tenemos como centro propio multimedia de una estancia normal podremos dejarlo en el 60% del volumen y será suficiente (en torno a los 67 dB), teniendo también mejor calidad que al tope.
La calidad no es una sorpresa para bien, de hecho no notamos que el sonido sera mucho mejor que otros gama media superior del mercado. Con el altavoz hay un audio correcto, con un rango dinámico justo y de calidad media, sin alardes, de hecho es incluso algo más “metálico” de lo esperado.
Hablando de auriculares la experiencia mejora, sea con los que sea, notando que los agudos y graves están mucho más compensados. Sea por el chip o por el hardware, notamos mucha mejora en los graves y que se obtiene más rango dinámico. Así que si podemos elegir, mejor con auriculares.
Para éstos está las únicas mejoras opcionales que vemos en el software de sonido: los ajustes Hi-Fi y el efecto de sonido personalizado. En cuanto a los ajustes HiFi podemos seleccionar qué apps de las disponibles lo ejecutan, recomendando que lo activemos porque da un plus de calidad que se agradece.
El perfil de audio personalizado es uno de los más avanzados que hemos visto, dado que permite crearlo a partir de una evaluación normal (test de unos dos minutos) o bien avanzada (entre 4 a 5 minutos). En esta segunda opción no sólo hemos de decir si oímos el pitido o no, sino que podemos ajustar para indicar el punto mínimo de audición (a partir de lo cual va creando el perfil) y al final nos dice qué tal andamos de audición en cuanto a la media (aunque no sabemos la fuente de los datos).
Vivo X51 5G, la opinión de Xataka
Teníamos ganas de saber con qué desembarcaba Vivo en Europa y ha sido buscando destacar a nivel de fotografía y sin renunciar al 5G. El Vivo X51 5G propone que una configuración de gama media esté salpicada de aspectos de gama alta, y eso también se nota en el precio de partida: los 799 euros nos saben más a gama alta "completo" que a este gama media con pretensiones y por eso nos da la sensación de estar en tierra de nadie, en cierto modo.
Sorprende que resiste bien a jornadas gamer hablando de la muy buena disipación del calor, aunque echamos de menos el audio estéreo en el juego sobre todo cuando por accidente tapamos el altavoz principal. Nos sobra también la curvatura en la pantalla, aunque habrá quien vea esto de manera positiva por estética o el motivo que sea. Una vez más no le vemos sentido en la práctica ni tampoco claras ventajas con respecto a un panel plano.
Eso sí, nos esperábamos más en el rendimiento fotográfico, porque la configuración que ofrece sobre el papel es muy atractiva pero no vemos un rendimiento a la altura de la misma. El gimbal no ha sido el azote a la estabilización que esperábamos y en general el teleobjetivo y el gran angular tampoco se lucen, aunque éste último destaca usado como macro.
En general, el Vivo X51 5G es un buen móvil que funciona muy bien y en rendimiento está a la altura, aunque lo que más destaca es la buena construcción. Como hemos dicho, nos parece que no lo tiene nada fácil contra la competencia teniendo en cuenta lo que ofrece por su precio de partida, pero hay que recordar que es el primer móvil de la marca que llega al mercado europeo y habrá que estar atentos a su estrategia en España.
8.6
A favor
- Muy buena construcción y sensación de materiales de calidad. Parece un móvil de gama alta en su estética y diseño.
- No se calienta ni un ápice aunque juguemos un buen rato.
- Bien por la combinación de cámaras, aunque el rendimiento no es el esperado a nivel de hardware está por encima de la media en su gama (y en la alta incluso).
En contra
- El audio, pese al chip dedicado, tiene mucho margen de mejora.
- No es incómodo, pero la curvatura de la pantalla no nos aporta nada positivo en la práctica y sí unas sombras poco estéticas.
- El procesado de las fotografías y el vídeo podría ser mejor dada la configuración.
El terminal ha sido cedido para el análisis por parte de Vivo. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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