A lo largo y ancho de España se reparten algo más de 15.600 kilómetros de red ferroviaria gestionada por el Ministerio de Transportes, alrededor de 17 veces la distancia que separa en línea recta A Coruña y Cartagena. No está mal si pensamos en ella como una enorme malla de transporte público. Y no está nada mal, desde luego, si la planteamos como un lienzo en blanco a disposición de las energías renovables. Eso es lo que acaban de hacer en Suiza, donde hay ya una decena de entidades embarcadas en un proyecto fotovoltaico que pretende comprobar cómo de eficiente resultaría convertir las vías férreas del país en una amplia planta fotovoltaica.
El planteamiento es relativamente sencillo. Al menos sobre el papel. Lo que se proponen hacer en Suiza es instalar directamente entre los raíles de las vías módulos fotovoltaicos, piezas que puedan salir ensambladas de la fábrica para cargarlas a bordo de un tren especial y desplegarlas luego sobre el terreno igual que una gigantesca alfombra. Si en un momento dado hubiese que retirarlos para, pongamos, realizar labores de mantenimiento en las vías, las piezas podrían desinstalarse.
Para lograrlo, precisa el medio alemán PV-Magazine, que ha avanzado la noticia, la empresa Sun-Ways ha diseñado ya módulos solares pensados para acoplarse entre los rieles. En el desarrollo del concepto participaron también la École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL) e Innosuisse, la agencia suiza que promueve la innovación. Otra pata clave del proyecto es la empresa de transporte público Transports publics Neuchâtelois (TransN), que se encargará de construir la instalación solar. El objetivo pasaría por comenzar la instalación esta misma primavera, hacia mayo.
Un nuevo uso para una red kilométrica
El proyecto cuenta con una inversión de 398.000 euros que en una primera fase permitirá desplegar medio centenar de módulos en un tramo de 100 metros. La idea —detalla Sun-Ways a PV-Magazine— es abarcar un tramo de vía de diez kilómetros. La superficie disponible rondaría los 10.000 metros cuadrados para los que se plantean 5.000 módulos. Las previsiones que traslada la compañía pasan por una producción anual de dos gigavatios hora de energía solar con un coste de producción de 10 céntimos por kilovatio hora. Cuando se haya instalado el primer tramo de prueba en Neuchâtel, el instituto CSEM se encargará de evaluar sus resultados, incluida la resistencia de los módulos.
¿A qué se dedicará la energía?
La electricidad obtenida con el proyecto piloto se inyectará en la red de TransN. En el futuro, sin embargo, el planteamiento es más abierto y pasa por volcar la energía a las redes eléctricas públicas para abastecer así a hogares y empresas, si bien Sun-Ways reconoce las posibilidades que ofrecería poder emplearla directamente en la red eléctrica ferroviaria. “Hay proyectos de desarrollo técnico que intentan construir un transformador eficiente que lo haga posible”, explica Sun Ways.
En cualquier caso, si el piloto sale adelante Suiza podría ver cómo se abre un nuevo e interesante escenario para los alrededor de 7.000 kilómetros de vías férreas que suma, lo que podría traducirse en la generación de hasta 1TWh de energía solar. Europa también acoge una vasta red.
Suiza no es la primera en replantearse el uso de infraestructuras o espacios públicos para la generación de energía eléctrica. El estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en Alemania, lanzaba hace poco un programa para incentivar a los ciudadanos a fijar módulos en sus balcones, terrazas y fachadas; Francia quiere llenar sus aparcamientos de paneles y en China llevan tiempo impulsando una ambiciosa política con la que aspira a cubrir un porcentaje importante de tejados —sobre todo en edificios gubernamentales— con módulos que impulsen la energía renovable.
Todo eso, por supuesto, sin contar los proyectos que han planteado con mayor o menos fortuna aprovechar para la generación de energía el pavimiento o los márgenes de carreteras.
Si bien su propuesta es ambiciosa, Suiza tampoco es la primera que se ha fijado en el potencial de las vías del ferrocarril para la fotovoltaica. Hace años la firma británica Bankset Energy ya anunció su deseo de instalar paneles en las traviesas y hace solo unos meses trabajaba con German Railways DB (Deusche Bahn) en el uso de sistemas fotovoltaicos en la infraestructura de Sajonia.
Imágenes: Aleksandr Popov (Unsplash) y Bankset
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