El lanzamiento de Artemis I ha sido cancelado por enésima vez. Aunque no lo parezca, es buena señal

El lanzamiento de Artemis I ha sido cancelado por enésima vez. Aunque no lo parezca, es buena señal
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Finalmente, la fuga de hidrógeno del Space Launch System no se pudo reparar y la puesta de largo del programa Artemis se canceló. Otra vez. Ahora, sin nueva fecha de lanzamiento y muchas dudas sobre un cohete que llevaba con problemas todo el año, la pregunta es qué está pasando con Artemis 1.

¿Por qué se ha cancelado el lanzamiento? Tras superar el Flight Readiness Review y el Launch Readiness Review; es decir, los dos grandes tests previos al lanzamiento, todo parecía preparado para arrancar con la misión Artemis 1 el 29 de agosto. Sin ir más lejos, la NASA invitó a más de 25.000 personas para ver en directo el evento.

Todos sabíamos que había sido un año difícil: la agencia ha realizado cuatro "wet dress rehearsals" para despejar todas las dudas en torno a la carga de combustible del cohete y estudiar todos los pormenores que pudieran surgir en el proceso de lanzamiento. Los cuatro ensayos tuvieron problemas. El 29 también lo hubo.

El cohete de la discordia. Concretamente, el tercero de los cuatro motores del cohete no funcionaba correctamente. Pese a que los ingenieros habían estado trabajando en el repostaje toda la noche, el motor no llegó a alcanzar la temperatura adecuada y los intentos por resolverlo antes de que se pasara la ventana de lanzamiento no dieron frutos.

Tras examinar todos los datos, la NASA convencida de que el problema estaba en un sensor, reprogramó el lanzamiento para el sábado día 3 de septiembre. Horas antes, hubo que volverlo a cancelar. El problema no estaba arreglado. De hecho, no se planteó fecha para volver a intentarlo y, al menos oficiosamente, se empezó a hablar de octubre.

Fbz2aoixwaantb2 Daniel Marín

¿Y cuándo se volverá a intentar? Como digo, aún no tenemos una fecha clara. Todo parece indicar que la NASA quiere asegurarse de que llegan al próximo intento en las mejores condiciones posibles y eso hace que la misión se vaya hasta octubre. Parece un retraso considerable, pero (más allá de los problemas técnicos sobre cuya resolución ahora mismo sabemos poco) si tenemos en cuenta las ventanas de lanzamiento, se entiende que ahora mismo el día con más posibilidades es el 17 de octubre.

Como explicaba Daniel Marín, "el verde oscuro y claro son los días que la nave puede ser lanzada a una órbita DRO alrededor de la Luna teniendo en cuenta limitaciones de mecánica orbital, de iluminación de los paneles solares de la Orión (y temperatura), además de la iluminación en la zona de amerizaje". El oscuro es para misiones largas y el verde para misiones cortas; pero la única diferencia real en este caso es el tiempo que la cápsula Orión estaría orbitando la Luna antes de regresar.

El 17 va ganando enteros porque esas ventanas no tienen en cuenta los posibles problemas técnicos y la carga organizativa. Si la NASA programa el lanzamiento para el 1 de octubre tendría muy poco margen de aplazamiento en caso de que haya problemas; si lo programa el 17, tendría el resto del mes para jugar con las fechas y optimizar los recursos involucrados.

¿Qué significa todo esto para el programa Artemis? Recordemos que el programa Artemis es uno de los grandes proyectos científicos del momento: no solo busca volver a pisar la Luna (llevar allí a «la primera mujer y el próximo hombre»), sino que quiere establecer una presencia sostenible en la superficie y la órbita lunar; y, de paso, sentar las bases de una economía en el satélite.

Artemis I es el primer gran paso y, más que eso, un elemento central en nuestro aprendizaje sobre las piezas del programa. Es decir, no nos podemos saltar alegremente misiones de cara a no retrasar todo el programa. Es cierto que todos estos ensayos son, en sí mismos, nos permiten aprender sobre el programa (y no son tiempo perdido), pero parece inevitable que todo se vaya retrasando progresivamente.

Nuestro futuro en la Luna. Sin embargo, merece la pena recordar que las cancelaciones y aplazamientos son habituales incluso en lanzamientos con tecnologías en uso. Es cierto que tras tanta expectación, los problemas de Artemis, el SLS y Orión dejan un regusto amargo, pero esto es parte de ese maravilloso juego que llamamos exploración espacial.

Imagen | Stuart Rankin

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