La IA más avanzada del mundo necesita dinero. Una de las opciones sobre la mesa es evidente: poner anuncios en ChatGPT

  • De momento no hay planes para añadir publicidad, pero sí parece ser una posibilidad que se ha puesto sobre la mesa

  • Sería la forma más directa y sencilla de monetizar a los usuarios gratuitos

  • La publicidad es los chatbots plantea ciertos dilemas relacionados con la fiabilidad de sus respuestas

ChatGPT
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¿Alguna vez habías pensado que ChatGPT era demasiado bueno para ser gratis? OpenAI también, por eso los modelos más avanzados están reservados a los usuarios de pago y por eso está tanteando monetizar a sus usuarios gratuitos. ¿Cómo? Con un sistema altamente probado, eficaz y al que todos y cada uno de los usuarios de Internet están acostumbrados: la publicidad. Efectivamente, OpenAI está tanteando añadir anuncios a ChatGPT.

Las declaraciones. Ha sido Sarah Friar, CFO de OpenAI, la que ha confirmado esta información en declaraciones a Financial Times (vía Axios). La ejecutiva ha asegurado que están sopesando incluir publicidad en su chatbot, pero que quieren "reflexionar sobre cuándo y dónde aplicarlos". No obstante, después de la publicación de esa declaración, OpenAI ha emitido un comunicado, también recogido por el medio estadounidense, en el que afirman lo siguiente:

"Nuestro negocio actual está experimentando un rápido crecimiento y vemos oportunidades significativas dentro de nuestro modelo de negocio actual. Aunque estamos abiertos a explorar otras fuentes de ingresos en el futuro, no tenemos planes activos para perseguir la [inclusión de] publicidad."

Es decir, que de momento la publicidad no está en los planes inmediatos de la empresa, pero sí es algo que parece haberse puesto sobre la mesa.

Costes. La inteligencia artificial está muy bien y es realmente útil. Además, es gratis. Cualquiera puede lanzar ChatGPT y, sin pagar nada, acceder al modelo de una empresa valorada en 157.000 millones de dólares para resolver una duda. Por detrás, sin embargo, tiene lugar un proceso que requiere de mucha potencia y que consume energía. Hasta la fecha, las empresas han generado ingresos mediante modelos de pago e inversiones privadas, pero solo era cuestión de tiempo que esto acabase pasando.

El ejemplo ya está. Y lo tenemos en Perplexity, uno de los buscadores basados en inteligencia artificial más populares. La compañía anunció hace apenas unas semanas que iba a empezar a experimentar con publicidad en Estados Unidos, abriendo así la veda. De momento, su propuesta se basa en búsquedas sugeridas patrocinadas y marcadas como tal, pero la realidad es la que es: un chatbot con publicidad puede arquear más de una ceja.

Así se ven los anuncios en Perplexity | Imagen: Perplexity Así se ven los anuncios en Perplexity | Imagen: Perplexity

Cuidado. El desarrollo de los chatbots se ha dirigido a la búsqueda de la precisión, es decir, que la IA sea capaz de responder de la forma más veraz posible. Todavía hay margen de mejora, sin duda, pero ese es el gran foco. El otro es la IA multimodal, pero hoy no nos ocupa. El caso es que las empresas como OpenAI, Claude, Google, Microsoft y compañía han de ser cautos con cómo implementan la publicidad en sus chatbots y diferenciar muy bien qué es publicidad y qué no.

El riesgo es evidente. Si un usuario pregunta qué tener en cuenta a la hora de comprar una bicicleta y el chatbot le responde "que sea este modelo de esta marca concreta" porque dicha marca ha pagado para poner ese anuncio, la respuesta del chatbot no será totalmente fiable. Estará condicionada por el anuncio, reduciendo así la confianza del usuario en esta tecnología. Por no hablar de la paradoja de que el chatbot recomiende un producto y, al mismo tiempo, aparezca otro similar en un anuncio.

La publicidad no es mala en sí misma. Siempre y cuando esté bien diferenciada y no afecte a los resultados de la IA, su inclusión no debería ser muy diferente al modelo actual que vemos en Google, Bing y demás motores de búsqueda. Pero esa es la clave: trazar una línea, determinar muy bien cómo será esta publicidad y no implementarla de manera que se pueda confundir fácilmente con el contenido orgánico.

OpenAI necesita ingresos. Muchos, de hecho. A pesar de ser una empresa valorada en más de 150.000 millones de dólares capaz de levantar 6.600 millones en una ronda de inversión, la empresa mantiene un servicio costoso y que, visto lo visto, va cada vez a más. Se estima que OpenAI tiene pérdidas anuales por valor de 8.000 millones de dólares y que todavía no ha conseguido igualar gastos e ingresos. Si su objetivo es ser la nueva Google, y parece que lo es, el dinero ha de empezar a fluir. Y si algo nos ha enseñado Google es que la publicidad funciona.

Imagen de portada | Matheus Bertelli

En Xataka | 230 millones de chinos ya usan chatbots. Y aunque no debería estar ahí, ChatGPT es uno de ellos

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