Ha sido el año del gas. Hay que destacar que las energías renovables siguen batiendo récords, pero el 2022 será recordado como el año en que el ciclo combinado del gas resucitó y volvió a ser la primera fuente de energía en España. Algo que no pasaba desde 2010.
El gas superó a la eólica y la nuclear. Una vez finalizado el año, desde Red Eléctrica de España han hecho un repaso a la generación y confirman lo que ya veníamos viendo desde hace meses. El gas se ha convertido en la primera fuente de generación, suponiendo el 24,8% de todo el mix. Muy por encima del aproximadamente 17% que tuvo en 2021.
El ciclo combinado ha quedado por delante de la la eólica (22,1%) y la nuclear (20,2%). El auge del gas contrasta con la enorme caída de la producción hidráulica.
Adiós a una década dominada por energías que no emiten CO2. La energía nuclear ha sido la principal fuente de energía en España desde hace una década. Si bien, en 2021 se consiguió el gran hito de que una energía renovable, la eólica, se convirtió en la principal energía. Se esperaba que este 2022 fuera el gran año de las renovables y aunque se han pulverizado récords, el crecimiento todavía mayor del gas ha logrado eclipsarlo.
Mientras la nuclear se ha mantenido y la eólica ha ido subiendo tímidamente, el gas se había derrumbado debido a sus altas emisiones de CO2. Antes de 2010 era la primera fuente de energía, con diferencia. Entonces se producían más de 80.000 GWh, pero cayeron por debajo de los 30.000 GWh. En el 2022 se produjeron 68.000 GWh.
Uno de cada cuatro kilovatios de 2022 se consiguió quemando gas. Hacía 13 años que no se veía algo así.
— Rebeca Gimeno (@RebecaGimeno) January 2, 2023
De hecho, el gas se convirtió en la principal fuente de electricidad en España, por delante de la eólica.
Hoy la #Grafiteca va del 'reinado del gas' pic.twitter.com/CgpyWkieJO
La solar no compensa la caída de la hidráulica (y la demanda de Francia). Hay múltiples explicaciones de por qué se ha necesitado tanto gas. Por un lado tenemos la preocupante falta de agua, que ha hecho caer la producción hidráulica en casi un 40% respecto al periodo anterior. Es cierto que la solar ha crecido un 33%, pero aún así no ha compensado.
Tampoco se puede obviar la influencia que tiene Francia. Nuestro país vecino ha necesitado energía por los cierres de sus centrales nucleares. Eso, unido a que gracias al tope del gas teníamos buenos precios, ha hecho que se haya exportado más electricidad a Francia. En concreto, 2022 tuvo un saldo exportador estimado de más de 20.000 GWh.
Más del 58% de la potencia ya es renovable. El gas es el líder, pero las renovables en su conjunto son imparables. La solar ya representa el 10% de la producción y la eólica el 22,1%. Si nos fijamos en la potencia instalada, las renovables ya superan los 117 GW, suponiendo un 3,8% más que en 2021. Ese aumento ha venido de 1,2 GW eólicos y 3,4 GW fotovoltaicos. Sí ha disminuido el carbón, que ha reducido su potencia en 300 MW.
En total la producción energética en España ha sido de más de 276.000 GWh. De estos, un 63,1% son libres de emisiones de CO2. Aún así, la gran presencia del gas ha hecho que se emitan gases de efecto invernadero por un equivalente a 44,7 millones de toneladas de CO2.
Por el buen camino para 2023 y en adelante. La crisis energética ha empañado la imagen final. No sabemos cómo será este año que ahora inicia. Es probable que se siga necesitando tirar del ciclo combinado del gas. Lo que sí parece claro es que las inversiones en energías renovables van a seguir creciendo, especialmente la energía fotovoltaica.
Por el momento sigue suponiendo solo el 10%, pero ya se sitúa en cuarta posición y tiene previsión de subir mucho más. Es complicado pensar que en 2023 la solar conseguirá superar a la eólica o la nuclear, pero la propia Agencia Internacional de la Energía apunta que en 2027 será la principal fuente del mundo, superando al carbón. Y España es uno de los países más aventajados.
Imagen | HrAd
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