En noviembre de 2002 Google ganaba, literalmente, dos mil veces menos que ahora. Sirva este ejemplo para ilustrar lo diferente que era todo en la red. Prácticamente nadie pagaba por ningún servicio online en una época en la que Internet no era ubicuo como ahora, sino que se acotaba a un punto concreto del hogar, y ni siquiera durante todo el día. Casi dos décadas después, Google es un imperio, Internet es algo que llevamos a todas horas en el bolsillo y ya estamos acostumbrados a pagar online: Spotify, Netflix, HBO, Google Drive, Microsoft 365...
Y hoy, como en noviembre de 2002, El País está en el principio del que quiere que sea su nuevo camino: conseguir que sus lectores, habituados al "todo gratis" del periodismo online, empiecen a pagar por acceder a su web. 10 euros al mes con un modelo de muro poroso: un tope de diez artículos mensuales que pueden ser leídos de forma gratuita antes de que la web indique el camino para pasar por caja. Claro que esperan que todo acabe mucho mejor que como acabó en el año de la entrada del euro.
Otros tiempos

Mario Tascón fue uno de los grandes responsables de aquel lanzamiento. En esa época era Director General de Desarrollos Digitales del Grupo PRISA (al cual pertenece El País), y lideró un proceso que duró un año desde que empezó a plantearse hasta su lanzamiento.
"Todo era muy distinto a hoy, no había nadie con un sistema de suscripción en periódicos. Muchos lo valoraban, pero nadie nos siguió y nos quedamos solos, eso nos produjo una caída de tráfico muy notable, ya que mucha gente simplemente iba a informarse a otros periódicos abiertos. Y esa caída de tráfico no pudimos compensarla con los ingresos de los suscriptores", recuerda Mario.
En aquel momento la oferta era distinta a la actual: 80 euros al año o 50 por seis meses de suscripción, aunque desde las comunicaciones que emitía el periódico se enfatizaba en otra cifra: "0,20 euros diarios", el valor aproximado de la suscripción anual dividida entre 365. No obstante, el promedio de los suscriptores de pago estaba en unos 60 euros anuales, debido a las diferentes promociones y descuentos que iba lanzando la cabecera, según explica Tascón.
Además, la oferta no se limitaba al acceso a la web, también incluía acceso a la información bursátil en tiempo real, a los teletipos de la Agencia EFE, a la hemeroteca -entonces todavía era algo diferencial y poco extendido-, al anuario que publicaba el periódico o a las emisoras del grupo en formatos de alta calidad. Definitivamente, eran otros tiempos.
2002 | 2020 | |
---|---|---|
Precio mensual | No disponible | 10 € |
Precio semestral | 50 € | No disponible |
Precio anual | 80 € | 108 € |
La decisión tenía su origen, entre otras causas, en el reciente estallido de la burbuja puntocom, que propició que se buscase una vía de monetización clara para cualquier negocio online. Internet en ese momento se sentía como algo que finalmente no iba a ser tan grande como se vaticinaba un par de años antes, sobre todo en lo económico.

Hoy en día cualquiera puede construir una web solo para socios usando un CMS -sistema de gestión de contenidos- de un tercero y acoplándole un módulo para el muro de pago mediante una pasarela externa. Poca complicación y costes bajos.
En 2002 nada de eso existía y todo tuvo que crearse prácticamente desde cero. Accenture fue la consultora elegida para unirse al equipo técnico del grupo y crear esta solución. Casi un año de trabajo. Nuevamente: eran-otros-tiempos.
Jorge Oteo, hoy en el grupo Vocento, era el CTO de El País en esa época. Se encargaba de toda la parte técnica salvo del desarrollo, y recuerda casi dos décadas después que "lo más duro fue conseguir datos usables. Ya no solo es que la gente no estuviese acostumbrada a pagar, es que hasta un simple registro era algo a lo que mucha gente ni estaba acostumbrada, y los que lo estaban, estaban desparramados por muchas bases de datos distintas".
Además de ese desparrame, hubo que crear bases de datos cruzadas, ya que los que se suscribían al periódico en papel obtenían acceso completo a la web, y la sincronización no era instantánea. Lo mismo con la publicidad o con el CRM, que usaban sistemas vetustos, complejos y pesados. "Recuerdo mucho código, mucho dolor de cabeza, muchos equipos de sistema trabajando para solucionar situaciones que se iban encontrando, fue muy complejo", explica Mario. Los pagos podían hacerse con un TPV virtual del BBVA, pero según Oteo, la inmensa mayoría pagaba domiciliándolo en su cuenta bancaria, cantando su cuenta corriente cifra a cifra en el registro telefónico.
'El País' llegó a tener 38.000 suscriptores de pago en su momento álgido, pero ni eso fue suficiente para no acabar reabriendo la web por completo
"El lanzamiento más complejo que he vivido en mi carrera, y eso que he estado en el de más de cien webs, ninguno como aquel. Fue como botar un transatlántico desde un astillero desde el cual solo se habían botado lanchas, era una mole", rememora Tascón
La mole del muro de pago se lanzó con cierta fanfarria, y llegó a contar en su mejor momento con 38.000 suscriptores de pago, a los que había que añadir unos pocos miles más que figuraban como suscriptores pero mediante promociones gratuitas temporales. Aunque en aquel entonces no se hablaba de "muro de pago" más allá del entorno de Accenture que se dedicaba al desarrollo técnico, "suscripción digital" era un término más habitual. Y por cierto, recuperado: es el que ha usado el periódico para esta nueva etapa.

Txema Valenzuela era uno de los jefes de sección de la web del periódico cuando se lanzó aquel muro de pago. Cuenta que, como redactor, el lanzamiento apenas le supuso ningún cambio en su día a día. "Los que escribíamos en la web éramos más jóvenes y estábamos peor pagados que los que escribían para la versión en papel. Nosotros asumimos el muro con naturalidad, pero no nos preocupaba".
Cuando vieron la caída de audiencia que provocó aquel movimiento, en la redacción no le dieron demasiada importancia. "Mirábamos las cifras, pero de forma muy básica, no era como la caza del usuario que hay ahora". Hoy en día herramientas como Google Analytics, Chartbeat o Parsely son esenciales en cualquier medio y hay equipos de desarrollo de audiencias dedicados exclusivamente a la analítica. Entonces tampoco había redes sociales, y la distribución era, esencialmente, la página de inicio de cada periódico.
Un cubo de seis caras

Desde aquel momento, la inmensa mayoría de secciones del periódico quedó accesible únicamente para los suscriptores de pago, como se encargaba de recordarles el icono una llave que aparecía junto a esas secciones cerradas. La sección de opinión, la participación (chat, encuestas, foros y entrevistas) y los servicios como la cartelera, la parrilla televisiva o el horóscopo entre otros fueron las que quedaban abiertas. Es decir, prácticamente todo lo que no fuese información.

Una de las personas clave en la redacción era Guiomar del Ser, la única de las entrevistadas que hoy sigue trabajando para el periódico. Coordinaba aquel proyecto haciendo de enganche entre distintas áreas: diseño, desarrollo, editorial... Especialmente en la parte de contenidos.
Como Mario, dice que este es el proyecto "más complejo" en el que ha participado. "Fuimos los primeros en meternos en una piscina llena de pirañas, nadie lo había hecho aún salvo algunos pocos de otros países", dice Guiomar.
"Conseguimos un nivel de adhesión muy sólido por parte de los suscriptores, era un vínculo casi familiar. No todos, pero sí de un grupo con mucho apego". Y recuerda algo que instauraron y era visto como "la gran innovación": un cubo de seis caras, una por cada forma de consumir la información. La portada jerárquica tradicional, el orden cronológico, la vista de lo más leído, una zona personalizable -Mi País-, el archivo completo, y un índice para consultar la hemeroteca.

"Lo digital era un entorno de conversión incalculable, pero indefinido. El ecosistema digital nos daba oportunidades nuevas, pero no sabíamos cómo se iban a sustanciar. Nos lanzamos ahí, como si fuera la selva, un grupo de gente que entramos a definir cómo podía ser un medio generalista".
Esa llegada, de cara al lector que intentaba entrar a la web del periódico sin el conocimiento previo de que implantaban aquel muro, era explicada mediante un texto que evoca a una forma de comunicar que aún olía a papel y a años noventa. Mención especial para el uso de "ciberespacio" como referencia a Internet, algo que hoy suena risible pero que era algo generalizado en cualquier rincón de la red. Internet en esa época tenía mucho de euforia colectiva por estar frente a algo nuevo y llamado a cambiarlo todo. Aunque todavía no se supiera ni cómo.

Caída de tráfico y medios abiertos
El País y El Mundo eran y son los dos principales periódicos generalistas de España. Uno y otro se miraban constantemente para superarse, pero mientras el primero hacía una gran apuesta por llevar los pagos de los lectores a su entorno online, el segundo mantuvo el "todo gratis". Algo que, una vez el primero cerró buena parte de sus contenidos digitales, sirvió al otro para desbancarle en el ranking de la audiencia online. "Eso nos dejó en mala posición, y como en esa época Prisa ganaba mucho dinero, incluso los periodistas de otros medios veían mal el movimiento que hicimos, pensaban que el futuro era de información gratuita".
Tras el lanzamiento del muro de pago de 'El País', 'El Mundo' se quedó como gran alternativa abierta para cazar lectores, algo que hundió el tráfico de 'El País'
Un runrún que acabó envolviendo al periódico como una nebulosa y que dejó parte del sector a la espera de que algo saliese mal para recriminárselo. Y salió regular. En 2004, tras dos años con el muro activo, en la planta noble del grupo se empezaron a plantear si era buena idea mantenerlo en detrimento de un modelo abierto. Parte de la redacción y de la propia cúpula no estaban convencidos de su idoneidad, y por si fuera poco, era la época en la que se crearon algunos periódicos que se entregaban gratuitamente en bocas de metro, estaciones de tren, universidades, hospitales y demás. Si el "todo gratis" había llegado incluso al papel, defender el pago en la web se complicaba.
Como colofón, El País desapareció o quedó muy abajo en los rankings de audiencia de prensa digital. Si El Mundo hubiese seguido sus pasos planteando su propio muro de pago, quizás otro gallo hubiese cantado. Pero todos estos acontecimientos precipitaron el cierre del que nos ocupa en 2005, menos de tres años después de lanzarse.

Unos kilómetros al oeste de su sede estaba la que tenía El Mundo en aquel entonces, en la madrileña calle de Pradillo. De su plantilla formaba parte el redactor Eduardo Suárez, hoy experto en periodismo y medios que hace unos meses presentó su paper en el Reuters Institute sobre suscripciones digitales. Con el conocimiento del presente y la memoria del pasado, da algunas claves sobre qué falló en la propuesta de la que era su competencia hace casi veinte años.
"El principal motivo por el que se cargaron su muro de pago era porque el mundo de entonces no era como el actual. En esa época no había redes sociales, ni Google era lo que es ahora, la publicidad era mayor y las audiencias millonarias que tenemos hoy no estaban. Eso explica por qué pensaron que era buena idea", nos dice Eduardo.
Y nuevamente, la importancia de que El Mundo mantuviese su web totalmente abierta. Un factor clave para explicar el agravio comparativo que sufrió El País y que tuvo su origen en Pedro J. Ramírez, en aquel entonces director del primero. "Pedro J. tenía la idea de que el periódico en papel era una cosa, y el digital era otra. La casualidad de que él priorizase el papel propició que la versión web pudiese despegar y crecer con mucha libertad", recuerda Suárez. Pedro J. Ramírez, que en aquel entonces anteponía la edición en papel, hoy dirige El Español, un medio 100% digital que él mismo fundó y cuyo embrión fue una sociedad que bautizó como No Hace Falta Papel S.A. La vida.
'El Mundo' aleteó sus alas dejando su web 100% en abierto y provocó un huracán en 'El País', que vio su tráfico hundido
Con un competidor que avanzaba a buen ritmo y que supo capitalizar el cierre disparando su tráfico -si un lector llegaba al tope de artículos leídos en El País antes de pagar, era un movimiento muy frecuente seguir informándose en El Mundo-, la decisión de reabrir fue moldéandose en la última España previa a la llegada de la crisis de 2008, que hizo especial mella en el sector periodístico y que coincidió en el tiempo con una OPA a Prisa. La tormenta perfecta, pero esa es otra historia.
Para entonces, Google estaba empezando a despegar, algo que ayudó a tomar la decisión de la reapertura. "También se decía que con el auge de Internet en los hogares y los buscadores como Google, iba a llegar mucho más tráfico a los medios, así que la decisión de reabrir también se tomó por el SEO", recuerda Eduardo.
Quince años después, los medios están escaldados con la carrera infinita por el tráfico masivo, pero en aquella época, la promesa de más tráfico traducible en más ingresos publicitarios sin apenas inversión era golosa. Luego entró Google con sus cambios de algoritmo y después Facebook, pero en aquel momento la promesa era sólida.
Cicatrices
El cambio a una web nuevamente abierta era más fácil que el paso al cierre, y además en momentos excepcionales, como el 11-M, ya se había abierto la web por completo, pero tampoco mucho más fácil.
El mayor reto para 'El País' tras la reapertura de su web fue recordar su existencia como medio de información a los millones de usuarios que la olvidaron
"Más que nada, fue una campaña. Fue intentar recuperar a los lectores que al informarse por Internet ya se habían acostumbrado a que nosotros no existíamos. Hubo mucha esfuerzo para recordar a la gente algo tan básico como que El País estaba ahí, y que ya no era de pago. Costó mucho. Un año después veíamos que mucha gente seguía teniendo asumido que nuestra web seguía siendo de pago", explica Tascón.
Durante estas últimas semanas, desde que El País anunció que recuperaba su muro de pago, muchas conversaciones sobre él han recordado lo que ocurrió entre 2002 y 2005, algo que Suárez no cree justo. "Lo que ocurrió entonces no tiene por qué predecir lo que va a pasar esta vez, no se puede juzgar si va a funcionar ahora con los estándares de hace dieciocho años. Yo soy muy fan del muro poroso", dice en referencia al sistema que permite ver un número limitado de artículos al mes hasta que limita todos a los suscriptores de pago. "Si produces las suficientes historias buenas, tu cliente lo va a acabar viendo". Añade Guiomar: "No se puede mirar aquello con la perspectiva del mercado actual, era un ecosistema comercial muy distinto".

Tascón cree que el momento actual es mucho más favorable. Por un lado, la cultura del pago se ha instaurado en la red. "En aquella época había muchísima piratería, pero la música y el cine se han ido estructurando y encontrando su modelo. Un poco lo mismo que los libros, y también la prensa: ya hay muchos más ejemplos en el mundo de medios que están haciendo esto, desde The New York Times a los medios regionales. Y también mucho avance tecnológico que ayuda a poner en marcha algo así. Otra cosa es hasta qué punto la gente va a pagar por más suscripciones: música, vídeo, aplicaciones, un periódico...", cuenta Tascón.
'El País' lanza esta propuesta con un panorama mucho más propicio para el pago online, pero también con muchos más rivales en la pantalla para captar la atención que cuando su única competencia eran el resto de periódicos
Y hay que sumar el hecho de que es muy poco habitual que un usuario pague por más de un medio de forma simultánea, y que la población en España está menos dispuesta a pagar que la de los países nórdicos, por dar un ejemplo. Por otro lado, Facebook y Google se han adueñado de la publicidad online, dejando un panorama comercial muy distinto al de hace dos décadas.
En España hay varios medios que han desarrollado con cierto éxito sus suscripciones de pago: desde periódicos totalmente abiertos que basan su producto en el apoyo de los lectores, como eldiario.es, hasta regionales como La Voz de Galicia. El Mundo, que en su momento de desmarcó de la propuesta de El País, es el único a fecha de hoy que plantea exactamente el mismo concepto: periódico generalista nacional con un muro poroso. Eso sí, por un par de euros menos al mes.
La era de la economía de la atención supone que El País ya no solo compite contra otros periódicos, sino contra cualquier plataforma que ofrezca entretenimiento, desde videojuegos hasta vídeo bajo demanda pasando por redes sociales. "Informarse además sigue teniendo alternativas gratuitas a la prensa, hay que ver hasta qué punto se valora esto", decía Tascón.
El mercado dirá el recorrido que tiene la aventura del pago online esta vez, que empieza hoy, 1 de mayo. Por lo pronto, el contexto previo se les ha puesto de cara: han duplicado el número de usuarios registrados hasta los dos millones -más valiosos que los lectores anónimos a la hora de monetizarles-, el tráfico de su web se ha disparado con la crisis sanitaria, y la venta de ejemplares en papel, que ya venía de una tendencia muy a la baja, se ha desplomado todavía más.
Imagen destacada | Zlatko Plamenov (PC).
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c_b
Paso de leer el artículo completo...
Comentar que teniendo tantas fuentes de información a mano a día de hoy, poner subscripción a un periódico es escupir para arriba...
Artículos realizados por becarios, opiniones sesgadas y partidistas, informaciones copiadas y pegadas de otras fuentes, uso de llamadas "virales" para conseguir clickbait... los periódicos tradicionales tienen los días contados y las noticias se obtendrán de periodistas autónomos que no inflen de paja y sesgo editorial los hechos.
Como tantas cosas que cambiarán en el mundo, vuestro negocio esta a punto de morir.
mitxael
Yo creo que hay un hueco para el periodismo de pago. La realidad está inundada por noticias falsas y se necesitan fuentes de información fiables. El problema es que la prensa está demasiado politizada. Yo sí estoy dispuesto a pagar por un diario web, pero no por un pasquín.
isjc
Para el periodismo que se hace hoy día por mi parte como si chapan todos, mi dinero desde luego no lo van a tener, y menos un click, llamese El País, la Razón, El mundo etc...
tecnotec77
pues yo pago en algunos periodicos, pero no los aminstream cutres que al final solo buscan clickbait cutre, como el mundo, que no se como diantres aun tienen a negre en plantilla, que se inventaba entrevistas, y que por ser completamente dependientes economicamente de florentino, amancio, blackrock, botin... es mas publirreportajes
ayudo a la marea, por ser una cooperativa completamente propiedad de sus trabajadores, no de fondos de inversion opacos, y que gracias a su independencia economica hacen cosas que muchos tabloides en papel ni sueñan en hacer
y eldiario.es por motivos similares
Usuario desactivado
No tengo ningún problema con pagar una suscripción por un periodico, es una forma de fomentar su independencia y que nos den noticias más veraces que no dependan de los intereses de ciertos poderes. Ya lo hago con otros.
Pero para eso hace faltan dos cosas, calidad general en los contenidos y transparencia absoluta en la financiación. Y el Pais a mi criterio carece de ambas ahora mismo.
kawjones
Si fuese un periódico de verdad tal vez podrian pensarlo pero como se ha transformado, ya hace muchos años en el boletín oficial del psoe y vecinos pues pasó olimpicamente.
Es más, siguen con la misma soberbia y desprecio que las del partido del que son voceros, "Si El Mundo hubiese seguido sus pasos planteando su propio muro de pago, quizás otro gallo hubiese cantado. " o " el agravio comparativo que sufrió El País ...". Ellos son perfectos, solo que el mundo, el resto, les tenia mania.
Cuando hagan periodismo serio, de verdad, no el de ser voceros de una ideologia, tal vez se les consideraria un poquito porque han olvidado (ellos y muchos otros) lo que es verdaderamente el periodismo (uno de cuyos pilares es ser critico con el poder, sea cual sea el poder) para transformarse en un boletín de propaganda.
Usuario desactivado
Yo no me fio ni un poco de los medios y menos de este hoy en día, todos nos mienten
taika
Enhorabuena Javier por este buenísimo artículo. Los que vivimos esa época lejana desde el "otro lado", siempre nos quedamos con la duda de qué había ocurrido por detrás de las bambalinas. Y ahora ya conocemos muchos más detalles, muchas gracias.
El País era líder indiscutible en Internet porque habían sido el primer medio en adaptarse muy bien al formato web, con un trabajo excelente en la interfaz de usuario y en la calidad de los contenidos. Pero de pronto, cometieron ese gravísimo error, dejándonos a muchos lectores completamente descolocados. Como bien explican los protagonistas, quisieron ir demasiado rápido cuando ni los usuarios, ni la tecnología, estaban preparados para un cambio tan radical.
Sea como fuese, esto hizo que El Mundo aprovechase la ocasión para convertirse en el medio más leído en Internet durante muchísimos años. Como usuario, ya no volví a acceder a la web de El País hasta que El Mundo decidió despedir a la mayoría de su equipo online (otro caso muy intrigante), perdiendo por completo su señal de identidad en cuanto a diseño y calidad de contenidos. Eso fue otro grave error totalmente incomprensible para muchos, y que ellos también pagaron muy caro porque a partir de entonces El País fue recuperando el liderazco online hasta la fecha.
Pero efectivamente, la gran duda es si ahora los lectores estamos preparados y dispuestos para pagar por leer noticias de calidad en la web. Ojalá sea así porque también estamos viendo cambios de mentalidad en otros servicios, como para el streaming de música o de vídeo. Pero como lector habitual, me temo que todavía hay varias pegas. Lamentablemente en España para estar informado tienes que leer varios periódicos. Es triste reconocerlo pero hay tal sesgo político (y de paso, dependencia económica) que es difícil encontrar un periódico realmente neutral. Y por otro lado, tampoco hay un medio que ofrezca una calidad excelente en todos los campos (noticias, política, economía, ciencia, etc.). Esto al final obligaría al lector tener que pagar por varias suscripciones, de la misma forma que lamentablemente está empezando a ocurrir en las plataformas de videostreaming. Y esto para muchos es totalmente inviable a nivel económico, y seguramente más aún a partir de ahora.
Lo que sigo sin entender es porqué el modelo de publicidad actual no resulta rentable. Entiendo que los usuarios más jóvenes están más enganchados a los Instagram o Facebook de este mundo, pero ¿también los más adultos? En mi opinión, la publicidad que aparece en un periódico online me parece mil veces más efectiva que la de las redes sociales. Cuando estoy en Facebook, Twitter o resto de Apps, prácticamente no presto atención a la publicidad. Sin embargo en un periódico online, sobre todo cuando accedo en el PC o la tablet, muy a menudo acabo pinchando en el banner, por curiosidad y porque los contenidos suelen estar muy trabajados. Y no me puedo creer que en este mundo de las fake news, toda la audiencia online esté prescindiendo completamente de los periódicos tradicionales.
En fin, espero de verdad que encuentren una solución satisfactoria para todos. Sea con nuevas formas de publicidad más eficaces y no intrusivas, o replicando algunos modelos de éxito en los nuevos medios digitales, como el caso de Xataka. El caso es que en España tenemos buenísimos periodistas que merecen trabajar decentemente en medios de éxito. Y no nos olvidemos, como sociedad, les necesitamos. El buen periodismo es uno de los máximos garantes de libertad y transparencia, para asegurar que los poderes políticos o económicos no queden impunes ante sus abusos, mentiras o casos de corrupción. Y ahí, lamentablemente para todos, parece que siempre tendrán muchísimo trabajo por hacer.
Kotorito
Pues eso, tampoco es que parezca que hoy en día queramos pagar por un servicio así. Pero ahí está el Estado para darles su porción de tarta de los impuestos.
espabilao
EL PAIS: "El periódico independiente de la mañana"...................el resto del día es del PSOE.
Usuario desactivado
A quienes reclaman periodismo gratis recordarles que enorme parte de culpa de la actual situación la tiene precisamente esa supuesta "gratuidad" (y que sabemos lo que significa en realidad).
Yo pagaría por un periodismo lo más objetivo posible, sin clickbaits, sin viralismo. Creo que es posible y que esta (el pago) es la única manera de lograrlo, incluso sabiendo que esa objetividad total es imposible, pero es algo a lo que hay que buscar. Solo así se puede lograr.
GAZPACHETE
El pais ha muerto. Era lo único que leía y lo leía a diario varias veces, pero yo no tengo dinero para suscripciones y menos en época de coronavirus. Vaya momento se les ha ocurrido para renovar el tema de la suscripción. ¿Qué es lo que quieren? ¿Que ahora se vaya todo el mundo a informarse a medios como OK diario o a la revista Hola? Una verdadera pena. A ver cuanto tardan en arrepentirse.
zoompyy
Si no hubieseis sido todos unos salvajes con la publicidad invasiva y destructora todos estos años, los usuarios no nos tendríamos que haber tirado a soluciones radicales. Nadie buscaría como un loco un bloqueador de anuncios tras instalar un navegador porque no lo necesitaríamos, y hoy estarían comiendo los de los periódicos, los anunciantes y los programadores. Pero años pasando de los usuarios como si no sufrieran tiene sus consecuencias.
Cuando todo sea de pago olvidaros de tener el mismo tráfico en El País que cuando se podía ir gratis. Espero que os aplaudáis entonces.
korben_
¿No sé dan cuenta que lo absurdo es el precio? 10 € al mes (o 108 € al año) es más del doble de lo que se paga por Netflix compartido o Amazon Prime, por ejemplo. A menos que hayan acordado con el resto de grandes periódicos hacer todos lo mismo (cosa que es ilegal, pero se hace), volverán a dar marcha atrás.
ciquitraque
No voy a pagar por información sesgada: sea la porquería de OK Diario o la basura de eldiario.es y en el ajo van todos los medios actuales (incluso vuestro panfleto llamado Magnet).
Lo que nos jo*e a la mayoría de usuarios es el periodismo de colegueo con ambos extremos, la información parcial y la omisión de noticias que deberían serlo pero incomodan. Desde el primero al último: cuando un periódico vuelva a ser imparcial REALMENTE, estaré encantado de pagar una subscripción mensual o anual.
skayme
Se van a pegar una ostia monumental. No han entendido nada. Tienen mucha autoestima para pensar que pagaremos 10 euros al mes por sus noticias partidistas. Que no, que en la era digital, ya no pintáis nada...
stantley
El problema no es que fuera 2002, ni de que la gente no estuviera acostumbrada, ni de que los contenidos digitales no eran interesantes. El problema era intentar vender "El País". Mucha gente está dispuesta a pagar por contenidos digitales, pero nadie quiere comprar basura.
joe78
Pues nada, que los rojillos paguen por su informacion manipulada
relectron
Hace ya años se me ocurrió precisamente a El País preguntar por una suscripción únicamente digital, es decir, sin que te envien el "papelote" a casa y, sinceramente, no se si me respondieron que no o sencillamente no me respondieron.
Hoy llevo años accediendo a la web y veo cómo poco a poco nos están intentando meter con calzador las suscripciones (no se si Xataka es "del grupo" o "muy amigos" para meternos este ladrillo).
Pero, aunque reconozco la necesidad de pagar por información "veraz" e "imparcial", la verdad es que los artículos del periódico muchos días me resultan vomitivos dado que parecen ser un poco disléxicos ya que yo diría que suelen ser "inveraces" y "parciales".
Ya sabemos que todas las editoriales obedecen a los intereses o bien de sus propietarios o de sus "clientes influyentes", pero si no se preocupan ni en disimular pues mal vamos.
Bueno, sigo leyéndolos por contrastar opiniones pero mucho van a tener que cambiar las cosas para que pague una suscripción por "esto".
moloeloba
Es difícil empezar por algún sitio. ¿El sesgo editorial, la calidad de los artículos, los sobornos de los políticos o de las empresas...?
En fin, que se van a ir a la mierda tal y como ya les pasó. ElPaís no es el NYTimes ni el Washingtonpost. Y ni siquiera tiene que serlo. Sobre todo porque esos otros diarios que se creen la referencia mundial no son más que lo mismo.
España es diferente, la realidad, los españoles y sus empresas. Esta gente lo que debería hacer es dejar de dinero por un minuto. pensar de verdad qué mierda pueden ofrecer a la sociedad y luego plantearse cuánto y quien pagaría por eso. Porque una vez más, han querido aprovechar un momento de necesidad para lanzar lo de las suscripciones.
Van buenos pensando que alguien va a pagar por... ¿Lo mismo? Como ya han comentado muchos, artículos tendenciosos. Hechos por becarios y sin valor añadido.
Eso si, ya verás al hipster estúpido de turno hablando de "la recomendación que le han hecho o de los consejos para cuidar su barba que le envían cada mes". Que cada uno haga con su dinero lo que quiera.
pechorin
No es tan difícil: si quieres cobrar por un servicio, necesitas diferenciarte de los que lo dan gratis. Si vas a dar la misma mierda, pues mejor la gratis.
Lo triste es que los medios gratuitos, muchas veces son mejores y más independientes que los que necesitan tanto el dinero, porque acaban vendiéndose al que se lo de.
cefalopodo
Me parece normal pagar por un servicio pero 10 euros al mes es una barbaridad. A los que nos gusta leer el periódico siempre consultamos varios, que suelen ser de la misma ideología, y de vez en cuando otros no habituales. Y nadie está dispuesto a pagar por cada uno de ellos.
Yo me acuerdo cuando la revista de El Pais era una fuente increíble de información, pero hace años que no es así, y pagar por algo sin tener más calidad pues no lo veo.
victor-bcn
Pagar por prensa???
Ni borracho.
Y menos este de dudosa credibilidad.
israel moya
el grupo Prisa debe, 9558568525582266 millones de Euros.. como no vais ha cobrar por algo
justizziero
Otro que se niega a leerlo... y con mi nombre abogo por la justicia, y lo menos justo que hay es que un periódico tenga una influencia de una ideología política. Vamos.. que El País es de derechas. Luego hay otros de izquierdas, etc.
Abogo por periodismo neutral, igual que un presentador de un programa de TV debe serlo con los invitados y si no lo es, se le ve el plumero como a Pablo Motos y su odio a Pablo Iglesias y favoritismo al ex cabecilla de Ciudadanos Albert Rivera, es lo que hay que hacer....señalarlos con el dedo y que queden en el maximo ridiculo y vergüenza, además de denunciarlos por promover bulos, falta de veracidad y favoritismo y falta de neutralidad.
Además, su movimiento económico es desfasado... mira donde estamos, leyendo en Xataka que se alimenta de publicidad y patrocinadores sobre un periódico que quiere que la gente pague.
Es verdad que hay nuevos modelos de suscripción referentes a la música y Tv pero es que ya es demasiado...nos hacen decantarnos por un servicio u otro (porque no vamos a pagar por todos) y eso ya es una forma de que el usuario se vea obligado a elegir, estresarse y caer en la idea de que le falta algo que tiene otro servicio.
Solución? Yo es que siempre voy más allá...Que no haya exclusividades, que un solo servicio obtenga toda la música y no solo alguna, las suscripciones de vídeos todas las series y películas y los de lectura...todos los periódicos y portales digitales, porque pagar por uno solo sería apostar por el mismo como si fuera el mejor o tuviera la verdad absoluta, y nada más lejos de la realidad.
Y aun así... siempre voy a defender la gratuidad de los servicios mediante publicidad, patrocinadores y otros métodos de financiación lícitos, porque la cultura no depende de la clase social, todos tenemos derecho a ella. Gracias a esto, estamos leyendo y comentando artículos de Xataka gratis.
kiosh
Lo Pais