En el mundo de los podcasts lo que cuenta es el número de descargas. Cuantas más hay, más oyentes tiene ese podcast y más anunciantes puede atraer. El modelo publicitario en el que se basan la mayoría de estos contenidos tiene un problema muy similar al de otras industrias con ese mismo funcionamiento: hay quien hace trampa para falsear sus datos de "tráfico" y así parecer más relevante de lo que realmente es. Y para muestra, este botón.
Fraude a la vista. Algunas empresas de podcasting están inflando sus números de descargas, indican en Bloomberg. ¿Cómo lo hacen? Fácil: están pagando a firmas de publicidad móvil para que muestren anuncios de sus podcasts en juegos móviles. Esos anuncios permiten a los gamers ganar recompensas si clican en ellos, pero también automatizan la descarga en sus teléfonos.
Falsos oyentes. Esas descargas no significan nada en realidad. Que esos jugadores móviles los descarguen en segundo plano para conseguir mejores armas o más monedas en cualquier juego no obliga a que escuchen esos episodios descargados. Las descargas cuentan, pero no deberían hacerlo.
Pero eso da dinero. La técnica es efectiva porque hay empresas que están haciendo su particular agosto con esta técnica, que también funciona para los gamers y, por supuesto, para las empresas de podcasting, que con mejores números de descargas logran más contratos publicitarios y más ingresos.
Un ejemplo. La investigación revela algunas empresas que han acudido a esa técnica. Una de ellas es iHeart, que se autoproclama absoluta referencia en el mundo de los podcasts, y que según estos datos ha gastado unos 10 millones de dólares en los últimos cuatro años para conseguir unos seis millones de oyentes únicos al mes en sus programas. En The New York Post parecen haber usado también ese sistema para inflar sus cifras de descarga de sus podcasts.
Esto es de todo menos nuevo. El informe proviene de una investigación previa de DeepSee, una empresa de detección de fraudes que estudió el llamado "tráfico recompensado". Es decir, que a los visitantes de una web (o de un juego móvil) se les paga (o recompensa) por visitar cierto sitio web. El problema, claro, es que los anunciantes "no tienen ni idea de que están pagando por llegar a un usuario al que se le está pagando para interactuar con el contenido del creador".
Pero así es la vida. Así lo afirma Corey Weiner, CEO de Jun Group, una empresa que precisamente tiene ese modelo de negocio del tráfico recompensado. Explicaba en Bloomberg que "todos los editores y todos los creadores de contenidos han invertido en marketing para promocionarse desde el principio de los tiempos, y ésta es sólo otra forma de hacerlo".
Imagen | Chris Lynch
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