Andy Jassy asumió la dirección de Amazon el pasado verano, y no ha podido tener un peor comienzo. El gigante del comercio electrónico acaba de anunciar que durante los tres primeros meses de 2022 ha tenido su peor balance de resultados en 20 años con pérdidas netas por valor de 3.800 millones de dólares. La empresa fundada por Jeff Bezos no registraba un trimestre en números rojos desde 2015.
Los datos. A pesar de los números rojos, los ingresos de Amazon han seguido creciendo durante el primer trimestre de 2022, pero lo han hecho al ritmo más bajo registrado desde 2001, un 7%, con una facturación de unos 116.400 millones de dólares. En comparación, durante el mismo periodo de 2021 los ingresos del gigante del comercio electrónico se incrementaron un 44%.
¿Por qué? En la presentación de resultados, los responsables de Amazon atribuyeron este descalabro a la mala situación macroeconómica que atraviesa el mercado internacional como consecuencia, entre otras cosas, de la guerra de Ucrania, la crisis de la cadena de suministros o la inflación que sacude a la mayoría de los países de Occidente.
A esto habría que sumar otros elementos no citados por los directivos, como el incremento de los salarios de sus distintas plantillas a los que se han visto forzados a acceder recientemente tanto por la presión sindical de los trabajadores, sobre todo en Estados Unidos, como por la guerra de talento que se vive en el sector tecnológico y que amenaza con arrebatarles a sus mejores profesionales.
El motivo principal. Todos los factores anteriormente mencionados han contribuido a los malos resultados de Amazon, pero la razón principal de su descalabro trimestral es una mala, malísima inversión: Rivian. En 2019, los de Jeff Bezos adquirieron el 18% de este fabricante de vehículos eléctricos que aspiraba a convertirse en uno de los principales rivales de Tesla.
Sin embargo, durante el último año la marca automovilística no sólo no ha cumplido con las expectativas, sino que, además, se ha visto especialmente perjudicada por la crisis de los semiconductores, lo que ha hecho que sólo en el primer trimestre de 2022 el valor de sus acciones haya caído un 50%, lo que le ha costado a Amazon pérdidas por valor de 7.600 millones de dólares.
De aliado a dolor de cabeza. Amazon realizó en 2019 una fuerte inversión en Rivian como parte de una alianza estratégica con la que el gigante del comercio electrónico quería electrificar su flota de reparto a nivel mundial. Para ello, tenía previsto que esta compañía le proveyese de hasta 100.000 vehículos de batería para 2030.
Sin embargo, la crisis de los semiconductores ha hecho saltar por los aires ese proyecto y buena parte del negocio de Rivian, ya que recientemente ha tenido que reducir a la mitad su producción ante la falta de componentes. Otro de los inversores de esta marca, Ford, que posee el 12% de la compañía, también se ha visto afectado por sus malos resultados y ha perdido 5.400 millones de dólares por su culpa, según la CNBC.
AWS vale un potosí. Los malos resultados del grupo en conjunto contrastan con el de una de sus divisiones más rentables, Amazon Web Service, que sigue siendo una auténtica mina de oro para los de Andy Jassy. Los beneficios de este negocio crecieron un 57% en el primer de trimestre de 2022 hasta alcanzar los 6.500 millones de dólares, casi mil millones más de lo que esperaban los analistas de Wall Street. Los ingresos totales fueron de 18.441 millones de dólares.
Medidas para paliar las pérdidas. Los responsables de Amazon han estado viendo venir estos malos resultados durante los últimos meses, sobre todo en lo que se refiere a sus negocios directos, motivo por el que han aumentado los precios de algunos de sus productos para tratar de hacer frente a la disminución de ingresos, aunque sólo en Estados Unidos que sepamos. Allí, el comercio electrónico está cobrando un 5% más a los vendedores de su plataforma y ha incrementado el precio de la suscripción anual de Prime de 119 a 139 dólares.
No obstante, los malos resultados de Rivian han hecho que esas medidas hayan sido poco efectivas, por lo que es de prever que Amazon suba sus precios en otros productos y regiones para tratar de frenar la sangría de pérdidas que está provocando su inversión fallida. Sobre todo porque las previsiones para el presente trimestre no son nada halagüeñas: los de Andy Jassy estiman que sus ingresos crecerán a un ritmo aún menor, y que del aumento del 7% registrado de enero a marzo caerá hasta un 3% de abril a junio.
Imagen | Fortune Brainstorm TECH
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