Las entrevistas de trabajo son un momento decisivo en el proceso de selección de personal para un nuevo empleo. En unos pocos minutos debes dejar tu impronta en el entrevistador, causándole buena impresión.
En este escenario, cada palabra cuenta y ninguna pregunta es casual, por lo que es recomendable usar todas las herramientas a tu alcance para estar preparado. Según Andrew McCaskill, un experto en carreras de LinkedIn, “debes aprenderte buen tu papel y salir a escena con tus frases preparadas”.
Tu futuro laboral como un escenario de teatro
En una entrevista con CNBC, el experto en empleo asegura que hay que prepararse las entrevistas como si fueran una actuación teatral. “Las entrevistas son un arte escénico, y para actuar bien, tienes que ensayar”. De hecho, el desarrollo de la IA incluso permite que ChatGPT te eche una mano en esa preparación, convirtiéndose en un entrenador previo a la entrevista.
"Los mejores candidatos son las personas que han ensayado sus puntos de conversación con un mentor, un amigo o incluso con un antiguo compañero de trabajo, porque eso le ayuda a sentirte más seguro y cómodo hablando de sí mismo con otra persona”.
Cada oferta de trabajo exige distintas habilidades, pero hay una serie actitudes y estrategias para afrontar las entrevistas de trabajo que son comunes a todas ellas. Según el experto de LinkedIn, la mejor forma de bordar una entrevista de trabajo es dejarle meridianamente claro al reclutador que es la persona que está buscando para ese puesto.
McCaskill sugiere algo como: “Quiero subrayar lo mucho que quiero este trabajo. Creo que mi experiencia y mis habilidades son perfectas para el puesto, y que podría tener un impacto fuerte y positivo en el equipo. He aquí por qué...”
Según el experto, cerrar la entrevista con este tipo de frases aborda dos cualidades importantes que acostumbran a buscar todos los reclutadores en sus candidatos:
- Entusiasmo. Concluir la entrevista dejando claro que tienes un gran interés por ese puesto y tu convencimiento de que vas a aportar valor al equipo denota que entusiasmo. Eso dejará muy buena impresión en el entrevistador, que probablemente ya ha visualizado la imagen que, sutilmente, le has puesto en su cabeza al presentarte como apto para el puesto.
- Confianza. Al verbalizar tus fortalezas y lo que aportarás al proyecto, denotas una gran seguridad. Además, al destacar tus habilidades, las pondrás de nuevo sobre la mesa, agregándoles mayor valor.
“Piensa en ello como tu discurso de cierre. No vas a querer dejar al entrevistador adivinando si estás interesado en el puesto, o si tienes lo que se necesita para tener éxito allí”, asegura Andrew McCaskill.
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Imagen | Unsplash (airfocus)
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