El overclocking extremo es como es, utilidad prácticamente nula y mucha espectacularidad en las cifras. Parece que Intel y asociados tienen la intención de que se juegue bastante con esto en los primeros días de vida de su familia Core X de procesadores.
Hace unos días os mostrábamos el trabajo de Elmor con el Intel Core i9 más bajo de la nueva serie, consiguiendo colocar la velocidad del procesador a 5,7GHz. Para conseguir esto se empleó refrigeración basada en nitrógeno líquido, lo que trajo consigo la ruptura de algún récord en benchmarks. Ahora el protagonista vuelve a ser Intel, con otros ingredientes.
Es curioso, estos procesadores todavía no se venden, pero es lógico que empresas como Gigabyte tengan acceso a ellos antes que nadie, ya que los van a probar y montar en configuraciones que nos van a vender dentro de unos días. El procesador elegido en esta ocasión es un Core i7-7740K.
Gigabyte cuenta con su propio equipo de expertos overclockers, con HiCookie al mando, seguro que iremos viendo más pruebas en sucesivos lanzamientos
Si miramos la tabla que el otro día os compartimos, en la que viene toda la nueva familia Kaby Lake X, este es el más potente de las dos opciones. De forma “natural” corre a 4,3GHz, pero gracias al modo TurboBoost 2.0 se puede colocar a 4,5GHz. Pues los ingenieros de Gigabyte, junto a los overclockers de TeamAU, lo han puesto a correr a 7,5GHz.
La forma de conseguirlo en esta ocasión es mediante refrigeración con helio líquido - también nitrógeno líquido que lo llevan a -220° C -, además, solo pusieron a funcionar dos de los cuatro núcleos de los que dispone este procesador.
Las pruebas del procesador se realizan sobre la placa base de la casa Gigabyte X299-SOC Champion, con una fuente de alimentación Corsair AX 1500i, 16GB de memoria RAM DDR4-4333MHz con la firma Corsair Vengeance. De la parte gráfica se encargan dos Gigabyte Aorus GeForce GTX 1080 Ti.
¿Hay pruebas de rendimiento? Pues algo de 3DMark hay, varios récords: marca 356.678 puntos en 3DMark03, 71.928 puntos en 3DMark06 con una GTX 1080 Ti, y 71.176 puntos en 3DMark06 con dos tarjetas GTX 1080 Ti.
Este tipo de experiencias son curiosas, nos ayudan a entender límites, comprender hasta donde se puede llevar el rendimiento de soluciones domésticas con métodos muy controlados de refrigeración, que difícilmente vamos a replicar en casa. Estaría bien que le metieran mano al Core i9 de 18 núcleos.
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