El 24 de junio de 2019, Scientific Reports, la revista de acceso abierto de 'Nature', publicó un estudio explosivo: los investigadores de varias universidades inglesas y azerbaiyanas sostenían que el cambio climático no estaba provocado por las emisiones de gases invernadero, sino por los ciclos solares naturales.
Es decir, que la subida de temperatura de los últimos dos siglos se puede explicar por los cambios en la distancia entre la Tierra y el Sol (por el movimiento de este sobre el baricentro del sistema solar). Como es fácilmente imaginable, la polémica estaba servida. Hablábamos de cambio climático, uno de los temas del momento, y este estudio iba directamente contra la línea de flotación del consenso científico internacional. Solo había un problema, estaba mal.
Errores elementales en el artículo...
Eso es lo que muchos científicos se preguntaron en ese momento. Sobre todo, porque el artículo parecía tener fallos de bulto. En aquel momento, Ken Rice, catedrático de astrofísica computacional de la Universidad de Edimburgo, decía en New Scientist que el artículo parecía desconocer cosas "elementales" sobre la mecánica celeste. "Es bien sabido que el sol se mueve alrededor del baricentro del sistema solar debido a la influencia de los otros cuerpos del sistema solar, principalmente Júpiter [...] Esto no significa, como afirma el artículo, que esto conduzca a cambios en la distancia entre el sol y la Tierra".
Es más, "la afirmación de que veremos un calentamiento en los próximos siglos [de hasta 3 grados en los próximos 600 años] debido a que el sol se acercará a la Tierra a medida que se mueve alrededor del baricentro del sistema solar es simplemente errónea". "La dinámica orbital del sistema solar es muy conocida y no habría costado mucho esfuerzo a los autores comprobar si sus afirmaciones sobre la importancia del movimiento del sol alrededor del baricentro del sistema solar eran realmente correctas", explicaba.
Ha costado casi un año, pero hoy 'Scientific Reports' ha retirado el estudio al constatar que "la distancia entre la Tierra y el Sol varía a lo largo de los siglos en una cantidad sustancialmente menor que la que se informaba en el artículo". Como consecuencia, "los editores [de la revista] ya no tienen confianza en las conclusiones presentadas". Sencillamente, tras estudiar las quejas con detalle, 'Scientific Reports' reconoce la hipótesis solar no encaja con lo que dicen los datos sobre el funcionamiento del sistema solar.
Pero, claro, decir que el artículo tenía errores elementales sin reflexionar sobre cómo éstos reflejan directamente los errores del sistema de publicación científica (y de la recepción científica de las nuevas investigaciones) es quedarse a medias. El prestigio de la ciencia y las prácticas basadas en la evidencia viven un momento dulce en lo que a prestigio social se refiere. Sin embargo, eso ha incrementado la presión de "los intereses" (económicos e ideológicos, pero también personales) sobre las instituciones científicas. Uno de los grandes temas de la ciencia contemporánea es cómo adaptarse a una situación que hace tiempo que la sobrepasa.
Imagen | David Monje
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