Te morderá con toda la fuerza de sus mandíbulas, sí. Pero eso será solo una distracción, una forma de asegurarse de que te tiene fijo y agarrado. Luego balanceará su abdomen hacia delante insertándote un aguijón varias veces más delgado que un cabello humano y inyectándote hasta 13 gotas de veneno por segundo. Así, muerde una hormiga.
O, mejor dicho, así pica. El aguijón, una característica que viene directamente de un antecesor común con la avispa, no está en todas las especies de hormiga, pero sí en la mayoría. Y, su mera existencia, explica algo fundamental de esos encuentros dolorosos con estos insectos: lo importante no es la mandíbula, lo importante es lo que hay detrás.
Ahora, podemos ver este proceso a cámara lenta.
El reto de filmar a una hormiga mordiendo
No estaba fácil. Adrian Smith, biólogo del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte en Raleigh, quería estudiar con detalle el mordisco, pero se dio cuenta de que los insectos ejecutaban estos movimientos en mucho menos tiempo del que tardamos en abrir y cerrar los ojos. Tras imaginar distintos procedimientos, Smith se decidió por la cera.
Así, para captar el mordisco, el investigador creó unas delgadas películas de cera para que las hormigas mordieran y aguijonearan mientras las filmaba. El resultado es el que se puede ver en el vídeo. Primero, una Odontomachus ruginodis, una especie 'carnívora' muy extendida por América del Sur, el Caribe y varios estados del sur de EEUU y, después, una Pogonomyrmex badius, otra especie cosechadora del este del país.
La picadura de insecto más dolorosa del mundo
En la grabación se puede apreciar con bastante detalle la capacidad de las hormigas para entregar hasta 13 gotas de veneno (una especie de ácido tóxico) por segundo. Esto explica muchas cosas. No debemos olvidar que es precisamente un hormiga la que suele ser considerada la "picadura de insecto más dolorosa" de la Tierra.
Se trata de la "hormiga bala" o "tocantera" (Paraponera clavata), un insecto relativamente común en los bosques fluviales de Venezuela, Bolivia y Brasil y Costa Rica con una picadura, al menos, 30 veces más dolorosa que la de una avispa. Su nombre se debe a que, según los que la han sufrido, se parece a un disparo de bala.
En el vídeo superior se puede ver a Coyote Peterson, un viejo conocido en el mundo de las picaduras por someterse a todo tipo de ellas, recibiendo la de la hormiga bala en Costa Rica. Tras ver su reacción, solo tengo una cosa clara: ojalá no cruzarme nunca con una de estas.
Imagen | Wolfgang Hasselmann
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