El 79,5% de la población española sufre, al menos, un defecto visual en uno de sus ojos. De hecho, uno de cada tres españoles tiene que lidiar en su día a día con dos defectos visuales. Son datos de los que alerta la DGT, quien ha puesto el foco en los conductores con gafas y lentillas para dar sus últimos consejos.
La visión es, probablemente, el sentido más importante cuando conducimos. Por ello, contar con una vista sana reduce los riesgos de sufrir un accidente en la carretera, sobre todo de noche, cuando porcentualmente se producen la mayor parte de los accidentes graves en nuestro país. Es en estas horas cuando nuestra capacidad visual se reduce en un 20%
Una falsa creencia
Circular con gafas o lentillas no sólo es recomendable si sufrimos miopía, hipermetropía o astigmatismo (entre otros defectos visuales), además es obligatorio si así consta en nuestro carné de conducir. En este caso, no contar con los elementos de corrección requeridos puede repercutirnos en una multa de 200 euros, pues está considerado como una infracción grave.
Lo que no es cierto, y algún conductor todavía está seguro de ello, es que sea obligatorio contar con unas gafas de repuesto en la guantera del coche. Desde luego, es recomendable dejarnos un par guardado pero ni es indispensable ni nos pueden multar por ello.
Lo que recomienda la DGT
Sin embargo, aunque esta obligación desapareció en nuestro país hace más de dos décadas, hay algunos consejos que debemos tener en cuenta si nos ponemos al volante. La DGT tiene los suyos propios y son los siguientes:
- Utilizar gafas o lentes de contacto para conseguir la mejor visión al volante (a normativa autoriza a conducir con una agudeza visual binocular de 0,5 sin corrección).
- Utilizar gafas progresivas para mejorar la visualización del cuadro de instrumentos cuando se sufre hipermetropía.
- Utilizar gafas de sol para conducir con mayor comodidad.
- Planificar los viajes para no circular con malas condiciones climatológicas, especialmente si se tienen problemas para conducir de noche.
- Reducir la velocidad para aumentar los tiempos de reacción.
- Consultar al médico si se necesita tomar algún fármaco.
- No conducir con la pupila dilatada si el oftalmólogo ha realizado una exploración.
- Conducir por rutas conocidas y poco concurridas.
Tienen motivos para ello
Que casi el 80% de los españoles suframos algún defecto en la vista no es el único motivo que tiene la DGT para alertar de los peligros que se corren al volante.
Además de estos contratiempos, hay que tener en cuenta que con los años perdemos reflejos y que los deslumbramientos, que deberían durar entre tres y cinco segundos en unos ojos sanos, se alargan con la edad, incluso entre aquellos que no necesitan de lentes correctoras o han sido operados de la vista.
Tampoco debemos olvidar que por la noche se fatigan más nuestra vista y que los tiempos de reacción se alargan. A esto se suma el denominado "efecto túnel", en el que la vista focaliza su atención en el centro de la mirada y pierde los detalles de lo que sucede a nuestro alrededor al aumentar la velocidad. También por la noche, todos los conductores sufrimos puntualmente unos pequeños cambios refractivos de –0,75 dioptrías en adelante llamados "miopía nocturna" como consecuencia de la dilatación de la misma para poder captar más luz.
Todos estos aspectos mencionados son factores de riesgo y es importante tenerlos en cuenta cuando circulamos. Y, por supuesto, debemos recordar que nada de alcohol al volante, pues a la reducción de los tiempos de respuesta por su consumo hay que sumar la disminución en la capacidad de discriminación visual y la capacidad de recibir estímulos visuales periféricos.
Foto | Valeriia Miller
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