La Epic Games Store está a punto de cumplir cinco años. En diciembre de 2018, la empresa detrás de ‘Fortnite’ levantaba el telón y presentaba su propia plataforma de distribución de videojuegos con el claro objetivo de competir con Steam, GOG, y el resto de alternativas que se encontraban en ese momento en el mercado.
Ha llovido mucho desde entonces y, cerca del quinto aniversario de la tienda, es buen momento para poner en contraste el ideal con el que nació y qué es lo que ha conseguido hasta este momento. Para esto, volvamos en el tiempo hasta agosto de 2017 para ver cuál era la visión del negocio que tenía el CEO de Epic Games.
La idea de una plataforma con un reparto de ingresos nunca antes visto
Tim Sweeney, el máximo responsable del gigante de los videojuegos, llevaba tiempo criticando el esquema de distribución de Steam, que consistía en darles a los desarrolladores el 70% de los ingresos y quedarse con el 30% de los mismos, algo también visto en plataforma de distribución similares en el mercado.
Para el ejecutivo, un recorte de entre el 7% y el 8% habría sido suficiente para alcanzar la rentabilidad alcanzando “una ganancia significativa”. Aproximadamente un año después de aquellas declaraciones la Epic Games Store se materializaba con un reparto de ingresos algo diferente, en concreto del 88/12%.
Desde ese entonces, la plataforma de los creadores de ‘Fortnite’ ha mantenido el mencionado esquema con la excepción de sus programas First Run y Now On Epic, ambas propuestas con la que ha intentado atraer a los desarrolladores con el 100% de los ingresos, aunque por tiempo limitado y bajo estrictos requisitos.
No es ningún secreto que la Epic Games Store ha hecho un enorme esfuerzo por atraer a los desarrolladores de videojuegos, algo que ha conseguido parcialmente si tenemos en cuenta que Steam sigue siendo el epicentro de muchos títulos AAA importantes y, sobre todo, la plataforma más elegida mundialmente por los usuarios.
Sabemos que el hecho de tener un nombre fácilmente reconocible e incluso ser un icono de ciertas industrias no es garantía un balance financiero ideal. Que se lo digan a Spotify, que tardó una década en alcanzar la rentabilidad pese a ser la plataforma de música vía streaming de referencia. ¿Y la Epic Games Store? Veamos.
Durante todo este tiempo no estaba demasiado claro si la plataforma de Epic estaba perdiendo dinero o no, aunque el reciente enfrentamiento legal entre esta y Google ha desvelado la realidad: la Epic Games Store todavía no es rentable, incluso con su recorte de ingresos del 12%, lejos de aquel 8% aspiracional.
Las batallas entre compañías en los tribunales suelen ser un escenario donde se revelan algunos de sus secretos mejores guardados. Sweeney, recordemos, calificaba al reparto de ingresos de Valve como “injusto”, aunque su propio esquema no ha conseguido ser rentable. Los motivos que dan lugar a esto, ciertamente, son muy variados.
Desde Epic no han dudado en señalar que están “enfocados en el crecimiento”, realidad que parece querer justificar los millones de dólares en inversión para ofrecer juegos gratuitos y un reciente recorte de empleos. Steam, por su parte, sigue siendo el líder del mercado e incluso ha conseguido rebajar su recorte en ciertos casos.
Los títulos cuyos ingresos se sitúen entre los 10 y los 50 millones de dólares están bajo un esquema de distribución de ingreso del 75/25%. Y todos aquellos que superan los 50 millones de dólares del 80/20%. Eso sí, todavía está lejos de lo que ofrece actualmente la Epic Games Store, y no parece que vaya a disminuir aún más.
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