Nueva York, contigo empezó todo: el CEO de Airbnb reconoce que el alquiler de alojamientos está roto

  • Brian Chesky pide a los anfitriones que hay que bajar precios

  • Airbnb anuncia herramientas para compararlos con los hoteles y anfitriones de la zona

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Enrique Pérez

Editor Senior - Tech

Editor especializado en tecnología de consumo y sociedad de la información. Estudié física, pero desde hace más de diez años me dedico a escribir sobre tecnología, imagen y sonido, economía digital, legislación y protección de datos. Interesado en aquellos proyectos que buscan mejorar la sociedad y democratizar el acceso a la tecnología. LinkedIn

El problema de Airbnb es de todos. La plataforma de alojamientos es uno de los principales responsables de la subida de precios del alquiler en las grandes ciudades. Afortunadamente, incluso Brian Chesky, CEO de Airbnb, ya habla abiertamente de ello.

El sistema está "roto". Es una descripción literal, dicha por el propio CEO de Airbnb en una entrevista con Bloomberg. Tras un año de polémica tras polémica, desde la compañía ya reconocen que algo tiene que cambiar.

"Necesitamos poner nuestra casa en orden", expone Chesky. Es decir, necesitan repensar su negocio y el impacto que tienen, al menos si no quieren seguir en la senda de los problemas con los usuarios y con los distintos ayuntamientos.

Hay que bajar precios. "Queremos que los precios se muevan y sean más competitivos frente a los hoteles", apunta. Y para conseguirlo, insta a los dueños de los apartamentos a fijarse en las tarifas de los hoteles de su zona y ajustar los precios en función de ello.

Airbnb comunica que ya está trabajando en una herramienta propia para que los anfitriones puedan comparar los precios con el resto.

Pese al "Airbnbust". Esta petición de bajar precios no es tan fácil para Chesky, pues a principios de este año la plataforma se enfrentó a una serie de quejas que se ha llamado popularmente com "Airbnbust". Es decir, gente quemada de Airbnb.

Muchos anfitriones se quejaron en redes sociales de que sus márgenes de ganancias se estaban reduciendo y de que estaban recibiendo muchos menos visitantes que de costumbre. Se había pasado del boom tras la pandemia a una situación donde muchos visitantes vuelven a mirar con recelo el alquiler de apartamentos a corto plazo.

El movimiento de Nueva York ha sido un aviso muy claro. Chesky ha reconocido el impacto de las restricciones anunciadas por el ayuntamiento de Nueva York el pasado agosto. En 2009 llegaron a representar el 80% de sus reservas, aunque ahora mismo "ninguna ciudad concentra más de la mitad del negocio", expone. Con todo, ese alrededor del 50% para Nueva York son unos 40.000 millones de dólares, siguiendo las cifras de 2022.

Desbordados. El mensaje que intenta defender Chesky es que son una empresa que ha crecido mucho y se han perdido los valores originales. Explica que Airbnb nació como una plataforma para "viajeros aventureros" pero que ha acabado en algo muy grande cuando todavía no tenía los "cimientos bien marcados". Veremos si este mensaje de volver a precios más asequibles acaba realmente calando entre los anfitriones.

Imagen | Wikimedia | denisbin

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