Microsoft lo tiene cada vez más difícil. A mediados de enero de 2022 anunció a bombo y platillo algo que venía rumiándose desde hacía tiempo en algunos foros: había llegado a un acuerdo con los propietarios de Activision Blizzard para comprar esta última compañía. De esta forma algunas franquicias tan exitosas como lo son 'Call of Duty', 'Diablo' o 'World of Warcraft', entre otras, pasarían a resguardarse bajo el paraguas de la compañía que lidera Satya Nadella.
No obstante, para ejecutar esta operación de compra era necesario que los organismos que regulan el mercado y velan por la libre competencia la aprobasen previamente, y no está siendo precisamente un camino de rosas para Microsoft. Las zancadillas le están lloviendo desde todos los frentes. Sony no tardó en mostrarse muy preocupada por esta adquisición de su principal competidor, pero es lo que cabía esperar porque es evidente que es una parte interesada.
Las trabas más importantes con las que está tropezando Microsoft proceden, precisamente, de los organismos reguladores. Hace solo cuatro días se pronunció la Comisión Europea para ratificar las mismas preocupaciones que le llevaron a abrir una investigación durante el pasado mes de noviembre. Y lo hizo en unos términos muy duros: enviando a Microsoft una advertencia antimonopolio. Además, la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos también se ha mostrado contraria a la consolidación de esta compra. El panorama se lo pone cada vez más difícil a Microsoft.
Ahora el regulador británico también pone trabas muy serias a Microsoft
La compañía de Redmond está reaccionando cada vez que recibe un revés de un organismo regulador mostrándose dispuesta a escuchar sus indicaciones y esforzarse para llegar a un acuerdo. Es evidente que es una forma de calmar los ánimos e intentar que la operación no se vaya al traste definitivamente. Sin embargo, la lista de entidades reguladoras que muestran su disconformidad es cada vez más larga. Hoy mismo se ha pronunciado CMA (Competition and Markets Authority), que es el organismo regulador de Reino Unido. Y sus conclusiones preliminares no invitan precisamente a Microsoft a ser optimista.
Lo que expone CMA es provisional, pero apunta claramente cuál es la posición en la que se encuentra este regulador ahora mismo
Lo que expone CMA en su comunicado es provisional, pero apunta claramente cuál es la posición en la que se encuentra este organismo ahora mismo: "La adquisición de Activision por Microsoft podría provocar un incremento de los precios, una reducción de las opciones que están a disposición de los usuarios, y también puede socavar la innovación". Esta organización asegura que su propósito es proteger los intereses de los consumidores británicos, y hace hincapié en la posibilidad de que si la compra se consolida la competencia que sostienen Sony y Microsoft se debilite perceptiblemente.
CMA asegura haber analizado minuciosamente más de tres millones de documentos internos de Microsoft y Activision con el propósito de entender bien cómo funcionan tanto su negocio como el mercado de los videojuegos. Así que sí, parece que estas conclusiones, aunque son provisionales, son sólidas. En cualquier caso, no todo está perdido para Microsoft. Todavía tiene margen para presentar alegaciones y llegar a acuerdos que podrían suavizar o, incluso, corregir la postura de los reguladores, aunque el tiempo apremia. CMA presentará el informe que recogerá sus conclusiones definitivas el próximo 26 de abril.
Más información: CMA
Ver 5 comentarios