Actualmente la mayoría de asteroides que se acercan a la Tierra son detectados por telescopios ópticos. Estos, si bien tienen su utilidad, no ofrecen tanta información como un telescopio por radiofrecuencia ya que la luz visible no permite obtener tanta información. China tiene un plan mejor para la detección de los asteroides: un sistema radar para analizar todo aquello que se acerque a la Tierra. Un sistema radar mejor que el de Estados Unidos.
Según SCMP, un equipo de investigadores militares y gubernamentales del país han instado a la construcción de este sistema. Se trataría del "sistema de radar más grande del planeta" al utilizar antenas en diferentes puntos del país para monitorizar asteroides que puedan ser una amenaza.
En la actualidad sólo Estados Unidos tiene uno de estos sistemas con el radar Goldstone en California, previamente el Observatorio Arecibo también ayudaba a ello hasta que acabó hecho añicos. Basarse sólo en Estados Unidos no es algo que guste a las autoridades chinas, que buscan la independencia y el liderazgo del país a nivel internacional en todos los ámbitos posibles.
El sistema propuesto por China utilizaría unas cuatro o cinco antenas de radio de 35 metros de diámetro para enviar haces de radio al espacio. Las señales que devolvería por el reflejo en objetos del espacio serían recopiladas por antenas desplegadas en todo el país. Indican la presencia de posibles antenas en ciudades como Jiamusi, Beijing, Tianjin, Shanghai y Kunming.
El "pero" de los radares planetarios
Las interferencias. Las interferencias son el gran problema de los radiotelescopios. Es por esa razón que generalmente los radiotelescopios se encuentran en desiertos o alejados de cualquier actividad humana a su alrededor. Los radiotelescopios, además de poder recibir señales de interferencia de dispositivos cercanos, pueden afectar al funcionamiento de vehículos y otros dispositivos al emitir sus señales.
Sistema radiotelescópico Atacama Large Millimeter Array.
China probablemente instalaría estas antenas en algún lugar donde la actividad humana sea mínima y la densidad de población baja. El candidato ideal parece ser el área de Xinjiang. Por otro lado, también se planteó la posibilidad de dotar a FAST (el radiotelescopio más grande del mundo) de capacidades para funcionar como radar planetario, pero actualizarlo sería demasiado costoso.
China, a medida que pasan los años, se está convirtiendo en una superpotencia en la exploración espacial. Pruebas recientes de ello son su aterrizaje en el lado oculto de la Luna, contar con el radiotelescopio más grande del mundo, el traer muestras lunares o su misión a Marte que intentará aterrizar en el planeta vecino dentro de unos días.
Vía | SCMP
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