El desarrollo de los vehículos autónomos, especialmente aquellos que no son tripulados, está indiscutiblemente ligado al mundo militar. Hoy os presentamos algunos “avances” en los que trabajan diferentes departamentos de defensa, y que bien podrían tener una aplicación diferente y más interesante en el mercado.
Desgraciadamente todas las ideas que os presentamos tienen que ver con abatir al enemigo en diferentes entornos, como es el caso de Flimmer, un drone que bien puede moverse por aire y agua. Está siendo desarrollado por el Naval Research Laboratory de la US Navy.
Sus creadores lo describen como un drone-pato, y su misión, ser el peor enemigo de submarinos. El trabajo de Flimmer tiene que ver con “escanear” desde aire y mar la posición y movimientos de vehículos que se muevan bajo el agua.
Flimmer podrá moverse en las diferentes superficies gracias a la disposición de alas y hélices, diseñadas para propulsar el movimiento en ellas. En las alas podemos ver unas aletas que se mueven y adaptan al modo de funcionamiento, sirviendo como estabilizadores en el caso del vuelo, y como dirección en el mar.
En la última versión del drone, llamada WANDA, puede surcar los mares a una velocidad de 18 kilómetros por hora, mientras que en volando puede hacerlo a 90 kilómetros por hora. Nos reconocen que hay mucho trabajo que hacer, como perfeccionar sistemas de aterrizaje cuando el mar no está tranquilo.
En la actualidad se utilizan boyas con radares sonar para detectar a submarinos enemigos, lógicamente es una solución estacionaria, que puede ser mejorada con el lanzamiento de diferentes drones como Flimmer.
Reino Unido y Francia quieren acabar con las minas
Más que drones, sus creadores los describen como robots, pero la idea de movilidad autónoma - sin tripulantes - siguen presente en ellos. Tanto el departamento de defensa del Reino Unido como el de Francia trabajan de forma conjunta en robots que puedan acabar con explosivos que se encuentran bajo el mar.
La idea es que no haya riesgo para los humanos en esas operaciones, gracias al equipo de robots que sacrificarán por desactivar las minas. Normalmente son las minas la forma más asequible y efectiva de crear un muro ante enemigos que se acercan vía mar, y así se ha estado haciendo durante 150 años.
En los últimos sesenta años este tipo de defensa ha ocasionado más problemas a la marina americana que cualquier otro ataque, por lo que todos andan preocupados en acabar con el despliegue de explosivos.
Como podéis ver en la imagen, hay implicados una gran cantidad de elementos y vehículos, como un barco no tripulado que lleva el sonar para detectar las minas, que se verán ayudados por pequeños submarinos. La comunicación - y control - entre los diferentes puntos se realizará mediante satélite.
La forma de explotar la mina identificada no queda del todo clara, bien haciéndola detonar con un nuevo explosivo, o bien sacrificando al vehículo que se sumerge (dudamos que sea rentable).
Drones como asistentes para misiles
En el último ejemplo volvemos a los drones, que en esta ocasión tendrán la misión de asistir a los misiles para que sean certeros con sus víctimas. Aquí la idea pasa por crear misiles menos “inteligentes”, y por lo tanto más baratos.
La inteligencia para localizar el elemento en el que se va a disparar la aportarían un conjunto de drones voladores, que se anticiparían al caza. La autonomía y velocidad de los drones no es equiparable a la del avión de combate, por lo que deberían ser transportados por otro avión.
No hablamos de misiles que se lancen desde plataformas estáticas, sino de los que cargan los propios cazas de combate. DARPA ha publicado en vídeo en el que podemos ver con claridad el funcionamiento del sistema que proponen:
Otro día que seguimos hablando sobre drones, pero lo que os hemos enseñado poco tiene que ver con el pequeño DR-1, o los drones con cámara de Parrot. Hay muchos caminos diferentes por recorrer en esto de los vehículos no tripulados.
Vía | Defense One | Popular Science
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