Existe un viejo dicho que asegura que los rayos no caen dos veces en el mismo sitio. No solo no es cierto, el dicho tampoco puede aplicarse a las ráfagas rápidas de radio (FRB), uno de los fenómenos cósmicos más misteriosos de los que tenemos constancia.
El doble de señales. Hace poco más de 15 años que tenemos constancia de la existencia de este tipo de señales, y ahora un equipo de astrónomos acaba de anunciar el descubrimiento de 25 nuevas señales FRB, lo cual duplica el número de eventos de este tipo descubiertos hasta la fecha.
Se trata de potentes y breves señales de radio procedentes de puntos lejanos en el universo, (casi en todas las ocasiones) fuera de los límites de nuestra propia galaxia. Las FRB no solo son fenómenos misteriosos por su rareza, sino también por el nivel de energía que desprenden, capaces de superar en intensidad el brillo de las galaxias en las que se dan.
El equipo de astrónomos también ha logrado vincular alguna de las 25 ráfagas detectadas a galaxias concretas, lo que debería servir de ayuda a la hora de entender la procedencia y naturaleza de estas enigmáticas señales de radio.
Las ráfagas golpean dos veces. Si bien es cierto de que algunas FRB repetitivas habían sido detectadas, la mayoría de las ráfagas detectadas hasta ahora habían sido de una única ocurrencia. Según explican los autores del estudio, las FRB únicas y las repetitivas muestran características diferentes. Estas diferencias incluyen su duración y el rango de frecuencias en las que emiten su señal. También creen que pueden tener distintos orígenes.
Los investigadores lograron detectar un elevado número de estos fenómenos al enfocarse precisamente en las ráfagas detectadas hasta ahora que habían mostrado patrones repetitivos. “Peinamos los datos para para encontrar cada fuente repetidora detectada hasta la fecha” explicaba en una nota de prensa Ziggy Pleunis, uno de los autores del trabajo.
“Ahora podemos calcular con precisión la proobabilidad de que dos o más ráfagas que vengan de localizaciones similares no sea resultado de una coincidencia. Esto debería ser útil para investigaciones similares en el futuro.”
CHIME. Los astrónomos se valieron de los radiotelescopios de CHIME (Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment), unos isntrumentos capaces de realizar sondeos diarios de la bóveda celeste del hemisferio norte. La búsqueda de FRB abarcó desde finales de septiebre de 2019, hasta mayo de 2021. Los resultados y detalles del trabajo se han presentado recientemente en un artículo en la revista The Astrophysical Journal.
La hipótesis principal. El nuevo trabajo debería ayudarnos a entender mejor estos fenómenos aún rodeados de misterio. Primero por la información que nos da, y segundo al abrir la vía para localizar más ráfagas y ampliar la muestra que investigar. ¿Y qué es lo que son las FRB? Por ahora la hipótesis principal que considerada por el equipo de investigadores es que estos fenómenos son causados por las estrellas en sus etapas finales.
“Las FRB son producidas probablemente por los remanentes de muertes explosivas de estrellas. Estudiando las fuentes de las FRB recurrentes, podemos estudiar los ambientes en los que esas explosiones ocurren y entender mejor estas etapas finales de la vida de una estrella” explicaba el propio Pleunis. “Podemos también aprender más sobre el material que está siendo expulsado antes y después de la caída de una estrella, que es entonces devuelto a las galaxias en las que los FRB viven.”
Imagen | Jane Kaczmarek, McGill
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