El mercado laboral está experimentando un cambio de tendencia en el que está pivotando hacia una estrategia de optimización de las plantillas. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en grandes corporaciones como Meta o Google que, tras un periodo de sobrecontratación, ahora afrontan el proceso inverso provocando las grandes rondas de despidos que se han llevado por delante miles de puestos de trabajo.
Los principales afectados por esos recortes están siendo los cargos intermedios que se han generado de forma artificial durante todo el proceso. Toda esta poda empresarial ha propiciado un escenario inédito desde hace quince años: el sector tecnológico no sólo no ha generado empleo neto en 2023, sino que lo está destruyendo.
Más pastores que ovejas. La teoría dice que la función de un cargo intermedio es la de coordinar a un equipo o conjunto de personas para desarrollar una determinada función. Sin embargo, una política basada en la hipercontratación provocó situaciones como la que explicaba el exCEO de Slack acerca de Meta. Para ascender en Meta, solo tenías que tener a tu cargo a un determinado número de empleados, por lo que lo único que necesitabas era contratar a más empleados y el ascenso era tuyo. Mark Zuckerberg terminó de forma drástica con esa práctica, pero muchos de aquellos cargos permanecen en la empresa.
Cuando todos son vicepresidentes. El cargo de vicepresidente de una gran compañía financiera como Goldman Sach puede resultar bastante impresionante al verlo impreso en un currículum. Sin embargo, en realidad es un cargo de paja y se estima que en torno al 25% de la plantilla de la compañía es vicepresidente de algo y cada año se otorga a una media de 800 personas. Su responsabilidad seria equivalente a la de un cargo intermedio, pero facilita encontrar un mejor puesto en el futuro.
Faltan manos…Según el informe de State of startup compensation report H2 2023 elaborado por la consultora estadounidense Carta, 2023 estuvo marcado por una destrucción neta de empleos tecnológicos en Estados Unidos.
Los datos recogidos por Carta indican que, entre renuncias y despidos, se destruían 18.377 empleos tecnológicos, mientras que el nivel de contrataciones en las startups y empresas tecnológicos se igualaba por primera vez en 15 años al de despidos. Eso significa, que el volumen de renuncias voluntarias adicionales que se han producido en los últimos meses no se han cubierto con nuevas contrataciones.
…y sobran (malos) jefes. Una vez destapada la “burbuja” de la contratación se ha hecho evidente el exceso de cargos intermedios. En 2023, el 50% de los afectados por los despidos de las grandes compañías pertenecían a esta categoría. El principal problema es que estos cargos intermedios no lo eran por sus capacidades de gestión y eficiencia, sino por cumplir requisitos estructurales (años de antigüedad en la empresa, personas a su cargo, etc.).
En este momento, todas las empresas se están moviendo hacia la eficiencia, por lo que cualquiera que no ofrezca rendimientos medibles, está poco más cerca de pasar a formar parte de la siguiente ronda de despidos. Tal y como apunta el analista Simón Muñoz en su lista de correo, la industria tiene un presente y un futuro, pero será con menos cargos intermedios.
Imagen | pexels (Mikhail Nilov)
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