Los sistemas de predicción meteorológica han avanzado de forma notable en los últimos tiempos, pero siempre hay potenciales mejoras en diversos ámbitos. Un grupo de investigadores del MIT han querido demostrarlo con un nuevo desarrollo destinado a alertar de la llegada inminente de olas gigantes que podrían amenazar las vidas de pescadores y marineros en alta mar.
Estas olas pueden llegar a medir hasta ocho veces más que las de los mares de su alrededor y pueden formarse en aguas aparentemente tranquilas y sin apenas aviso previo. Esta herramienta de predicción desarrollada por el grupo de investigadores de Ingeniería Mecánica del MIT podría ser la clave para salvar las vidas de muchos de los que navegan por mares y océanos por afición o su profesión.
Los grupos de olas hablan: solo hay que escucharlas
La detección de este tipo de olas es compleja ya que en su formación hay una constante mezcla de circunstancias. Tradicionalmente para tratar de detectarlas y evitarlas se hacía un estudio de todas las olas presentes en una determinada zona, pero eso implicaba tener que contar con unos recursos computacionales elevadísimos y con tiempos de proceso también muy altos.
Themis Sapsis, uno de los responsables del desarrollo, explicaba que esa aproximación al problema "es precisa, pero extremadamente lenta, y no puedes ejecutar esos cálculos en tu portátil". Este investigador trabajó con Will Cousins para desarrollar un sistema mucho más simple que analiza campos de olas y trata de detectar grupos de olas que se mueven en grupo en lugar de hacerlo de forma independiente unas contra otras.
Sapsis indicaba que en esas situaciones "las olas realmente hablan con el resto. Interactúan e intercambian energía. No es mala suerte. Es la dinámica la que crea este fenómeno". Estos investigadores lograron predecir cuáles de esos grupos llegaban a convertirse en olas gigantes gracias al estudio de la longitud y altura del grupo. El algoritmo toma en cuenta esos datos junto al estudio estadístico y de la dinámica de esos grupos de olas, y logra predecir con varios minutos de antelación la formación de olas gigantes.
Para la puesta en marcha de este sistema es necesario contar con un LIDAR y un radar que permitan medir esos grupos de olas, y a partir de ahí un simple portátil podría lograr evitar esas olas gracias a las alertas que el sistema proporcionaría al respecto.
Vía | MIT News
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