Que acercarse demasiado a un agujero negro es una sentencia de muerte es algo que sabemos. Pero una cosa es lo que nos puede ocurrir a nosotros (no es nada agradable, pero nadie ni nada lo notaría) y otra cosa es lo que le ocurre a una estrella del tamaño de nuestro sol.
El inevitable "tirón" gravitacional de un agujero negro
El fenómeno, visto fugazmente por telescopios pero ahora reproducido en unas simulaciones recientes de la NASA que puedes ver en el vídeo superior, nos muestra cómo el tirón gravitacional del agujero negro puede llegar a (literalmente) desgarrarla para convertirla en una espiral de materia que acaba siendo absorbida por el agujero negro.
En la simulación se ha supuesto un agujero negro con la masa de un millón de estrellas como nuestro Sol, y una estrella cuya órbita pasa a una distancia mínima de 24 millones de kilómetros del agujero negro. A menor masa y menor densidad, la estrella no queda desgarrada del todo y recupera su forma original aprovechando su propia gravedad. La estrella sobrevive.
Pero cuando la estrella tiene más masa y densidad queda completamente desgarrada, con su materia esparcida en un "filamento" que poco a poco forma una espiral alrededor del agujero negro y es completamente absorbido. La estrella muere y su materia pasa a formar parte del agujero negro.
La simulación deja algunas dudas al aire pendientes de ser despejadas en futuras versiones mejoradas: ¿qué le ocurre a una estrella después de sobrevivir a un agujero negro? ¿Vuelve a precipitarse hacia él o consigue escapar? Sea como sea, la vida de cualquier planeta habitado que rodee esa estrella lo tiene bastante crudo.
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