El Gobierno del PSOE ha llevado al Congreso una propuesta para eliminar gradualmente el dinero en efectivo. No es la primera vez que el pago en billetes y monedas queda en entredicho, pero la crisis del coronavirus ha supuesto de nuevo un impulso para aquellos que propugnan por su eliminación.
Pese a que los bancos centrales han tratado de demostrar que los billetes no retienen más el virus que por ejemplo el plástico de una tarjeta, el dinero en metálico ha perdido apoyos estos días. Es el caso de la Xunta de Galicia, quienes de cara a la "nueva normalidad" han anunciado que "se promoverá el pago con tarjeta u otros medios que no supongan contacto físico entre dispositivos".
Esto es lo que propone el Gobierno respecto al dinero en efectivo, qué limitaciones existen en el resto de países de la Unión Europea y cuál es la postura del Banco Central Europeo sobre limitar el dinero en efectivo.
Qué planea el Gobierno
En el Boletín del Congreso se recoge una proposición no de ley del PSOE donde se aboga por la "eliminación gradual del pago en efectivo, con el horizonte de su desaparición definitiva". Una medida que se enmarca dentro de las medidas de prevención y erradicación para enfrentarse a la crisis económica y social.
Según describen fuentes socialistas a El País, no se buscan "cambios legales a corto plazo". Si bien, sí se relata que desde el Ministerio de Hacienda se planea rebajar de 2.500 a 1.000 euros los pagos en metálico.
Desde octubre de 2012, España establece una "limitación de carácter general, a los pagos en efectivo correspondientes a operaciones a partir de 2.500 euros. Se excluye de la limitación a los pagos efectuados cuando ninguno de los intervinientes en la operación actúe en calidad de empresario o profesional".
Desde el Gobierno explican que el actual límite vigente nunca ha despertado quejas en los colectivos afectados y que otros países vecinos como Francia o Portugal, tienen un límite más bajo (1.000 euros, desde 2015 y 2017 respectivamente).
En 2019, Hacienda presentaba un anteproyecto para rebajar el límite de 2.500 a 1.000 euros el límite máximo para los pagos en efectivo, hechos por profesionales. Con multas contra los infractores por el 25% de la cuantía abonada. Una cantidad que el BCE consideró entonces "desproporcionadamente elevada". Con el anteproyecto, el Gobierno aspiraba a recaudar 218 millones de euros en 2019, la cuarta parte de todos los ingresos fiados al plan antifraude.
Cuál es la postura del Banco Central Europeo
El 1 de febrero de 2019, el Banco Central Europeo emitió un dictamen sobre las limitaciones a los pagos en efectivo, en respuesta a la solicitud del Banco de España, en nombre de la secretaría de Estado de Hacienda.
El BCE expresó que "la posibilidad de pagar en efectivo sigue siendo muy importante para ciertos sectores sociales que, por diversas y legítimas razones, prefieren usar el efectivo en lugar de otros medios de pago. Es ampliamente aceptado y rápido y permite al pagador controlar sus gastos. Además, es un medio de pago que permite a los ciudadanos liquidar operaciones al instante, y el único medio de pago en dinero del banco central y a su valor nominal que no conlleva la posibilidad legal de cargar una comisión por su uso. Asimismo, el pago en efectivo no requiere una infraestructura funcional técnica y siempre puede usarse, lo cual es muy importante en caso de interrupción de los pagos electrónicos".
La posición del BCE, no vinculante, sigue hoy vigente al no haberse publicado ningún documento más actualizado. Según el Banco Central, el límite de 1.000 euros "dificulta la liquidación de transacciones legítimas y pone en peligro el concepto de moneda de curso legal consagrado en el Tratado”.
Por parte de la Comisión Europea se apunta que "una denegación de esta forma de pago solo debería ser posible si se basa en razones relacionadas con el principio de buena fe, como que el minorista no tenga cambios disponibles".
En un artículo publicado en 2018, la Comisión concluyó que "en este momento, la Comisión no está considerando ninguna iniciativa legislativa sobre este asunto. Las restricciones a los pagos en efectivo son un tema delicado para los ciudadanos europeos, muchos de los cuales ven la posibilidad de pagar en efectivo como una libertad fundamental, que no debe restringirse de manera desproporcionada".
Qué limitaciones al dinero en efectivo hay en Europa
Desde la Unión Europea se establecen algunas limitaciones con el dinero en efectivo. "Siempre y cuando sea para tu uso personal y no para reventa, no hay límites a lo que puedes comprar y llevar contigo al viajar entre países de la UE". Esto cambia si piensas entrar o salir de la UE con 10.000 euros o más en efectivo. En ese caso se deberá declarar ante las autoridades aduaneras. "Cuando viajes por la UE es posible que debas hacer lo mismo, ya que en las fronteras de algunos países también se efectúan controles de dinero en efectivo dentro de la UE", explican las recomendaciones de la UE.
Estas son las distintas limitaciones que existen actualmente en el pago en efectivo:
España: límite de 2.500 euros para residentes y de 15.000 para no residentes.
Portugal: los pagos en efectivo de más de 1.000 euros deben estar acreditados por el banco.
Francia: límite de 1.000 euros para residentes y de 15.000 para no residentes. Pagos en oficinas gubernamentales como multas y otras tasas están limitados a 300 euros en efectivo.
Italia: límite de 3.000 euros, desde 2016.
Bélgica: límite de 3.000 euros, desde 2014.
Croacia: límite de 15.000 euros.
Grecia: límite de 1.500 euros.
República Checa: límite de 350.000 CZK, unos 14.000 euros. Límite de 50 monedas.
Polonia: límite de 15.000 euros.
Rumanía: límite de 10.000 RON/persona/día, uno 2.260 euros.
Eslovaquia: límite de 5.000 euros.
En otros países como Alemania no hay límite para el pago en efectivo, aunque los consumidores que quieran realizar pagos de más de 10.000 euros están obligados a registrar su identificación, con el nombre y la fecha de nacimiento. Un mecanismo similar al de Reino Unido con los pagos de más de 15.000 euros.
En Suecia no hay límite en el pago, sin embargo el comerciante no está obligado a aceptar efectivo como pago si así se indica claramente antes de la venta.
En Grecia, además del límite al pago en efectivo, se ha propuesto moderar el movimiento mensual. A partir de 2020, los ciudadanos deberán aportar anualmente recibos en los que se demuestre que al menos un 30% de sus ingresos han ido a parar a pagos digitales, sea pagos con tarjeta, transferencia o recibos.
Imagen | Maryna Yazbeck
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